🌷Conociendo El Amor (Terminada)🌷

🌷Capitulo 32-Zoo🌷

Por otro lado, la familia Wang veía a los mas jóvenes alimentar a un par de caballos del lugar, aunque tardaban mas tiempo que el que debería tomarles por estar jugando, nadie les decía nada, era su ultimo dia ahí así los dejaron divertirse todo lo que quisieran.

Al momento de despedirse los abuelos le dieron a Zhan al minino que cuido esos días, pues el gatito lo veía y corría a su lado, bien dicen que los animalitos saben quien les da amor y comida. Al principio se negó, le daba pena llevárselo, pero los abuelos le explicaron que el pequeño gato estaría mejor con él, por fin acepto gustoso, al momento de tener al gato entre sus manos y verlo como su pequeño hijo de cuatro patitas, sus ojos se iluminaron y su sonrisa se agrando. Claro que el que protesto fue Yibo, pero Zhan supo como sobrellevarlo

-Sera nuestro pequeño- le guiño un ojo y así Yibo prometió comprarle cosas a su hijo gatuno

Volvieron a casa, Yibo fue a dejar a su familia, como el les decía ahora, a casa de su amable suegra. Al entrar a la casa Yibo presento al gato con mucho orgullo, la señora Xiao se le quedo viendo a su hijo con burla cuando Yibo fue al baño

-¿Mi nieto?- lo molesto -Sabes como controlar a tu hombre, estas listo para casarte- se burlo

-Ma...mamaaa- se apeno pero al final se rio

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África, un país en donde el calor era el clima principal, se encuentra un veterinario joven y trabajador, Cao Yuchen salía de su baño con una toalla cubriendo solo lo necesario, eran las 2 de la tarde y en poco tiempo su lindo amigo Min Yu Bin llegaría al aeropuerto.

Se puso ropa cómoda y salió del departamento que rentaba, subió a un taxi y fue por su amigo. Ingreso al aeropuerto, saco su celular y vio la hora, 3:10 p.m. aun no aterrizaba el avión, así que espero sentado mientras checaba su celular.

Después de 20 minutos el avión en donde Min venia aterrizo, la gente del avión comenzó a entrar al aeropuerto y en cuestión de minutos ambos se encontraron. Se sonrieron y se saludaron con un abrazo.

-Hola de nuevo- hablo Min dejando el abrazo

-Hola- su cuerpo sentía un hormigueo así que volvió a abrazarlo

Ambos fueron al departamento de Yuchen, conversaron un largo rato para después hacer lo que mas les gustaba, comer juntos. A pesar de platicar por mensajes o video llamada, su platica no terminaba, a medida que pasaba el tiempo ambos estaban mas seguros de que sentían algo por el otro. 2 días pasaron desde que se reunieron, tenían que viajar al siguiente lugar en donde el veterinario tenia que trabajar, Yu Bin por supuesto que lo acompañaría, pues ese era el plan que hicieron. Próxima parada: Zoo de Japón

El vuelo fue tranquilo, durmieron y comieron en el avión, al salir del aeropuerto sus cuerpos se sentían cansados, querían seguir durmiendo. Un carro los esperaba, pues el Zoo mando el transporte para llevarlos al hotel en donde se quedarían mientras el veterinario trabajara ahí. Al llegar al lugar se dieron cuenta que se encontraba cerca del Zoo así que en cuestión de pocos minutos podían llegar sin problema. Se instalaron en la misma habitación, ya estaban acostumbrados a dormir en la misma cama así que ninguno comento nada sobre ese asunto. Si la gente los viera, pensarían que son una pareja de muchos años. Su convivencia era de lo mas normal, posiblemente por sus edades lo hacían mas sencillo, pues no peleaban por tonterias, no se celaban por cosas pequeñas y no reclamaban si tardaban en responder algún mensaje o llamada telefónica.

-Linda vista- hablo Bin desde el pequeño balcón del cuarto

-Noveno piso, imagino que es una altura agradable- respondió viendo la vista igual -Mañana me esperan a medio dia, ¿Iras conmigo?- entro al cuarto, pues la cama lo llamaba 

-Si, quiero ver como haces tu trabajo- comento viendo un leve sonrojo en el otro -Durmamos un poco, mi cuerpo exige un descanso- sonrió y se metió a la cama también

-Pondré la alarma, iremos a cenar, yo invito- 

No tardaron en dormir, realmente tenían sueño así que aprovecharon para dormir esa tarde.

El departamento era básico, no tenia sala ni una pequeña cocina, únicamente era un lugar para dormir, pues estarían una semana solamente en Japón.

Al siguiente dia llegaron al Zoo, era enorme, Bin estaba emocionado y nervioso, pues tan pronto llego personal del Zoo Yuchen cambio, se puso serio y su forma de hablar era respetuosa, nada que ver con el que compartía la cama y la comida. Yuchen nunca fue grosero, se veía que era profesional y su ética estaba bien marcada en lo que hacia. 

Fueron dirigidos al lugar en donde tenían a las crías rechazadas, la gran guardería en donde recién nacidos de todas las especies se encontraban. Yuchen entro con el protocolo de limpieza para revisar cada cachorro, Yu Bin se quedo afuera, viendo desde un gran vidrio, pues era área restringida por alguna bacteria que a los recién nacidos pudiera ser letal.

-Es un grandioso doctor- hablo una trabajadora junto a su amiga

-Guapo, inteligente, soltero y amable, ¿Qué mas se puede pedir?- sonrió 

-Que nos haga caso por ejemplo- dijo la primera chica, ambas hablaban viendo lo que hacia el mayor, Bin sonrió tímido, aunque su japonés no era excelente, si entendía lo que hablaban, pues por trabajo también viajaba a Japón, al seguir escuchando a las chicas solo suspiro, si supieran aquellas dos que el compartía cama con ese lindo veterinario morirían de envidia 

-Algún dia seré como él- anuncio una de las chicas

Yu Bin acompaño ese dia a su amigo, tuvo la oportunidad de jugar con cachorros de león, tenían la edad de 4 meses así que eran algo pesados y tiernos a la vez, Yuchen le tomo fotos cuando Bin se lo pidió, algunos trabajadores congeniaron con el diseñador, este les dio recomendaciones de como arreglar sus hogares, sobre todo con las chicas solteras que buscaban un nuevo estilo para sus hogares.

Volvieron al hotel, se dieron un baño y cenaron, Yuchen tuvo una videoconferencia así que Bin se quedo en silencio sobre la cama mientras veía las fotos y videos que tomaron en el dia, esos leones bebés si que eran adorables.

Yuchen dio algunas platicas y talleres en el Zoo para los trabajadores del lugar, fueron momentos de estudio y diversión para todos, Bin pudo ver el nacimiento de unos lindos jaguares y la muerte de un elefante por su avanzada edad, aunque no todo fue felicidad por ese lamentable acontecimiento, si pudo decir que era agradable estar junto al veterinario que sonreía sin parar al momento de salvar vidas.