ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ¹³ ʙᴜsᴀɴ

93 23 0
                                    

ʜᴀɴ ᴍɪ ᴊᴏᴏ

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

ʜᴀɴ ᴍɪ ᴊᴏᴏ

Lo único que no se me podía quedar era el regalo de mi hermano. Se me había olvidado decirle a Jungkook que eso pasaba, pero tampoco quería que gastara dinero innecesario comprando algo, sabia que si le diría algo el lo haría.

Definitivamente debía de dejar de mirar mi reflejo en el espejo.

Suspiro profundamente, la inquietud no disminuye. Yo pienso que me veo bien.

El teléfono comienza a sonar mientras me encuentro dándole los últimos retoques a mi rebelde cabello y me doy un instante para contestarle a Jungkook.

Voy un poco atrasado. Pero ya sali de casa.

—Esta bien.

En serio llamarme para eso...

El reloj de mi muñeca marca las nueve de la mañana, exactamente la hora en la que Jungkook llega. Sonrio al notar que como yo trajo una mochila. Por un momento pensé que sería de los exagerados y traería una maleta. Es bueno saber que no soy la única que prefiere viajar con una mochila antes que andar a rastro con un maletín.

Nos saludamos, el se burla un poco debido a que hoy me peine, lo hace sonar como si no lo hiciera nunca.

El trayecto en el auto no es exhaustivo, pero si largo. De Incheon a Busan hay alrededor de cuatro horas. En todo el trayecto hablamos, reimos, ponemos la música en la radio y cantamos, incluso hasta gritamos.

Cuestionamos la razón del porque un edificio tan alto, de veinticuatro pisos, no hay razón para tantos.

Se siente como si estuviera en casa, en estos momentos no quiero pensar en nada y solo disfrutar este tiempo con el. Se siente bien poder ser tu de nuevo. La estruendosa risa de Jungkook sonando en todo el auto hace que lo mire. No había analizado por completo su vestinema. Todo grita que ha costado millones.

Esos simples jeans que tiene puesto puedo apostar que le han valido madres.

Dios, me siento tan pobre.

—Es aquí —le dije.

Freno el auto, ya habíamos apagado la radio, estaba nerviosa y ansiosa, volver me traía varios recuerdos, y no todo eran precisamente buenos.

Lo que mas me gustaba era que desde mi casa podía ver la playa. Recuerdo cuando le dije a Jungkook que quizás este podía ser mi lugar favorito debido a eso.

—Así que este es tu hogar —dijo Jungkook colocándose a mi lado.

Bastaba cruzar la calle que nos separaba de la arena, y bajar los escalones hacia la playa, y listo.

—No mentias cuando decías que era tu lugar favorito. Yo quisiera poder vivir cerca de la playa. Es hermoso.

Permanecí un poco mas en el umbral de la puerta, mis dedos picaban por tocar, Jungkook detrás de mí esperaba pacientemente mientras miraba todo, y ya veía algunos vecinos asomándose en el portal. Muchas cosas no cambian por aquí.

ᴄʀɪsᴛᴀʟᴇs ʀᴏᴛᴏs › ᴊᴊᴋ [#2] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora