𝐶𝑎𝑝𝑖́𝑡𝑢𝑙𝑜 24

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~𝒶𝓉 𝒶𝓁𝓁~

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Cracker sentía cierta curiosidad hacía esa chica. Desde la primera vez que la miró en aquella "reunión" luciendo tan hermosa con ese vestido y mirándose perfecta con esa bella sonrisa.
Jamás se había sentido así con una mujer y mucho menos había sentido tanta curiosidad.

Tenía el entrecejo fruncido mirando un punto fijo del barco. Estaba tan pensativo que no se dió cuenta que empezó a hablar solo, por lo bajo. Casi en un susurro. Era observado por la tripulación y Oven lo miraba con desdén pensando que su hermano era un completo idiota.

Pero Cracker enserio estaba interesado en esa chica por lo que contactó a Brûlee y preguntó por el número de ___ argumentando que debía decirle algo referente a Katakuri por lo que su hermana accedió y por medio de mensajes le compartió el número de la joven.
Cracker inmediatamente contactó a la chiquilla esperando que respondiera la llamada pero en ningún momento lo hizo.
Dejó escapar un suspiro dudoso de lo que estaba haciendo, pues al fin y al cabo se trataba de la mujer de su hermano.

Rendido guardó su aparato del diablo (como él lo catalogaba) y nuevamente se cruzó de brazos.
Oven aprovechó para acercarse a él por la espalda y sorprenderlo, ganándose un golpe que esquivó exitosamente.

- Ja, ¿Qué te sucede, hermanito?

- Deja de joder, Oven.

- ¿Ansioso por llegar a Dressrosa

- Se podría decir.

- Tranquilo. Sabremos cuando estemos a medio camino.

- ¿Por qué?

- Nos encontraremos al barco de Katakuri.

Para Cracker escuchar el nombre de su hermano era como una punzada en su corazón. Él estaba cometiendo traición hacía él y le molestaba aquello. Aunque no era como tal una traición porque todavía no se involucraba con esa chica de piel morena.

Su opción fue solamente fruncir más el ceño y seguir con la vista al frente mientras escuchaba a Oven dar órdenes y alejarse.

Al pasar de las horas siendo ya la noche acompañante de cualquier alma, Cracker creyó que sería buena idea volver a llamarla.
Lo pensó durante quince minutos hasta que su cerebro por si solo tomó la decisión de hacerlo.
Escuchó un par de segundos el tono de espera hasta que pudo escucharla.

- ¿Hola?

Su voz sonaba suave, tímida, como si estuviera asustada.
¿Qué se supone que le diría? Justo en ese momento su cerebro dejó de funcionar y las palabras se quedaron atoradas. ¿Realmente le había contestado?

𝒔𝒆𝒙 𝒔𝒍𝒂𝒗𝒆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora