La vida no es algo que pudas vivir dos veces...
Las personas cambian, el tiempo avanza y todo lo conocido se vuelve desconocido. La verdad no siempre puede permanecer oculta y los secretos siempre terminan por rebelarse.
La profecía lanzada hace más...
Crystalis un reino antiguo dividido en ocho regiones, cada una de ellas es reinada por los ocho elegidos de los dioses, cuyos dones serian transmitidos de generación en generación. Todo el reino era protegido por los Guardianes, portadores de los cristales de Akemi, llamados así por los primeros Gobernadores y el Primer Mago del reino, que unieron sus poderes para brindar protección a todo su pueblo, esos Cristales eran tan poderosos que poco después de la muerte del Primer Mago, habían tratado de robarlos siendo heridos gravemente por los mismos en el intento, no cualquier persona era capaz de manejar la enorme energía que portaban y como hasta ese momento solo el Gran Mago los había utilizado este hecho era desconocido por todos. Después de ese acontecimiento paso el tiempo y como si tuvieran vida propia, eligieron a sus primeros portadores dos años después de la muerte del Gran Mago siendo así como se formarían los primeros Guardianes de la historia.
Estos eran aprendices de magos de no más de veinte años, que en su décima lección mágica les enseñaron el lugar donde los cristales eran resguardados por magos de elite y soldados de primera, un resplandor inundo la habitación al ellos entrar y en cuestión de segundos los tenían en sus manos con forma de dije. Con ello tambien fue vista la primera transformación celestial, llamada así por los mismos dioses cuyas voces fueron transmitidas a los Gobernadores, pero a cambio de su uso solo podían acceder a esa fase cuando el reino estaba en peligro.
Pues para lograr esta transformación el vinculo entre Guardianes y Cristales debía estar completado al 100%.
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Bajo el mandato de los dioses, Gobernadores y Guardianes realizarian un pacto inquebrantable para proteger el reino y a los regentes sobre cualquier circunstancia. Los Guardianes eran seres tan poderosos que solo un Gobernador era capaz de hacerle frente, se decia que poseian virtudes entregadas por los dioses, llamando así al reino de Cristalys, la tierra bendecida por los Dioses, pues sus regentes y protectores eran los portavoces de las divinidades.
Después de eso generación tras generación de Gobernadores y Guardianes fue pisando el reino de Cristalys, heredando así el fuego, la tierra, el relampago, el viento, el diamante, la luz, la oscuridad y el canto dejado por los primeros Gobernadores. Hasta que un día los cristales eligieron a las próximas Guardianas, ellas serían las Guardianas más jóvenes en la historia del reino, siendo tan solo tres chicas no mayores a doce años, solo eran un par de años más jóvenes que los futuros Gobernadores, se dice que ellas no eran del reino, que ellas provenían de un lugar totalmente diferente, ya que nunca antes los cristales habían brillado con tanta intensidad como en esa ocasión, el resplandor fue tal que deslumbro a todo el reino y sus alrededores. Cuando el resplandor poco a poco fue desapareciendo, tres chicas aparecieron enfrente de los cristales de Akemi y estos al tener a sus nuevas portadoras brillaron una vez más transformándose en accesorios para el cabello, cada uno de estos objetos se dirigió a su correspondiente Guardiana, y como era de esperarse también su primara transformación celestial, pero esto no ocurrió, a todos los magos les extraño este hecho, pues pensaron que tal vez los cristales de akemi se habían equivocado, uno de ellos valientemente trato de recuperarlos, después de explicarles a las tres su situación y no pudo... al momento que quiso tocar el cristal de una de ellas tres, un escudo de protección broto de este envolviendo por completo el cuerpo de la joven, alejando la mano del mago que al observar su mano pudo ver la escarcha alrededor de sus dedos. Intento lo mismo con las otras dos chicas obteniendo el mismo resultado, pero en vez de escarcha, fueron pequeñas enredaderas con espinas que se enrollaron en sus dedos y pequeñas gotas de agua como si fuera un suave roció en la mañana.
Las tres chicas que apenas tenían algo de conocimiento acerca de los cristales y eso por un cuento que un adulto alguna vez les conto, estaban muy calladas, ellas sabían que cuando un Guardián era elegido por los cristales de Akemi, su primera reacción era la transformación celestial que demostraba que estaban conectadas con ellos y con eso el deber de proteger al reino entero siendo el resplandor de la magia, las tres muchachas pensaron que tal vez los cristales se habían equivocado.
Más un mago se acerco a ellas, era el más viejo de todos pues el que había vivido el suficiente tiempo como para ver dos generaciones de Guardianes y Gobernadores también era conocido por su enorme sabiduría, sabía que cada guardián tiene un papel que desempeñar en el reino, su deber no es solo cuidar de la inmensa energía que portaban los cristales, pues esa energía tan poderosa también debían canalizarla pues esos cristales no solo portaban Mágia blanca, también había mágia oscura en ellos... él dijo... que por primera vez en la historia de todo el reino, la energía de los cristales había sido controlada en su totalidad y con ello la fase celestial, no era necesario que Crystalis corriera peligro para que ellas se transformaran podían hacerlo a voluntad propia.
Los gobernadores y sus hijos habían llegado al gran salón de los magos corriendo, pensando que una amenaza se avecinaba para el reino. Desconcertados por escuchar esta última parte e intrigados por el resplandor que ilumino a todo el reino preguntaron que sucedía, a lo que el mago no tardó en responder al presentarles a las nuevas protectoras, él les pido que trataran en transformarse, que se imaginaran que tenian alas de mariposa o de una hada. Ellas obedecieron dudosas pues si bien tenian mágia, no era una mágia tan especial como para hacer tanto alboroto,aun así fue cuestión de segundos que la sala volvió a brillar con intensidad bloqueando la vista de todos. Pasaron varios minutos antes de que pudieran ver con claridad a su alrededor, quedando estupefactos al ver la vista que sus ojos les otorgaban,era verdad la fase celestial era controlada a su voluntad, pero esta fase era diferente a lo que estaba registrado en los antiguos libros pues lo que más los sorprendió fue el hecho que sus alas no eran de color blanco, eran del mismo color que sus ojos, ojos que eran extraños y hermosos a la vez parecían zafiros de diferentes colores.
Después de ese acontecimiento pasaron los años y ellas se convirtieron en las Guardianas más fuertes de toda la historia de Cristalys, según varios archivos se hicieron amigas cercanas de todos los Gobernadores y todo marchaba muy bien, hasta que un día comenzó la gran batalla por Cristalys. Todos ellos tuvieron que enfrentarse a un ser con mágia oscura tan poderosa que apenas lograron detenerlo. Siendo está la última vez que se vio a los Gobernadores como las Guardianas, pues desaparecieron después de la batalla por Cristalys en una misteriosa neblina, dejando a todo el reino confundido, pues sus cuerpos nunca fueron encontrados. Todo quedo al mando de los Oráculos, la tercera jerarquía más alta del reino y que en caso de emergencia en ausencia de los Gobernadores ellos reinarian en Cristalys.
Esa misma noche a través del templo de las Rosas, la voz de la Diosa Amity fue escuchada por todos, los Gobernadores y las Guardianas regresarían al reino y hasta entonces los Oráculos deberian seleccionar a ocho personas para ayudar a dirigir el reino, entregando el sello con el escudo de las ocho regiones del reino que funcionaria en ausencia de los verdaderos herederos, con este poder el reino podría seguir funcionando como antes, pero una vez que sus elegidos regresen este poder debía ser devuelto.
Los magos seleccionados junto con los Oráculos se hicieron cargo de todo el reino de Cristalys, poco a poco todo se fue restaurando y esto fue quedando en las memorias como una historia que hasta el día de hoy conocemos.
