Capítulo 3: Las nuevas aprendices de magos

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Por los próximos minutos todos caminaron en silencio los chicos caminando delante de las chicas, guiando el camino, y ellas siguiéndolos con los ojos puestos en el camino.

Llegaron a una enorme puerta de roble, en ella se podían presenciar grabados, algunos de ellos muy antiguos por lo que pudieron observar abrieron la puerta y se adentraron en aquel cuarto viendo a muchos chicos y chicas y a tres adultos vestidos como si fueran ¿científicos?

—Por fin regresaron, ¿Por qué tardaron tanto?, además — Una de las chicas que se había dado cuenta de su presencia, se quedó callada al ver a las tres chicas junto con ellos, todos los demás las voltearon hacia ellas, cuando se quedó callada, también se dieron cuenta de las tres pequeñas.

— ¡Oww, pero que tiernas son! — Exclamó una de las chicas con emoción, antes de levantarse e ir hacia ellas con dos amigas siguiéndola.

A Ally, Shade y Miel, no les dio tiempo de reaccionar y antes de que se dieran cuenta las tenían apretando sus cachetes, por otro lado, todos los demás se acercaron incluidos los Oráculos para comprender mejor la situación estos últimos.

—Bueno, pequeñas, ¿Ustedes quienes son y que hacen aquí? — Pregunto uno de los adultos, tenía el cabello negro carbón y barba apenas visible

—Hermanosh Noree — Trato de hablar Shade, con bastante dificultad, señalando con sus manos sus cachetes estirados.

—Chicas déjenlas hablar por favor — Pidio compresivo, de mala gana las tres muchachas las soltaron — Ahora si, por favor hablen.

Los hermanos Moore dieron un paso al frente.

—Nosotros le explicaremos profesor — Hablo el menor de los Moore, ganándose miradas de todos sus amigos.

—Adelante.

Comenzaron explicando la razón del por qué ellas estaban ahí, y todo lo que ellas sabían a base de esos "Sueños", seguido desde sus sospechas de poder mágico no desarrollado, primero ninguno de ellos creía lo que estaban diciendo y solo pensaban que las niñas los habían convencido de llevarlos, porque honestamente hablando eran muy tiernas a simple vista y parecía que no dañaban ni a una mosca, pero cuando les contaron lo que ellas dijeron empezaron a creerlo, ya que esos eran secretos mágicos que solo pocas personas sabían.

—Dulzuras, saben si de casualidad, ¿Descienden de magos? — Pregunto otro adulto, de cabello rojo y ojos amables.

Shade miro a Miel y Miel miro a Ally. Ally nego con la cabeza.

—No, no realmente no sabemos, honestamente ni siquiera conocimos a nuestros abuelos y por favor no nos diga dulzuras, nos sentimos incómodas cuando nos llaman así — Informó Ally con una sonrisa educada y voz baja.

—«Es muy directa» — Pensó Feänor.

— ¿Y entonces porque saben todo eso? —Volvió a preguntar otro adulto de cabello café.

—Lo soñamos, si no nos quieren creer no nos crean, no pasa nada.

—Pero nosotras no mentimos sobre nada — Termino por decir Miel con una sonrisa.

—¿Porque mejor no consultan en el libro de Crystalis? — Pregunto en cambio, uno de ellos trás una breve consideración.

—Si sería buena idea — Comento otro de los chicos que estaba en la sala con una mano alzada.

Por unos segundos la sala se volvió un lugar de debate entre todos los presentes magos, unos pensaban que sería buena idea, otros no lo creían así, sobre todo porque ese libro era realmente antiguo, fue de las pocas cosas que se salvaron en el incendio hace doscientos años.

La profecia de CristalysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora