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Minho había tomado su mano y Jisung se sintió ese típico choque de electricidad que sentía al tomar su mano, pero no duró demasido, porque solo lo había guiado para que se sentara de vuelta en el sofá, y él se sentó a su lado.

Definitivamente las cosas no estaban saliendo como las había imaginado, y se había vuelto una situación extraña y hasta algo incómoda.

— ¿Cuándo llegaste? —preguntó, al parecer curioso y cambiando el tema principal de la conversación.

—Ayer —respondió con simpleza a la pregunta.

Minho asintió, echándose hacía atrás en el sofá y seguidamente suspirando.

—Yo- me sorprendiste, de verdad —soltó el chico.

—Pues esa era la idea —dijo el menor, cruzándose de brazos un poco incomodo y cohibido —. Pero creo que no te gustó mi sorpresa.

Algo en él dolía de solo pensar que para Minho no era agradable verlo de nuevo.

Minho lo miró un poco apenado y rascó su brazo algo incómodo, porque por supuesto no era algo de todos los días toparte con tu ex que no veías hace dos años y medio dentro de tu casa, sentado en tú sofá. Ni siquiera sabía que palabras decir.

—¿A caso no querías verme de nuevo? —se atrevió a cuestionar con un poco de temblor en su voz al imaginarse una respuesta que le hiciera sentir peor.

—No, no es eso Jisung —se apresuró a decir —. Solo no me lo esperaba, no sé que decirte.

Han le mantuvo la mirada, esos ojos brillosos seguían ahí, las manos jugando entre sí daba a relucir su nerviosismo al igual que sus piernas que no podían mantenerse quietas, el cuerpo de Minho le daba las mismas señales de cuando se le confesó.

—Hyung, creo que hay algo que no me estás diciendo —empezó a hablar de nuevo —. Yo sé que no nos hablábamos últimamente, pero pensé que todo estaba bien entre nosotros y- y yo vine hasta aquí por eso, volví a corea y quería decirte que ya estaba aquí de nuevo para tí, pero tú, eh parece que a ti no te alegra la idea.

Minho inspiró, tratando de calmarse un poco al no saber como empezar.

—Jisung, tú y yo terminamos, creo que no podrías esperarte algo más de mí, son muchas emociones de un solo golpe —comenzó a explicar el mayor—. Definitivamente no estaba preparado para una sorpresa así.

Jisung boqueó tratando de decir algo, pero sintió una pequeña opresión, ¿estaba tan equivocado? Quizás fue muy narcisista de su parte suponer que Minho era el mismo de un año atrás...

Pero su lenguaje corporal no decía lo mismo.

—Lo sé, pero pensé que habíamos terminado en buenos términos —dijo —. Pensé que estaba claro que ambos nos queríamos, no, nos amabamos. Y yo vine por tí, siempre estuve pensando en tí.

La cara del mayor era un poema, entre sorpresa y algo de vergüenza, con las mejillas tiñendose ante la confesión de su ex novio.

—Hay alguien más en mi vida —confesó finalmente, sin querer alargar el momento.

Ese fue el golpe más fuerte que sintió Jisung, el sentimiento que se desató luego de esas palabras de su hyung lo llenó, sintió el verdadero dolor de un corazón rompiéndose en pedazos.

Realmente había sido demasiado optimista con respecto a su vuelta a corea, pensando en que los recuerdos podían ser suficientes para mantener los sentimientos que Minho tenía por él.

Pero no podía creerlo, luego de tantas vivencias e história juntos, no podía creer que Minho lo había superado y había seguido su vida con otra persona, no cuando él jamás pudo hacerlo, a pesar de que tuvo varías citas jamás pudo establecer una relación con alguien más porque su corazón solo le pertencia al chico a su lado, se negaba a creer que él había sido desplazado.

Déjà vuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora