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Antia aún en la habitación de Jeremy fue hasta un espejo y paso su dedo formando un círculo.
-Por favor mamá necesito ver qué será de mí... Abuela, abuelo, ancestros... Ayúdenme a ver- Susurro en una plegaria.
Quería ver qué sería de ella en un futuro muy lejano. A veces podía hacerse ver unas horas o meses adelante e. Pero algo de años requería mucho poder el cual no tenía. Lo que estaba haciendo ahora era lo que su madre una vez le dijo. Mirar tu propio reflejo y encerrarlo con una figura imaginaria con tu dedo corazón. La plegaria fue solo eso, una plegaria que esperaba que sea escuchada por su madre o alguien que quisiera ayudarla.
Miro fijamente su reflejo en el espejo. Sus ojos brillaron en un tono verde claro y se vio a si misma, con unos años más. Antia sonrió contenta de que su funcionará, se concentro para ver qué más lograba ver. Estaba ella y unos brazos la abrazaron por los hombros, un rostro se asomo y lo vió, vio al niño que ella consideraba un egocéntrico, Jeremy. La estaba abrazando sonriendo y logró escuchar en un susurro muy tenue.
-"Que bien que le hice caso a Roxie. Ahora estamos juntos y nadie nos va a separar "-
Sus ojos dejaron de brillar y eso fue todo lo que pudo ver. Su reflejo volvió a ser el mismo de sus 10 años y no había nadie detras suya.
¿Quien es Roxie?, Se pregunta la castaña.
Se alejo del espejo y camino a la gran ventana, cerro sus ojos mientras juntaba sus manos en posición de rezo.
-Gracias ancestros que me han ayudado a ver- Susurro Antia.
No creí en dios, ni el diablo o demonios y angeles. Pero si en que en algún lado estaban sus ancestros esperándola y descansando en paz.
Al parecer esa tal "Roxie" sería alguien importante en su vida. El día que la conozca lo tendría en mente para llevarse bien con ella. No quería alterar el futuro que vio ya que no sabía cuando lograría ver de nuevo años en adelante.
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La noche callo y una sirvienta había entrado a la habitación a dejarle una bandeja con comida. En lo que estaba por meterse un pequeño trozo de carne a la boca, la puerta de la habitación se abrió sin mucha delicadeza y de ella ingresaron dos personas.
Una de ellas ya la conocía, era Jeremy quien sonreía. Mientras que a su lado estaba una chica con cabellos rubio dorado, acompañados con un rojo carmín en sus ojos, vestía elegante, con sutiles pero imponentes adornos de hoyeria. Parecía ser de su misma edad.
-Mascota, mira, mí hermana Roxie a venido a verte. Así que se educada y saluda-Hablo con un tono irónico en su voz Jeremy.
¡Roxie!, Pensó alterada Antia. ¡Era ella! ¡La chica de su visión!.
Se levantó de dónde estaba sentada comiendo y se acercó unos paso a ellos.
-Hola, Antia, Jeremy me a hablado de ti. Aunque no me contó lo bonita que eras-Sonrio Roxanne mientras se acerca a a la chica.- Me llamo Roxanne Agriche y soy la media hermana de Jeremy-Se presento con cierto grado de educación y respeto.
Aunque claro que solo era una fachada.
-Es un gusto, Roxanne-Respondio apenas Antia.
No sé sentía a gusto con la mirada que le daba la chica, sentía que era la misma mirada que le daría un león a un trozo de carne.
-Roxie vino aquí a verte hacer eso de ver el futuro- le explicó el chico de ojos azules.
Roxanne se acerco lo suficiente para poder colocar con delicadeza su mano en la mejilla de la castaña. Haciendo que la vea a los ojos.
-¿Podrías explicarme cómo funciona tu poder, Antia? Jeremy no supo decime más de que era con tus ojos-
Tengo que agradarle... Aunque viéndola, creo que sería mejor decir que tengo que lucir útil, pensó Antia.
-Claro. Mí poder viene heredado de mí madre, puedo ver momento cortos del futuro. Aunque solo unos meses como máximo diferencia, mí récord fue de 4 meses- Mintió sin decirle que hace unos momentos pudo verse a su misma en años más adelante- Aunque mí madre podía ver años al futuro en ocasiones. En algún momento quizás logra hacerlo también-
Roxanne escucho todo atenta y le sonrió a Antia. Si que le había agradado el poder de ella. Si lograba hacer que estuviera de su lado podría incluso estar siempre un paso adelante de sus demás hermanos. En especial de Dion.
-Que interesante. ¿Podrías mostrarme?... Ya de diciéndome que me servirán hoy de cenar, por ejemplo - Solicito Roxanne.
Quería confirmar el poder de Antia.
-Claro-Antia coloco ambas manos con las palmas hacia arriba- Por favor, coloca tus manos sobre las mías -
Tal y como pidió coloco sus manos sobre las de Antia. La castaña las apretó con fuerza, aunque no la suficiente como para dañarla. Bajo la atenta mirada de Jeremy y la misma Roxanne, sintió que sus ojos brillaban levemente.
Al tener las manos unidas, lograba ver desde el punto de vista de Roxanne, específicamente de la Roxanne de unas horas más tarde. Giro su cabeza y vio a una sirvienta dejando una bandeja en la mesa.
-Una sirvienta e cabello castaño oscuro te serviría un plato con... Sopa de verduras... Que también tiene algo de pollo, junto a otro plato con una ensalada- Hablo aún con la mirada perdida desde el punto de vista de los otro dos chicos.
Soltó sus manos y sus ojos volvieron a la normalidad.
-Que fascinante - Elogio la rubia de ojos rubí.
-Wow, Mascota eso sí que estuvo loco- Se río levemente Jeremy.
Antia se giro molesta a mirarlo.
-Deja de llamarme Mascota-
-Como si fuera a hacer lo que una mascota de dice- Se burló el chico de ojos azules.
-Jeremy ¿No sé supone que es tu prometida? Deberían llevarse bien entre sí, después de todo estarán toda la vida juntos- Fue lo último que dijo Roxanne para luego salir de la habitación de Jeremy.
Fua caminando con rapidez hasta su cuarto, anduvo por los pasillos de la mansión, hasta que llegó, encontrando allí a su dama de compañía con una bandeja en sus manos.
-Buenas noches, señorita, estaba por dejarle su-
Interrumpida por la acción de Roxanne dejo de hablar.
La rubia levanto con rapidez la tapa que cubría la comida. Encontrándose allí a lo que había descripto Antia. Todo tal cual.
Sonrió mientras miraba el plato de sopa.
Definitivamente a partir de ahora iba a hacer que la pequeña brujita estuviera de su lado.
