Capítulo 3

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     —Creo que ya están familiarizados con ella –comienza a hablar Kudou Michiya, entrenador de la selección–, pero se la voy a presentar otra vez. Esta es mi hija, Fuyuka. Nos acompañará como gerente a partir de ahora.

     —¿Gerente? –cuestiona Endou por todos en voz alta.

     —Soy Kudou Fuyuka –se presenta la chica–. Es un placer conocerlos a todos. Nunca he sido una gerente, así que no estoy segura si podré hacer un buen trabajo...

     —¡Vas a hacerlo muy bien! –le anima el capitán rápidamente– ¡Si tienes alguna duda, me puedes preguntar en cualquier momento!

     —Muchas gracias Mamoru-kun.

     —¿Te acuerdas entonces?

     —En realidad, no me acuerdo de nada, pero se siente muy natural llamarte así –comenta animada pero rápidamente parece cambiar a una actitud más bien arrepentida–. ¿Te parece bien?

     —¡Por supuesto que sí! Es un placer contar contigo, Fuyuppe.


     Una vez terminada su pequeña charla, Fuyuka retrocede hasta colocarse junto a Megane; mientras que Endou vuelve a formar junto a sus compañeros. Todos esperando pacientemente a que empiece su discurso el entrenador.


     —A partir de aquí, vamos a practicar para las eliminatorias de Asia. Pero antes de eso, les voy a decir por adelantado que ustedes no tienen ninguna oportunidad contra el mundo en su estado actual –todos ahogan una exclamación y le miran sorprendidos, pero él no se detiene por ello–. He recibido instrucciones para entrenarlos y llevarlos a la cima, por esa razón, ella me ayudará.

     —¿Ella? –el entrenador Kudou gira su cabeza para mirar por sobre su hombro, pasando totalmente por alto la pregunta hecha por un desconfiado Kidou.

     —¿Tienes todos los datos necesarios?

     —Hai, Kudou-kantoku –responde una voz femenina bajando por entre las gradas situadas detrás del seleccionador y parándose a la derecha de este.


     Se trata de una joven, no mucho mayor que ellos; es de tez pálida; con grandes y profundos ojos turquesa; una extensa mata de cabello azabache perfectamente recogido en una elegante trenza de raíz detrás de su cabeza; y un flequillo lateral sobre su lado derecho que posee un único mechón blanco que destaca sobre el resto.

     Viste un uniforme demasiado similar al del resto de Inazuma Japón, pero con la peculiaridad de que su pantalón pasa a ser negro en lugar de blanco y sobre su antebrazo izquierdo descansa un portapapeles abierto, el cual está siendo mostrado al entrenador para su analisis.


     —Ehh, tú eres... –comienza a hablar el capitán antes de verse interrumpido.

     —¿Qué estás haciendo tú aquí? –espeta una voz con notorio desprecio, y con sorpresa, para nada disimulada, todos voltean hacia su dirección.

     —Me alegra volver a verte, Akio –le responde ella, sin verse afectada.

     —No eres bien recibida aquí –se le acerca ignorando sus palabras–, así que ya puedes lárgate–se cruza de brazos–. Porque eso se te da de lujo, ¿no es así?

     —Quieres ser el más fuerte, ¿verdad? –lo enfrenta neutra– Pues bien, como ha indicado Kudou-san, actualmente, este equipo no posee el nivel necesario para enfrentarse al resto mundo, y por muy fuerte que seas, nunca podrás ganar a once jugadores tú solo. Si deseas una mínima oportunidad de victoria, me necesitas –gira su cabeza hacia el resto.

Saudade | Inazuma ElevenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora