Capítulo 2

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Con los cabellos rubios pegados a su frente y una pequeña capa de sudor cubriendo esta misma, Niall abrió los ojos de golpe para volverlos a cerrar cuando la luz solar encandilo su mirada. Se tiró sobre la almohada nuevamente y soltaba un gruñido, otro día más.

Sabía que no podía continuar así, simplemente lo haría perder la cabeza pero es que dolía tanto que se preguntaba, ¿cuánto más?

¿Cuánto tiempo más debía de pasar hasta que pudiera superar a Malik? ¿Cuánto tiempo más debía de esperar hasta dejar de sentirse como un muerto vivo? ¿Cuánto tiempo uno necesita para sanar? ¿Cuándo podría recordar esas pequeñas cosas que lo hacen llorar, sin tener que llorar?

Niall no podía seguir más así, no podía seguir dejar pasar el tiempo esperando a ver en qué momento su corazón dejaría de doler.

Tenía que hacer algo ya, ya antes de que la agonía del dolor lo terminara hundiendo en la depresión.

Se quitó las cobijas de encima y con un rápido vistazo al despertador que tenía en la mesita de su cama, marcaba las 6 de la mañana con números rojos. Entrecerró los ojos y frotándose la frente, se puso de pie.

Perezosamente se metió a la ducha mientras comenzaba a despertar, aunque no deseaba despertar porque eso indicaba otro día más donde el chico de cabello color azabache, ojos color caramelo, labios rosados llenos y una perfecta simetría en su cara, iba estar todo el tiempo en sus pensamientos.

Ugh. Niall no quería eso.

Pero era inevitable.

Zayn había dominado sus pensamientos durante dos años y medio, era obvio que no iba a ser tan fácil deshacerse de él, inclusive le tomaría más que dos años para hacerlo. Y eso le daba miedo.

¿Podría sobrevivir dos años para superar a Zayn? Si es que no más...

Se talló la cara intentando despejar esos pensamientos, ¿ven? Siempre de alguna manera terminaba pensando en Zayn, las malditas veinticuatro horas del día por los siete estúpidos días de la semana.

Se despertaba pensando en Zayn, se duchaba pensando en Zayn, desayunaba pensando en Zayn, 'estudiaba' pensando en Zayn, comía pensando en Zayn, lloraba por Zayn, dormía pensando en Zayn. Y el ciclo se repetía todos los días.

Estaba cansado.

Soltó un suspiro agotador cuando se dio cuenta que ya estaba moviendo sus pies hacia el edificio de su escuela, otro día más.

Qué asco.

Se tiró sobre su frio asiento mientras su mochila caía en un ruido sordo sobre el suelo, escuchando sin poner atención el murmullo de sus compañeros que estaban extasiados por contarse al otro lo que paso de sus vidas en esas pocas horas que no se habían visto el día anterior. Por favor, ni que no pudieran vivir sin el otro. Pensó y se rió ante su propia ironía, Que hipócrita eres, Niall. Porque ciertamente tú no puedes vivir sin Zayn.

Zayn.

Le daba tanto coraje tener que pensar en él cuando sabía que el otro no pensaba si quiera en el rubio.

¿Por qué tenía que sufrir él? Simple, quien da más, sufre más.

"Hey, bebe." Escuchó una voz femenina en su dirección, alzó su mirada y se encontró con los ojos chocolate de su mejor amiga. Soltó una vaga sonrisa mientras alzaba sus cejas en un modo de saludo. "¿Cómo estás, cariño?" ella preguntó con dulzura inclinándose sobre el asiento del rubio, para besar su adorable y pálida mejilla.

"Igual." Dijo secamente.

"Niall..." suspiró, sentándose delante de él, con una mira de desaprobación.

Brain Color: Una mente sin recuerdosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora