Bon Appétit [Doushino] (R+18)

Parte única

Porque soy todo lo que quieres.

Todo lo que puedes tener.

Me tienes esparcida como un buffet.

Buen provecho, bebé.

-Tu maldito.- Shinobu miraba furiosa a Douma.

El demonio de ojos arcoíris alzó la mirada, de su boca chorreaba sangre, sangre que provenía del pecho descuartizado de una mujer, o lo que quedaba de ella.

Más cuerpos sin vida y con falta de extremidades se extendían por la sala con un lago hecho completamente de sangre.

-Bonita noche, la luna está preciosa querida. ¿Puedo ayudarte en alg-?- Saludó como si nada el de largos cabellos platinados mientras se relamía la sangre que chorreaba de sus labios.

Antes de poder decir una palabra más, una katana le atravesó el ojo izquierdo y delante suyo se encontraba la culpable, aquella preciosa señorita que había entrado en su habitación.

-¡Eres un hijo de puta! ¡Mataste a mi hermana!¡¿Acaso te olvidaste de este haori?!- Gritaba la cazademonios desesperada sujetando en su mano libre una parte de su haori blanco con líneas negras y bordes verde y rosa, imitando el color de una mariposa, igual que las mangas amplias de este que imitaban las alas de las mismas.

-Ohh, te refieres a esa hermosa florecilla. Ahora si me acuerdo. Usaba la respiración de las flores.- Hablaba tranquilamente el demonio mientras se quitaba la katana del ojo y la mismo caía al suelo junto a su ojo. -¿Cómo se llamaba?- Preguntó al aire y se puso sus abanicos dorados en la boca.

Con el dedo índice de la mano derecha, el demonio se penetró la cien derecha mientras el ojo se deshacía en el suelo y se rehacía en donde debería estar, dejando ver los kanjis "Segunda Luna Superior".

Luego sonrió y con la mano izquierda sujetó sus abanicos dorados y la katana de la mujer. -¡Ya me acuerdo! Su nombre era Kanae, ¿no? Olía deliciosa, como tú. Me hubiera encantado comermela, pero salió el sol y no me dió tiempo a llevármela. Dime bonita, ¿cuál es tu nombre? ¿También usas la respiración de las flores?-

Los ojos morados de la cazadora se cristalizaron al recordar a su hermana y sin poder evitarlo cayó de rodillas delante del demonio rompiendo en llanto.

Esas chicas muertas, la muerte de su hermana, la de su compañero de la Respiración de la Llama, de quienes no se encontró cuerpo, la desaparición de su compañero de la Respiración del Sonido, la desaparición de su Patrón, el noviazgo de su hermana menor con el cazador pelirrojo y la mudanza de la misma una semana atrás. Era demasiado.

-Ohh~ Pobrecita~- El demonio de ojos arcoíris se acercó a la cazadora y acarició sus cabellos negros con terminaciones moradas. -Estás sufriendo~ Déjame ayudarte~ Puedo llevarte al paraíso eterno. ¿Te gustaría estar con tu hermana? Podrás estarlo dentro de mí~-

-Yo... Shinobu Kocho... Pilar del Insecto... Me entrego a ti, Segunda Luna Demoníaca Superior.- Shinobu sabía que moriría ese día, así que tal vez si moría a manos del asesino de su hermana podría renacer junto a ella en la próxima vida. Tal vez en la próxima vida vuelvan a ser hermanas, tal vez en la próxima vida los demonios no existirían, tal vez en la próxima vida, podrían ser felices con sus padres nuevamente.

No quería que sea un tal vez. Quería que sea un si. Por eso decidió morir de la misma forma que su hermana, a manos de aquél maldito demonio.