5 - Cuentos para sanarnos

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Nota de autora:

Por favor, si  están pasando por un momento difícil, olviden esta historia, no la lean y sigan con historias más alegres. Prioricen su salud mental y sigan de paso porque no vienen cosas bonitas. 

Esta historia lleva muchos de los pensamientos intrusivos nada sanos que he experimentado y escribí esta historia como un escape a esa parte de mi que se rindió hace mucho tiempo, así que por favor, si no estas en un buen momento, pasa de lado y busca algo que te llene el corazón de felicidad.  

En serio, por favor, los capítulos que vienen no son dulces y tocaran temas sensibles como el suicidio. 

*** Por su bien, están advertidos***

"—Los días felices no duran para siempre

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"—Los días felices no duran para siempre.

Un Harry, de doce años, giro su cara para ver a su madre, estaban en el jardín arreglando su rosal y su madre había soltado esa frase de la nada. Su mirada estaba perdida en la lejanía de su casa; su ojos verdes demostraba el anhelo de algo que Harry no sabía que era, pero que claramente no era algo que estuviera aquí con él.

—Madre, ¿Porque no tengo un hermano?  -preguntó con inocencia, pensando en la fecha en la que estaban, eran principios de verano y la melancolía de su madre, siempre emergía más en esa estación. 

Harry, había escuchado un rumor hace no mucho, sobre la incapacidad de su madre de concebir más hijos, y la insana curiosidad con la que siempre luchaba, había ganado la batalla sobre ese tema; Harry no lo iba a preguntar, pero las palabras salen más rápido de su boca cuando la curiosidad es muy grande en él. 

La sonrisa forzada de su madre, fue prueba irrefutable de que los rumores eran ciertos, en un momento en donde su madre encontró la mirada del menor, este sintió un tirón  y un agarre firme en su cabello, pero las dulces palabras de su madre contradecían cualquier acto violento que estuviera ejerciendo contra él en ese momento.

—Mi pequeño pajarito. -le susurro, haciendo más fuerte el agarre de su cabello-.Te he dicho muchas veces que no es correcto que hagas preguntas estúpidas. Un omega no puede  parecer tonto ante una sociedad llena de alfas. 

—Perdón madre. -le respondió Harry, soltando unas pequeñas lagrimas ante el dolor que el agarre de su madre ejercía. La mujer le sonrió con tranquilidad y soltó su cabello, luego, empezó a acomodarlo nuevamente, como si nada hubiera pasado. 

—Mi lindo cachorrito, no hay nada que perdonar. Todo estará bien mientras tomes tu medicamento. Sigues tomando tu medicamento correctamente, ¿Verdad?

—Lo hago, madre. -mintió el menor, pues no le gustaba muchos esas supuesta vitaminas que el doctor le estaba recetando, le hacían sentir mucho dolor en su vientre y se sentía casado casi todo el día; a pesar de haberle dicho esto a su madre, ella siempre lo obligaba a tomárselas, incluso a tomar el doble si es que se saltaba alguna, Harry aprendió a esconder la medicina bajo su lengua cuando su madre estaba presente al momento de ingerirlas.

Prometo siempre amarte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora