BETTER THAN REVENGE, Vance Hopper (terminada)

problems.

La mayoría de los adolescentes no se llevan bien con sus padres, Sidney no es la excepción y no lo será a lo largo de la historia.
Ese es un cliché que se da mucho pero a quien queremos engañar, eso no pasará.

Desde muy pequeña busco la aprobación de sus padres, la cual nunca obtuvo.
A los once se dio cuenta de la cruda realidad, sus padres no la quería ni a su hermano. A los doce comenzó a vivir como se le daba la gana, salía con sus amigas y no se preocupaba por sus padres y que nunca estaban. Para ellos solo bastaba dejarles una tarjeta llena de dinero y comida en la despensa para estar tranquilos.

Ustedes se preguntarán, ¿a que se dedican los Weller? Por que para estar tan podridos en dinero deben de tener un trabajo genial. Pues lo tienen, ambos son abogados en el mejor bufete de estados unidos, ambos se conocieron ahí y se "enamoraron." A decir verdad solo fue un matrimonio por conveniencia de parte de ambas familias.

Era sábado por la mañana y como algo qué pasa una vez al año los Weller estaban en casa, tenía esta tradición de pasar todo el fin de semana con sus hijos pero a quien engañan se la pasan en sus despachos y rara vez conviven con ellos.

Habían pasado dos semanas desde que Sidney y Vance eran novios, si lo habían echo oficial, pero no con una pedida o así. Simplemente cuando volvieron al mirador ella dijo, "Ahora solo novios, cierto?" el asintió y se besaron. No querían hacer la cursilería de unas rosas y regalos así que lo hicieron más fácil.

—Sidney...¿en que tanto piensas? —preguntó su madre mientras bebía jugo.

—Nada. —negó. —Llegaré tarde hoy. —aviso mientras dejaba el plato en el fregadero.

—¿A donde iras? —preguntó de nuevo.

—Seguro a la casa de su noviesito. —se burló su hermano mientras entraba a la cocina.

Sidney rodó los ojos. —¿Desde cuando tienes novio? —dijo la madre confundida.

—Desde que nací mamá. —dijo sarcástica. —Vuelvo en la noche, ya llegaron por mi. —señaló la ventana, la motocicleta de Vance ya estaba ahí.

Salió de la casa y corrió hasta su novio. —Hola. —saludo con una sonrisa.

—¿Y es sonrisa? —preguntó el. No era tan común que Sidney sonriera, bueno no todo el tiempo.

—Mis papás están en casa y me salvaste de pasar la tarde ahí con ellos. —sujetó sus mejillas y besó sus labios.

—Te salvare todos los días si sigues besándome.

—No tienes que salvarme para eso. —rió ella, Vance le pasó el casco y se subió atrás de el. —¿Algún día me dejarás conducir? —preguntó antes de arrancar.

—Algún día. —asintió el.

Condujeron hasta llegar a "Ellison" Vance quería jugar pinball y Sidney no se negó.