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Nunca pensé sentir algo por tí, éramos tan diferentes...

Tú venías de un lugar peligroso, todos decían que de tí no se esperaban nada más que violencia y traición, que tú eras un desquiciado, lo peor...

Que nadie sería capaz de hacerte cambiar.

Pero todos se sorprendieron cuando supieron que mantenías una relación con Blue, hasta Yo me sorprendí.

Pensé, que talvez tú y yo podríamos tener algo, pero las posibilidades cada vez eran menos, hasta que pensé que eran nulas.
Pensé que no sentías nada por mí, y decidí callar, decidí no declarar mi amor en ningún momento, talvez tú ya eras feliz con quién habías escogido, y yo no debía interrumpir en tu felicidad.

No fué hasta el día que llegaste a mi hogar, con lágrimas en los ojos, y me rodeaste con tus cálidos brazos, las lágrimas bajaban por tus ojos y manchaban mi ropa...
Te consolé con cariño y comprensión, todos pensaban que jamás responderías de la misma manera, pero que equivocados estaban...

Fuiste de lo más dulce, pude sentir ese ... Ese cariño que tenías hacia mí, me hacías sentir emocionado, me hacías sentir único.
Quería que ese sentimiento jamás parará.

Me platicaste tus problemas, ahí entendí todo. Nunca fuiste felíz con él, simplemente era conveniencia... Entiendo lo que hiciste, tu vida dependía de ello, no puedo juzgarte, no puedo juzgar a una carita tan tierna...

Desde ese entonces, nuestros encuentros para pasar el rato y tomar catsup se hicieron cada vez más frecuentes y duraderos, lo que empezó como cada viernes a las 3, se convirtió en 4 días a la semana que venías a visitarme.

Obviamente, eso le pareció raro a Blue, pero decidió no hacernos caso, talvez pensó que era porque de verdad estabas mejorando, y así era, de verdad estabas mejorando, y mucho.
Todo iba mejor para nosotros dos, solo esperaba el momento en el cual me dijeras que habías terminado con blue, el momento en el cual podíamos tener una familia, tú, Rocky y yo.

No sabes lo felíz que me haces, lo felíz que me hace sentir tus caricias en mi rostro y mi espalda, tus palabras llenas de amor y poesía, tus miradas tan cálidas y llenas de palabras que no pudiste decirme en el momento, pero yo podía sentir todo lo que querías decir, me hiciste sentir de una manera única, me hiciste ver qué era realmente el amor.

No creía mucho en lo que me decía mi hermano Papyrus sobre el amor, pensaba que eso no era para mí, que no iba con mi estilo flojo, pero tú me hiciste cambiar, para bien, y eso hasta mi hermano lo sabe.

Te amo, eres de verdad, el amor de mi vida.

<3

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Su mente recordaba cada una de las palabras que había escrito en una carta, una carta que solía entregarle a Dust cada que se veían, cada una con palabras más dulces que la otra, cada una expresando de manera cada vez más intensa y romántica el amor que sentía por el de pupilas bicolor, halagos sobre su hermoso cuerpo y sobre su hermoso rostro, su excelente voz y su mirada tan embriagante.
Era adicto a él,  no podía pensar en un futuro sin él, era el amor de su vida.

– ¡¡MIERDA!! ¡¿SIQUIERA ME ESTÁS ESCUCHANDO!? –
Le gritó su actual pareja, su prometido, alguien con quién solo había aceptado salir por presión social por parte de los amigos de este, una amenaza cruel.

–Te estoy escuchando...–
Respondió de manera tranquila, aunque estaba totalmente harto de su comportamiento, no era ni un poco parecido al de cuencas bicolor, no era lo que quería...

– ¡Pues parece que no, piensas más en ese estúpido esquizofrénico que en mí! ¡Le llevas regalos, pasas más tiempo con él, te ríes con él, estoy harto!–
Le gritoneaba a su prometido mientras observaba cómo alimentaba a Rocky.

– ¿No puedo tener amigos? –
Preguntó, mientras miraba de reojo a su pareja, terminando de agitar el recipiente que mantenía adentro las chispitas, dejando una cantidad buena de chispitas encima de Rocky.

– ¡No, no puedes! ¡Parece que ni siquiera te importo! Tú eres mío, quiero que te acuerdes de eso cada vez que me veas, cada vez que me escuches y cada vez que me sientas, tienes que comprender que estás CONMIGO, no con ese bastardo.–
Dijo de manera seria, mientras se acercaba al cuerpo ajeno para poder darle la vuelta bruscamente y hacer que lo mire, su mirada no expresaba cariño, expresaba posesión y autoridad... Parecía que el amor se había esfumado en cuanto empezaron una relación.

Y de nuevo, una discusión empezó.

Odiaba sentirlo, odiaba verlo, y odiaba escucharlo, no quería tenerlo cerca, no quería tener relaciones o siquiera tocarlo, al único al que hubiera querido tocar tanto como pudiese, era a Dust...
Era el único dueño de su corazón, el único que llegó a hacerlo sentir completamente vivo.
El sentimiento de soledad y enojo abundaba cuando él no estaba, odiaba no poder tenerlo en sus brazos o siquiera poder verlo todos los días, odiaba ver cómo era obligado a darse muestras de afecto públicas con un tipo al que ni siquiera amaba, odiaba ver lo infeliz que era.

Ambos vivían en una relación que no estaba para nada bien, ambos se sentían horriblemente mal con la relación que tenían, ¿Por qué mierda había aceptado ser el prometido de Fell? Sabía que su actitud era una mierda, pero no creía saber que fuera a tal extremo, el extremo de hacerlo completamente infeliz.

Una relación donde no importaba el cariño, si no el contacto sexual y el único interés en Fell.
Los celos de Fell lo tenían completamente hasta el límite, no podía soportar un día más con ese maniático, lo odiaba más que a nadie, pero tenía que estar con él.

Había hecho a la fuerza un trato con aquel grupo problemático, Fell habían hecho que hicieran aquello, todo para quedarse única y exclusivamente con él.

Era, o acabar con su universo, o ser el prometido de Fell.

...

¿Solo somos amantes?... /Classicdust.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora