Capitulo 1

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Otra vez.
Ya no tenía aquella confianza y ni mucho menos las ganas de seguir, se encontraba delante de mi y el cuarto principal llenas de rosas rojas, tan delicadas y bellas, una sonrisa se plantó en sus labios, quizás si no fuera él y todo fuera diferente, tenía unas grandes cajas de terciopelo en sima de la cama y en sus manos una pequeña la cual la abrió para mi.

Un anillo?
Era lógico, no le bastaba con tener mi cuerpo también quería lo único a lo que no podía obligarme, a casarme.

- Cariño no te sorprendas - intentó colocarme el aniño pero di un paso hacia atrás - ALANÍS ESTOY TRATANDO DE HACER LAS MALDITAS PASES CONTIGO..

La cajita que estaba en sus manos fue arrojada con violencia hacia el piso, este era el hombre que prefería ni ver, sonrió y lo vi alejarse mientras tiraba todo al piso logre ver cómo rompía asta las lámparas.

- ERES UNA MALDITA PERRA - aquel grito me alarmo, solo no quería que mi hija que estaba al otro lado se despertada por sus gritos - Solo quiero celebrar nuestro 6 años juntos.

- nunca estuvimos juntos - lo vi tensarse, pero ya lo conocía, no podía dejar que otra vez intentara tocarme, no con esas manos asquerosas - Nunca fui tú ya, tú solo tomaste mi cuerpo sin permiso y me mantienes aquí sin mi perm...

Sentí como sus manos frías abofeteaban mi rostro, y logre sentir como sangre salía de mi labio inferior, y con un empujón me tiro al piso y solo me quedaba esperar, a que aquel hombre me tomara por la fuerza.

- vez lo que me haces hacer? - se movió de un lado para otro, y vi cómo se quitaba el saco y remangaba su camisa blanca - tu y tu maldita boca no pueden aceptar que esta es tu vida.

El sonido de la puerta siendo abierta, mi hizo girar la cabeza, y logre ver a mi pequeña caminando hacia mi, sus pequeñas manos temblaban y solo tenía 5 años, su melena rubia se encontraba esparcida en toda su cara y así así hice lo posible para sonreír.

- Mami tenngo miedoo
Mi corazón se hizo una bolita en mi pecho, pero si yo no podría salir de esta miseria como lo haría ella.

- Princesa ve a tu cuarto tu madre y yo solo estamos hablando.

Los pequeños ojos de mi hija me vieron, pero solo asintió al pedido del hombre que la engendró. Me levante del piso y cuando logre ver que la niña no se encontraba en el cuarto, salí detrás de ella.

Quizás ese era su único punto débil, su hija.

Logre escuchar cómo destrozaba el cuarto pero aún así solo me importaba una persona mi pequeña.

Camine hacia su habitación y la vi acurrucada entre sus sábanas, nunca pensé lograr esto sin ella.

- Mami!!!
Una sonrisa se formó y salió de mis labios y abracé a mi hija como si fuera el último momento, su mano pequeña toco mi labio y aunque dolía solo me quedaba sonreír.

- otra ves tu leal caballera logro acabar con el monstruo - Una sonrisa dulce salió de sus labios y mientras acariciaba su cabello logró quedarse dormida.

No dormí esa noche porque aún así sabía lo lunático que podía ser el hombre de la otra avitacion.

Mi pequeño brillo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora