Capitulo 2

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Que día era no estaba segura, hace más de un año que perdí la noción del tiempo, solo lo sabía cuando Egil deseaba recordarme los años que llevo aquí encerrada por su culpa.

Unas pequeñas manos sostienen mi brazo y siento como lo mueve de un lado a otro y una sonrisa adolorida sale de mis labios. Mi pequeña Laia sonreía.

- Mami  buenos días.
Bese  su frente dulce mente y me encamine para ayudarla a bañarse y a vestirse, luego de la  ducha le puse un vestido azul y trence su cabello en dos hermosas trenzas, para luego colocarle sus pequeñas alas de juguetes.

- tengo a la Ada más hermosa del planeta - Sostuve a mi hija entre mis brazos y dábamos vueltas por toda su habitación, las mañanas era mi único tiempo de no tener que ver la cara de aquel hombre, pasaba todos sus mañanas metidos en el trabajo, no hablábamos de cualquier hombre, si no el hombre más rico en Francia.
Caminamos en conjunto hacia la cocina y luego de desayunar, mientras las empleadas observaban que no intentara escapar o tomar algún cuchillo aunque cara unas de las gavetas se encontraba serrada con llaves.

- Señora - la vos de la fiel ama de llaves de Egil interrumpió mi salida hacia el patio mientras sostenía un teléfono en sus manos - El señor Egil desea hablar con usted.

Me pasó el teléfono al cual no negué en tomar y vi como la señora se mantiene  alerta mientras que mi hija salía corriendo a jugar al patio.

- Cariño - su voz, era lo más asqueroso que avía escuchado en toda mi vida - hoy llevaré a unos invitados porque no te pones  algo lindo y preparas los preparativos para la cena?

Suspire, invitados, algunas veces invitaba a sus socios unos descarados igual que él o asta peor.
- Quieres que me tape los moretones que me dejaste?

Escucho un suspiro a la otra línea y juraría que no me grita porque debe estar con gente cerca.

- a si  es cariño y también quiero que uses algo lindo.
Una mueca salió de mis labios y si tan solo fuera yo la del poder lo mataría.

- Véte a la mierda.
- yo  tan bien te amo...

Le di el teléfono a la vieja esta, y vi como salió de la sala, este si era una cárcel llena de personas solo para vigilarme.

Camine en dirección atrás y logre ver a mi hija en su pequeña bicicleta jugando, luego de verme la dejo de lado y corrió hacia donde mi, los guardias se encontraban vigilando cada lado de la casa y estaba segura que avían más que la última vez.

- amor - bese  su frente y tome su mano para caminar hacia adentro, ninguno de ellos me daba confianza, desde que llegue aquí a la fuerza siempre están hay, intente escapar algunas veces y aquello sólo empeoraba la seguridad, y las golpizas de cada intento cara unas dolía más - vamos a jugar a dentro y podemos hacer galletas si quieres.

- Siiiiii
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La hermosa niña que tenía por hija se encontraba durmiendo como era de costumbre, así que me tome mi tiempo para ocultar cara moretón que avía en mi cuerpo, el maquillaje no quitaba algunas zonas pero con un vestido cubriendo todo mi cuerpo podría disimularlo.

Era azul un azul tan  tierno y discreto, dije mi cabello rizo suelto ocultado así los moretones del cuello, puse unas zapatillas bajitas, el maquillaje era discreto pero ocultaba muy bien algunos de los golpes más visibles.

- Mami...
La vos dulce de mi hija me saco de mis tareas.
Quizás no era la madre que ella merecía, sin duda merecía una madre fuerte que pudiera lidiar con esto, pero yo no sobria que hacer para cambiar mi futuro.
La sonrisa de mi niña me saco de mis pensamiento y la ayude a ponerse de pie.

- cariño vamos a alistarte, tenemos que intentar ser discretas hoy.
La vi asentir con la cabeza, era sin duda una niña muy inteligente, le dejé el mismo vestido azul y solo ordene su cabello y le quite las alas

Solo debía aguantar un poco más, tendría que escapar, yo tengo que encontrar el momento específico, no sé qué haré peor algún día lograré escapar.

El sonido de la puerta de la habitación me saco en si logre ver a Egil entrando, lucia como siempre el cabello negro y unos de esos trajes negros.

- vamos, será mejor que te mantengas callada no espero menos de mi futura esposa.

Esposa..... de verdad creía que me iba a casar con el, sabía lo que significaba eso y no esperaba darle ese derecho el no me decía eso.
Tome a mi hija se la mano y el tomo su otra mano y nos encontrábamos bajando por las escaleras, logre ver a 4 personas en total, dls hombres una mujer y un niño, sería tan diferente si mi vida fuera otra si no fuera una escalaba más, mi hija sostuvo con fuerza mi mano y solo pude dedicarle una sonrisa.

- el presentó a mi querida esposa Alanís y a mi hija Laia

Solo sonríe....
Una sonrisa dulce salió de mis labios y pude ver mejor las caras de cada uno.

- el placer es nuestro - un hombre sostuvo mi mano - Soy Emanuel y él es mi hermano Patrick y su esposa Laura y mi pequeño sobrino Luis.

Solté su mano y logre sentarme en la mesa, era una familia dulce y amable logre ver cómo el niño era dulce y educado, hablaba sobre las esculturas de algún museo de Francia y le preguntaba a mi pequeña si avía ido, pero como decirle que ella nunca avía salido de estas cuatros paderes.

- Laia cariño porque no vienes y te sientas conmigo - mi hija me overecio y como si de una madioneta se tratada camino hacia donde mi pero por acidente termino llevandose de por medio unos basos de la mesa, la escucche llorar y me levante del aciento, su vestido estaba mojado y sus mejillas enpapadas de lagrimas - esta bien cariño no llores.

Sé que sus lágrimas con mis manos pero solo logre escuchar su sollozos. El caballero que se avía presentado como Emanuel se levantó y tomo uno de los paños y se agachó para ayudarme.

- está bien guapa no pasa nada - la animo, vi como Egil se disculpaba con los invitado y por accidente mi mano rozó con la mano del invitado, joder no...
Logre ver a Egil y estaba segura que esto me costaría más de lo que debía. Sostuve a mi hija y me puse de pie y le sostuve la mano, solo quedaba escapar.

- si me disculpan mi hija no se encuentra bien la llevaré a cambiarse.
Logre ver cómo algunos decían que si con la cabeza y como la unas de las dos muchachas que estaban hoy en en la limpieza limpiaba los cristales y el líquido que se avía derramado en el piso. Pero no venía el detrás de mi eso era un alivio, camine de prisa con mi hija por las escaleras y cuando estaba en la puerta de la acotación de la nena sentí su mano, esa mano que tanto odio y rencor le tenía.

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Es pero que les guste ....

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⏰ Última actualización: Jun 11, 2023 ⏰

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