¿Amigas o Enemigas? (Harry Styles Fanfic)

Capitulo 2

Desperté por la tonta alarma que puse para poder levantarme. Soy algo floja cuando debo salir de la cama. Estuve mirando el techo unos minutos. Estaba pensando, recordando los buenos tiempos. Las grandes cosas que pase aquí con Jane y más amigas. Tantas experiencias y anécdotas que contar.

Bueno ya es hora de levantarse. Con pereza me senté en la cama y puse un pie fuera de ella y seguido el otro, estaba de pie pero antes de hacer cualquier otra cosa, recorrí la habitación con la mirada. Vi el desastre que dejamos la noche anterior, todo desordenado y fuera de lugar. Jane aun seguía dormida, ella suele levantarse al mismo tiempo que yo, tal vez esta cansada. Luego de ver la habitación, fui hacia las duchas a asearme como todos los días.

A cabo de treinta minutos, yo ya estaba lista, cambiada, peinada y con un poco de maquillaje. Todo ya estaba listo, mis maletas, boletos para el tren, papeles importantes y sobre todo el dinero que he ahorrado todo mi vida. Jane aun seguía dormida, ya eran las nueve y quince. Debíamos ir a desayunar así que, fui hacia ella y la moví.

- Jane- susurre- Jane despierta.... Jane-seguía susurrando y moviéndola.

- Mmm cinco minutos más- me dio la espalda y siguió durmiendo.

- Jane te despiertas ahora o te despiertas ahora, a menos que quieras quedarte sin desayuno- dije moviéndola y ahora hablando con voz más alta.

- Pero... Madison- bostezó, la mire fijamente para que me haga caso- Esta bien, ya voy.

- Genial, te espero en el comedor- dicho eso salí de la habitación para ir a comer.

Llegue y busque una mesa, encontré una alta para dos personas. Fui hacia allá y espere a Jane como cinco minutos. Al verla llegar, nos sentamos y comimos tranquilas. Nuestro último desayuno juntas. En pocas horas ya me iría, estaba muy nerviosa. ¿Que haría una chica como yo en la gran ciudad? ¿Que haría yo en Manhattan? No lo se. Lo único que sé es que cumpliré mis sueños.

Terminamos de desayunar, nos dirigimos hacia la habitación para recoger mis cosas y llevarlas a la sala principal. Ahí me despediría de todas. Jane me acompaño en todo el trayecto, como la extrañaría. Ella estaba un poco rara hoy, será porque me voy. Si tal vez sea eso. Luego de terminar de colocar todas mis cosas en la sala principal fui a despedirme de todas las personas. De las monjas y de algunas amigas más. Me desearon muchísima suerte y éxitos. Después de una hora de despedidas, llego el momento de irme. Ya había llegado el taxi que me llevaría hasta la estación. Salí de la sala junto con Jane y nos quedamos ahí paradas mientras el taxista nos saludaba para luego ir a meter mis maletas al auto. Ella y yo nos miramos y nos dimos un gran abrazo.

- Adiós Jane- dije con tristeza- siempre serás mi mejor amiga, no lo olvides- la abrace más fuerte.

- Tu también siempre serás mi mejor amiga, te extrañare- me soltó, nos dimos una última mirada y subí al auto- adiós querida amiga- escuche antes de que el taxi arrancará.

Y así fue como me aleje poco a poco del orfanato, viendo como Jane sonreía con nostalgia y diciéndome adiós con las manos, así duró unos segundos hasta que ya no la vi más.

El recorrido hasta la estación era 15 minutos así que tenía que esperar a llegar. No sabia que hacer, así que juegue con mi celular. Al llegar, baje con todas mis cosas y entre. Tenía que dirigirme hasta mi puerta de embarque, ya faltaba poco para que salga el tren. Vi en las pantallas para saber en donde tenia que esperarlo, "puerta 4". No estaba tan lejos, llegue hasta ahí, entre en el tren y acomode mis maletas en la parte de arriba de los asientos. Tome asiento, lista para ya irme. Mire por la ventana, viendo como la gente se apresuraba por subir ya que el tren estaba apunto de salir. Un señor se acerco a mi para pedirme mi boleto y se lo entregue. El asiento que estaba a mi costado estaba vacío así que supuse que nadie vendría junto a mi. Dos minutos después sentí como se movía, primero lento luego de unos segundos más rápido, mire por la ventana, viendo como me alejaba cada vez más de ese pueblo. Ahí fue cuando supe que ya no habría marcha atrás. Apoye mi cabeza contra la ventana, no tenía nada que hacer así que trate de agarrar sueño. Cerré los ojos y a cabo de unos minutos me quede dormida.