Capítulo tres

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|Acuarelas|

Alana miraba con curiosidad a las tres personas que estaban sentadas en su sillón. Sólo había invitado a Emma a su casa, pero junto con ella habian llegado sus tres hermanos —de los cuales dos de ellos se habían ido— y ahora aparentemente, el rubio había invitado a otra persona.

Pero eso no era lo más interesante, no claro que no.

—¿Ella también te hizo un dibujo? —preguntó Mikey, rompiendo el silencio que se había formado.

El más alto asintió con la cabeza, aquello hizo que Manjiro frunciera su ceño, y siguiera mirando la película que estaba viendo.

—¿Quieren pedir algo para comer? —preguntó Alana al notar que el incómodo silencio volvería.

Todos asintieron, por lo que ella se levantó de donde estaba y comenzó a caminar a la cocina para buscar el número de algún local que pudiera llevarles comida a esa hora.

Ahora que lo notaba, era bastante tarde, sería un milagro si encontraba algo abierto.

Mikey la siguió, seguramente para decirle que pida algo extra para él.

—¿Qué hacen aquí? —preguntó Draken.

~♡~

Estaba confundido, estaba en su casa, planchando ropa cuando su amigo le había llamado diciendo que tenía que ir a aquella dirección que le había mandado y que tenía que ser rápido.

Draken pensó que sabía sucedido algo, quizás a alguno de los hermanos Sano le había ocurrido algo, o quizás se había quedado sin bencina en la moto.

Pero no era nada de eso, de hecho, su confusión fue aún mayor al notar que Mikey le había llevado hasta un edificio, y su sorpresa fue aún más grande al saber que lo estaban esperando en el último piso.

Emma se hizo amiga de una weona. —fue todo lo que dijo.

Pero aquello no lo entendió, seguía sin saber que cresta estaba haciendo en ese lugar, tampoco estaba seguro de aquellas palabras, a Emma le costaba hacer amigas.

¡Kenchin! —gritó Manjiro cuando vio como su amigo había llegado a aquel ático.

Miró a su alrededor, el lugar era realmente grande, bastante espacioso y algo ordenando.

Aquí vive gente rica.

Pensó mientras seguía recorriendo la vista por el lugar.

¿Kenchin? —escuchó una suave voz femenina, una voz que se le hacia bastante conocida.

—Es un amigo. —escuchó decir a Emma.

Unos cuantos pasos se escucharon por todo el lugar, dos jóvenes se acercaban a ellos, Draken pudo observar a Emma, la cual sonreía igual que siempre, ella venía hablando con una muchacha, una joven de labios rojizos.

Aquella muchacha que él había conocido hace unos cuantos meses y que nunca volvió a ver.

Estaba diferente, recordaba con claridad que hace unos meses, ella tenía el cabello largo, quizás hasta la cintura, y ahora aquel cabello castaño apenas alcanzaba a rozar sus hombros. Su rostro seguía igual, sus ojos estaban decorados por un par de lentes, y sus labios seguían igual de rojos que la última vez.

RedLips |Ken Ryuguji|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora