No es algo que se sepa, de hecho, si le preguntaras a alguna persona los gustos del joven heredero de los Jiang probablemente te diría que no hay duda que solo le podrían gustar las cosas amargas, es una persona acerba por supuesto que le debe gustar algo tan áspero como su personalidad.
Tal vez necesitaba tener algo dulce en su vida, no importaba si solo la comida se lo podía dar.
Gotas
¿Importa? Ni tu familia sabe que te gustan
Ya se había acostumbrado a esa voz, era punzante pero muy silenciosa. Era cierto no conocía de otra forma lo dulce, ese saber se fue con sus cachorros.
Hasta que llego a Cloud Recess
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Era normal que los lideres de secta grandes y pequeños mandaran a sus herederos al territorio sobre las nubes, Gusu Lan, era tradición ya que era de conocimiento popular que era ahí donde se impartían las mejores clases sobre el cultivo.
Como heredero por supuesto que debía presentarse, estaba tenso, había oído lo suficiente sobre la numerosa cantidad de reglas escritas en un muro, temía que Wei Wuxian no se pudiera adaptar a eso, su hermano era una persona muy inquieta y un maestro en encontrar problemas.
Gotas
A él le darán indulgencia, tu pagaras sus problemas.
Por favor, que alguien la calle.
-ChengCheng ya llegamos- La voz de Wei Ying logro frenar el ardor del aguijón en su pecho.
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Presentaron sus respetos al líder de secta interino Lan Qiren, el se acerco a dar los presentes que traían.
-Bienvenidos a Gusu Lan, Secta Jiang, gracias por los presentes, joven Jiang- Que voz tan dulce.
Dulce si realmente dulce.
Ahí estaba el heredero Lan, el hermoso primer jade. Sintió la sangre recorrer sus mejillas, aparto la mirada de inmediato de la faz del hermoso hombre de la afable mirada, jamás había experimentado esto, había visto gente muy guapa en Yunmeng, pero él, él resplandecía.
No sabe que hacer, jamás tuvo una idea de como lidiar con este tipo de confitura, afortunadamente nadie se dio cuenta de lo que sucedía en sus arremolinadas aguas internas.
Sin embargo.
Cuando Qinghe Nie se presento, el honorable jade tomo personalmente los regalos de las manos de un sirviente y le dio una dulce sonrisa, el sirviente en cuestión era pequeño y bonito.
Llovizna
¿Enserio creíste que te miraría? ¿El sol mirando a la lama?
Espasmo, no siento el corazón, espasmo.
Si le gusta lo dulce, pero él es un alacrán que busca quitar su ponzoña con la miel.
