Subestimado (+18 Madagascar Fanfic)

Noche de sorpresas

🚨Advertencia contenido sensible: Referencia e intento de abuso sexual. Si eres sensible a éstos temas te sugiero leer con precaución. (Habrá otra alerta antes de la escena más fuerte)🚨

....

Una hora después de aquel feliz e intenso despertar, y luego de un buen desayuno cortesía de Gia, la cuál había ido a verlos hace ya rato para felicitar a sus tres amigos por su aniversario, entregándoles en el proceso la ración de los tres, además de un poco de pastel.. Alex, Vitaly y Marty se encontraban dentro de una tina metálica llena de agua caliente junto a un pequeño calentador, limpiando a profundidad su pelaje entre los tres, o al menos ése había sido el principal objetivo...

"Ahh... Marty... dioses.... ahh... " Alex gemía suavemente manteniendo su cara escondida en el pecho de Vitaly a quien abrazaba con fuerza, dejándose acariciar por ambos rayados con felicidad, sintiendo el brutal pero sensual ritmo que el enorme falo de su novio equino llevaba dentro suyo bajo el agua tibia haciendo salpicar el líquido por el borde de la tina, mientras que Vitaly gemía bajito abrazando a ambos contra sí mismo, sintiendo el pene del león penetrandolo al mismo ritmo que la cebra llevaba en ambos...

"Se ven tan sexys... con el pelaje mojado.... mi par de gatitos...." Les dice la cebra antes de dejar varios besos cariñosos en los hombros del león, asomándose por sobre su hombro para besar también el cuello del tigre, mientras ambos felinos sonreían con su comentario....

"Sería un crimen no decir lo mismo... de tí nuestro sexy semental... deberíamos hacer... ésto más seguido... se siente increíble... ahhh..." le dice Alex con tono suave volteando a verlo de reojo, gimiendo un poco más fuerte a la par que Vitaly al sentir como las embestidas de su novio aumentaban un poco de rudeza, indicando su próximo orgasmo...

"¡Marty...!" El rostro de la cebra muestra un pequeño sonrojo cuando sus dos felinos gimen su nombre a coro, justo en el momento que Vitaly liberó su orgasmo y Alex gracias a ésto acabó dentro suyo con un desgarrador gemido, Marty siguió moviéndose un poco más sintiendo como las paredes de Alex se apretaban alrededor de su pene, y luego de unos segundos también logró correrse abundantemente dentro del león con un pesado gemido...

"¿Están bien... corazones...?" Les pregunta Marty aún jadeando, viendo cómo ambos agitados felinos asienten...
Acariciando las caderas de Vitaly por debajo del agua, Alex se recuesta sobre el pecho del rayado con un suspiro para recuperar su respiración, mientras la cebra lo imita dejando varios besos en su espalda, escuchandolo ronronear a la par de Vitaly al sentir las caricias en su cuerpo, al mismo tiempo que el tigre sube sus brazos para acariciarlos a ellos, dejando un poco de agua caliente sobre sus hombros haciéndolos suspirar nuevamente con la sensación...

"Se escuchan tan lindos... Mi par de sexys gatitos..." murmura la cebra cerrando los ojos unos minutos, sintiendo la mano de Vitaly acariciando su espalda baja.

Cuando la respiración de los tres vuelve a la normalidad, y en el vagón, además del sonido del mismo, solo se escucha de vez en cuando el goteo del agua, el ronroneo de ambos felinos, y la suave y sensual música de fondo que Alex había dejado en volumen bajo, con una risita Vitaly vuelve a mover las caderas por su cuenta al sentir el miembro del león aún dentro suyo, provocandole un leve gemido a los tres al sentir el movimiento. Entendiendo, Alex y Marty le dedican una mirada pícara antes de acercarse a besarlo, la cebra nuevamente asomando su cabeza por encima del hombro de su león, al cual ve mirándolo con picardía por sobre éste.

"Pensé que quien no tenía límites era yo tigre caliente.... ¿realmente éste sensual culito rayado amaneció con hambre.... cierto grandote...?" le pregunta Alex con tono seductor acariciando su mentón con un dedo robando un pequeño suspiro de Vitaly, que con una sonrisa y una risita pícara asiente antes de liberar un sonoro gemido a la par que el león al sentir cómo Marty por toda contestación volvía a moverse, ligeramente más rudo que antes, guiando otra vez el ritmo de sus caderas en ambos haciendolos gemir alto.