La pesima fiesta

5 1 0
                                    

-Hace tres años-
Pov: Diane

Estaba muy emocionada, por fin Ry me había dado permiso para ir a aquella fiesta. Nunca me dejaba, aunque Jason no le importara que fuera. Supongo que Ry le comería la cabeza diciéndole que era una aguafiestas o algo por el estilo.
Aquella fiesta siempre la llamaron la primera y mejor fiesta del verano.
Se lo conté corriendo a mi madre y a Amber, las cuales me llevaron a comprar ropa para el acontecimiento. Finalmente, me compré unos tejanos marrones y una camiseta un poquito corta naranja. Me encantaba.
Después de eso fuimos a almorzar.
Cuando me fui a arreglar, le pedí a mi madre que me hiciera una trenza para así parecer más madura. Me lave los dientes muchas veces, para asegurarme de que no quedaba ningún resto de comida entre mis braquets. La verdad es que me gustaba el resultado final, ya que Amber, me dio un toque de maquillaje. Cuando era hora de la fiesta, es decir sobre las nueve de la noche, entre al coche junto con los chicos. Los dos estaban muy guapos, sentía que encajaba con ellos. Me subió la autoestima y me veía como una chica empoderada que iba a conquistar a todos los chicos de aquella fiesta.
Durante el trayecto, Ry no paraba de advertirme, que si le fastidiaba la fiesta, no estaría invitada a ninguna otra en la vida. Yo lo ignoré, no me iba a quitar mis ganas.

Cuando pasamos la puerta de Cristal, la música me rodeó. Pero lo que de verdad me envolvió, fue las miradas de la gente. Por primera vez en esta vida fui el centro de atención. No miraban a los chicos, solamente a mi, por lo menos la gran mayoría. Joshua se fue rápidamente al puesto de bebidas y Ry con unos colegas. Entonces me quedé allí, sola, sin nadie. Al principio, creí que las miradas eran de fascinación, pero a medida que me iba adentrando a la fiesta sabía que era todo lo contrario. Las chicas me miraban por encima del hombro parloteando entre ellas y riéndose por lo bajo. Se estaban riendo en mi cara.
Las analicé y me quede perpleja. Las chicas, tanto mayores que yo, de la misma edad y más pequeñas llevaban ropa minúscula, literalmente. Tops extremadamente corto, con escotes muy pronunciado conjuntado con unos pantalones cortos minúsculos o faldas casi de muñeca barbie.
Decidí salir a la parte trasera de la casa, al patio. Allí era todo mucho más tranquilo, al menos, la gente de allí estaba tan ocupados liándose que no se fijaban en mi.
Me descalce y metí mis pies en la piscina. Analice mis sentimientos. Me sentía ridícula, como el patito feo de la fiesta. Toda mi euforia anterior se había transformado en odio y tristeza. ¿Por que no podía ser como ellos? ¿Por que eran así conmigo si yo no les había hecho nada?
Entonces un chico delgado y rubio se sentó a mi lado
-hey, ¿estás bien?- dijo con ternura, como si le importara- yo simplemente asentí-

Nos llevamos un gran tiempo hablando y la verdad es que coincidimos en muchas cosas. Nos gustaban los libros the thriller y las películas de acción. Poco a poco vi como se aproximada. Tenia intención de besarme. No sabía como reaccionar a eso, a penas nos conocíamos y ya me quería besar. Quería apartarme, pero no podía, había una parte de mí que quería dejar de ser la única de mi grupo de amigos que no se hubiese besado. Quería que dejaran de llamarme monja de clausura, porque, literalmente me llamaban asín. Cuando estábamos a unos centímetros de rozar nuestros labios, una gran fuerza me empujó hacia delante. Caí en la piscina. Fue tan grande el empujón que llegué hasta el fondo de la piscina, y eso que estábamos en la parte onda de esta. Cuando salí a la superficie, deseé que me hubiese ahogado en el fondo del agua. Todo el mundo se reía y me grababan. Entonces el chico que me quería besar habló.
- ¿De verdad pensaste que te besaría? Si eres un cerdo-después se rió.
Entonces, más gente se acercaba y me decían cosas. Entre "puerca, bicho feo..." y también frases como "vete a tu granja, cerda" o "la nerd ha salido de su cueva"
Se sentía como en las películas que le tiran tomates a los actores de un teatro, pues igual, humillante. Deseaba morirme, deseaba ser guapa ante todo.
Entonces una cara conocida apareció de entre la multitud y se quedó pasmado. Era Ry, su cara representaba la humillación de la mia. No sabía que haría, si inventaría un mote nuevo o simplemente se quedaría parado observando la tragedia con una sonrisa de maldad. Pero no, antes que me diera cuenta, empezó a gritar.
-¿Que? ¿Os divertís?-dijo muy fuerte haciendo que todo el mundo dejara de decirme cosas y apuntarme con el móvil para pasar sus flashes hacia él- ¡Apagad los móviles!
Ahí salió el Ry que yo conocía, el que se defendía, daba igual como.
Cuando no le obedecieron, él se enfurecían aún más.
-¡Que apagues los putos móviles!- está vez si que lo hicieron.
Los flash desaparecían de mi vista hasta que el último se apagó. Respire muy hondo. Todos estaban en silencio y me miraban, o por lo menos lo intentaban, ya que estaba oscureciendo y apenas se veía algo.
Pude ver como Ry cogía una toalla de la tumbona más próxima a él y la abrió
-Sal, yo te cubro- dijo mientras se acercaba a las escaleras de la piscina para tapar esa parte.
¿Donde había ido el chico arrogante que conocía, el que era el primero en insultarme y me quitaba los amigos?. En ese momento solamente había rastros de un chico dulce y protector, de esos que le dan la sudadera a su novia cuando hace frío. ¿Sería así con alguien?
Cundo finalmente salí, me cubrió haciendo una maniobra para que no se viera mi ropa interior transparentara.
Después paso su mano por mis hombros haciendo que me pegara aún más. A continuación paso una mano por mis brazos que sostenía la toalla temblando del frío. Agacho su cabeza hasta el mi oído.
-vámonos a casa- dijo finalmente guiándome entre la multitud hasta el interior de la casa.
¿Por que no era así siempre? Mi corazón iba a mil por hora, y no solo era por la humillación, ni por el frío.
Una vez allí, me dejó en la entrada y fue a buscar a Joshua, ya que por aquel entonces, Ry no podía conducir.
Vi como se acercaba a Josh que tenía una chica en sus piernas succionando su cuello como una sanguijuela. Cuando Ry se lo explicó rápidamente tiro a esta y vino a mi dirección.

Los días siguientes más no salí de mi cuarto, ni siquiera para comer. Simplemente, para asearme. Tampoco hablaba con nadie. Simplemente para decirle a mi madre que estaba bien, que me sentía mal, porque tenía un resfriado veraniego.
El día después de la catrastrofica a fiesta, Ry entro en mi habitación serio, dijo que esa sería la última vez que iría una fiesta, por lo menos con el. Y se fue
Ahí me di cuenta, que aquel protector Rotherick se había ido para no volver. Por lo menos por el momento.
Tampoco me importaba, ya que estaba acostumbrada a ello y tampoco quería repetir la experiencia vivida dia atrás.

Afortunadamente, ningún vídeo fue subido a las redes, ni publicado en ningún sitio. Simplemente, desaparecieron de la faz de la tierra.
Menos en mi mente.

Regreso al verano Donde viven las historias. Descúbrelo ahora