Capítulo 9.

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Entre varios días llenos de reuniones y uno que otro aburrido pasaron un par de meses, ahora que lo pienso que rápido pasó el tiempo.

Durante estos meses JungKook y yo nos hemos visto un par de ocasiones, ya saben una especie de "citas" a decir verdad no me gusta llamarlo de esa forma porque él se ilusiona. Dentro de aquellas "salidas" tuve la oportunidad de compartir más con JungKook y su padre y ¿saben? de alguna forma siento que contribuí en la mejora de su relación, ya que al principio los veía solo como un par de conocidos que suelen hablarse ocasionalmente, ahora los veo y puedo decir que volvieron a ser padre e hijo. 

Quizá se pregunten cual es la relación que hay entre él y yo, pues... no tenemos un titulo formal, solo salimos y nos conocimos de otra forma algo mas a profundidad.

A partir de eso aprendí sus gustos, hoy puedo descifrar cada una de sus sonrisas y cada gesto; muchas veces me he quedado mirándolo simplemente contemplándolo en silencio, hoy estoy  segura de que él me gusta y podría estar en cualquier parte del mundo siempre que sea a su lado.

No he sido capaz de decirle absolutamente nada de como me siento cuando hablo con él, creo que es más el miedo de que todo se arruine y que en un punto esto llegue a su fin.

¿Y si no sale bien? esta es una de las preguntas más frecuentes que he tenido últimamente rondando en mi mente casi a diario.

—¿En que piensas? —habló cerca de mi oído llamando mi atención.

Sonreí antes de mirarlo a los ojos. —Simplemente pensado Kook.

—¿Acaso entre esos pensamientos estoy yo? —movió ambas cejas de arriba a abajo, yo simplemente me reí mientras negaba con la cabeza.

—Eso es lo que quisieras; —saqué la lengua— dame mi café. —quité uno de los vasos que tenia entre sus  manos y nos pusimos cómodos en una de las mesas de la cafetería.

—Que carácter —sonrió haciendo que las comisuras de sus labios se elevaran creando un bonito paisaje que me dejó plenamente embelesada.

—Oye —movió sus manos frente a mi rostro— ya sé que estas enamorada de mí, pero al menos intenta disimularlo.

—Ja, ja, ja si eso fuera así en este momento tú estarías besando mi mano de lo feliz que estarías —señalé con uno de mis dedos una pequeña parte del sitio de mi mano.

—No, tú estarías besando la mía. —sacó la lengua.

Hice un sonido en la mesa simulando que me había golpeado la mano —¡Ahh!— me quejé tapándome la boca con la otra mano.

—¿Qué pasó? —abrió los ojos— Que torpe, dame tu mano —agarro mi mano entre las suyas y como algo automático la froto y le dio un beso.

—¿Ves que si vas a besarme la mano? 

—Tramposa eso no cuenta —dejo mi mano aun lado y tomó su vaso de café—. Normalmente soy un chico difícil —se ofendió y miro a otro lado—. ¿Por qué crees que hasta ahora no tengo novia?

¿Estaba mal yo o mis ojos me engañaban porque pude ver como sus mejillas adquirieron un leve tono carmesí?

—Yo creo que es porque eres raro principalmente —levante mis manos.

—Deberías proponerme matrimonio —dijo tranquilamente.

—¿Que? —me quedé con la boca abierta, creo que si hubiera tomado un poco de café en este momento lo habría escupido.

—Oye tranquila, era broma —comenzó a reír fuertemente llamando la atención de los asistentes.

Tuve que contenerme las ganas para no tener que golpearlo, me asustó.

"Después de todo" 《JUNGKOOK》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora