A Pesar Del Tiempo...

Sesshoumaru...

Me di cuenta de mis sentimientos antes de la última batalla...
Esa noche en el claro.. cuando la vi.. bañada por la luz de la luna, se veía como una ilusión, una hermoso espejismo que la luna reflejaba en la tierra, sé que meditaba, sé que temia por el resultado de lo que se nos venia y justo en ese momento lo supe.. supe que la amaba y que mi bestia exigía que la tomara en ese mismo momento... Y lo supe.. supe lo que es el miedo por primera vez en mi larga existencia.. tuve miedo.

Me acerque a ella lentamente, sintio mi presencia pues su Reiki salió a recibirme, pero no de forma agresiva, me llamaba... Me acariciaba y me confirmaba que ella también sentía lo mismo que yo..

Me pare junto a ella y sus hermosos ojos azules llenos de lágrimas que no querían caer me miraron de pronto... Su mirada me hizo estremecer hasta lo más profundo de mi ser y tomé la desición...

La besé...

En ese beso fluyó todo lo que con palabras no podía decir, su cuerpo respondió al mío y me dejó amarla por primera vez... Y por última vez....

Fue mía, la hice mía y siempre será mía...

Más de quinientos años recordando esa noche en la que se entregó a mi.. sin palabras, sin promesas, solo ella y su corazón...

Después de su desaparición por la maldita perla me volví loco, sus amigos intentaron consolarme pero no había consuelo para lo que mi bestia y yo sufríamos.. la perdimos.. perdimos la fuerza y la voluntad y la esperanza...

Fue su kit quien me seguía en silencio a pesar de mis desaires y mi dolor, después de un tiempo lo comprendí, el también sufría su ausencia, era su madre después de todo.. El se quedó conmigo en el transcurso de los meses, años, décadas.. siglos....

Será que te llevaste algo de mi el día que te fuiste?.. me extrañará? Me amara?.. fueron las preguntas que me desvelaban en las noches

Ya había agotado todos mis recursos para encontrarla... Un día como cualquiera..

-Sesshoumaru, tienes que venir con urgencia a la sede de Tokio....- me decía el Kitsune por teléfono- esto es algo que sale de mis garras, si no vienes perdemos el trato...

Durante estos 500 años me dedique a trabajar, logré crear el imperio automotriz más grande de todo el mundo, Shippo se hizo cargo de una de las sedes de Japón.

No me hacía falta el dinero, ¿mujeres?... Muchas pero ninguna me hacía sentir de nuevo lo que ella...

-Seguro que no puedes con el trato?- pregunté nuevamente-

-Sesshoumaru, Souten está por dar a luz y no quiero perdermelo, o vienes o se pierde- me decía el kit

-Esta bien, salgo en 20 min en el jet, te veo a medio día en el hospital-

El Kitsune se convirtió en mi ancla, es como un hijo para mi, Rin crecio y se casó con el hermano de la asesina de demonios, Sango, creo se llamaba, el grupo de ella continuo con su vida.. Inuyasha se emparejó un par de siglos después y se encuentra viviendo en América, a cargo de otra de mis empresas.. nunca quiso hablar de ella...

El vuelo desde Italia fue tranquilo, llegamos a Tokio temprano por la mañana, así que decidí tomar un breve paseo antes de ir a conocer al nuevo miembro de la manada, el kit ya tenía 2 cachorros y esta sería por primera vez hembra, el y su pareja habían decidido llamarla como ella... al pensar en eso mi imaginación voló... ¿Cómo hubieran Sido nuestros cachorros?, ¿Se parecerian a ella o a mi?, ¿Tendrían sus hermosos ojos azules o su cabello azabache?...  Me detuve brevemente en un parque donde los niños jugaban alegremente... Sin embargo un tirón dentro de mi alma me hizo observar una pequeña niña como de 5 años, sentada en los columpios..