oír a eddie munson pedirle unir alianzas a sophie henderson era lo último en este mundo que ella podía escuchar.
sophie cumplía el rol de porrista y hermana mayor de dustin
y eddie cumplía el rol de ser el amigo de dustin y cabecilla de "hellfire".
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Los besos iban bajando, desde su cuero hasta su nuca y de la nuca hasta los pechos, la pelirroja disfrutaba de aquel contacto jugoso con los ojos cerrados, sus labios entreabiertos recibiendo, la mano contraria se posó sobre el hombro de la otra persona, su cabello pelirrojo caía contra su espalda y un poco en su rostro. Aún con los ojos cerrados por la satisfacción y euforia que ocasionaban aquellos besos y suaves mordiscos
Chrissy sentía su piel cálida, sus suaves manos y su contacto físico para después conectar sus labios de una manera suave y con ligeras mordidas, la joven se sentía más que excitada, las manos contrarias sobre sus muslos, que no cubrían la camiseta. Y la pelirroja abrió los ojos al oír el jadeo, se escuchaba delicado, pero uno que podía reconocer, de una voz que podía escuchar todo el santo día. Sophie
La de cabellos rubios estaba ahí sobre ella besándola, tocando sus muslos, era el paraíso para esa Cunningham, sus manos terminaron sobre su muslos también acariciandolos descaradamente, la yema de sus dedos disfrutaba el contacto que tenía sobre la piel de Henderson. Hablando de ella, lucia muy feliz cuando la pelirroja correspondía sus besos, sus manos sobre sus caderas parecía encantarle, tampoco su corto pijama ayudaba, no era una playera como la que Chrissy portaba, era una camisa hasta la cadera y unas bragas color azul o celeste
Chrissy jugó con la liga de la ropa interior que portaba, sabiendo que había que hacer algo, sus manos jugaban con aquello como si fuera una experta en aquello, bueno parecía experta, la rubia se había acomodado, sus orbes azules observaban la figura de su menor, bajo su mirada hacia la s piernas de la contraria para comenzar a besar desde cuenta hasta el interior del muslo. Sintió que sus besos hacían estremecer a Henderson, sus besos sobre su piel eran la perfecta combinación para sentirse bajo un manto de extasis y pasión pero sobre todo deseo, sus labios terminaron cerca de la entrepierna de la rubia recibiendo un suspiro y un jadeo a la vez de su parte, sabía lo que hacía y como quería hacer sentir
Sus labios terminaron donde los pliegues de la muchacha rubia, sus pupilas podían delatar cómo estaba la situación, la pelirroja con la boca en el centro de la rubia, haciendo que gimiera y su espalda se arquee, sus pupilas delataban la satisfacción que la pelirroja le ortorgana. Los jadeo fueron reemplazado por gemidos y su rostro continuaba en su entrepierna
De pronto su cuerpo se sintió como si cayera en el suelo haciendo que la pelirroja despertara alzando su cuerpo sobre el cama en la que estaba durmiendo, sin embargo al voltear estaba la rubia con los ojos cerrados abrazando una almohada, su cabello desordenado y su rostro en paz. Y Cunningham se sintió la peor persona del mundo, sentía el cuerpo sudado y su rostro se sentía rojo, miró el reloj y este marcaba las cinco de la mañana, tenía tiempo de sobra para poder bañarse hacer el desayuno para los tres y tal vez hacer sus almuerzos, solo de los Hendersons.
