T/N un policía retirado y actualmente secretario de la gobernadora Diane, el es un lobo impaciente, justo, leal, honesto, mal hablado y sobretodo dormilón.
A lo largo de su vida el era criticado socialmente y psicológicamente...
Si quieres seguir l...
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Narrador omnisciente
Al caminar hacia tu asiento, miraste algo sospechoso, miraste a un tiburón disfrazado como una señora en un asiento, pusiste una cara confundida, pero al cabo de unos cuantos segundos reaccionarte y te sentaste, de repente te vino a la mente el Sr. Tiburón y te encendió el foco, los tipos malos iban a robar el delfín dorado
— Pero la pu- — antes de que terminara la frase las luces se apagaron y un reflector a punto hacia la gobernadora que caminaba con una sonrisa
Ella empezó a hablar, pero te paraste, fuiste a un apartado para ser visible para Diane
Ella hablaba, al mirar al público no te noto, no estabas, te empezó a buscar con la mirada hasta que te encontró en una esquina moviendo las manos y haciendo señas, ella estaba confundida, pero lo manejaba muy bien, pero te ignoro completamente, así que suspiraste
Al ver qué no te hizo caso sin perder el tiempo, agarraste tu mochila, era pequeña, pero era útil, fuiste corriendo a la sala de cámaras, pero viste que estaba cerrado y maldícete en susurro, con un poco de frustración caminante por los pasillos, necesitabas un descanso, aunque no hiciste mucho, mientras caminabas a un balcón cercano se te avía caído tu encendedor
Llegaste hasta un balcón que daba la vista a la luna, de esa pequeña mochila, sacaste un paquete de cigarrillos, sacaste uno, te lo pusiste en la boca, guardaste el peque y buscabas el encendedor, abriste por completo la mochila y viste que no lo tenías, cerraste la mochila, te sacaste el cigarrillo de la boca, miraste a la luna y suspiraste
— ¿Luna divina por qué no me consigues a un hombre? — preguntaste mirando a la luna que brillaba como una perla
Al cabo de unos minutos un hombre se acercó al balcón, en cambio, que él estaba apoyado de espalda y no apoyado de codos como tú, tenía los brazos cruzados y estaba jugando con algo
Lo miraste atentamente de arriba para abajo no se veía una parte de su cara por la poca luz que avía allí, así que no le tomaste importancia
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