T/N un policía retirado y actualmente secretario de la gobernadora Diane, el es un lobo impaciente, justo, leal, honesto, mal hablado y sobretodo dormilón.
A lo largo de su vida el era criticado socialmente y psicológicamente...
Si quieres seguir l...
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Un lobo blanco se encontraba en las puertas de una mansión, con nervios tocó el timbre que estaba cerca de la puerta. Al tocar el timbre empezó a sonar una canción alegre, algo que te dio un poco de miedo porque tus orejas eran algo sensibles
— Debe ser el Sr. Lobwhite, el Sr. Lobwhite es el secretario de la gobernadora Diane, él estará a cargo de que las lecciones estén bien y si están bien él las aprobará — dijo el Prof. Mermelada sonriendo — ¿No sería Amable de que uno de ustedes fuera a abrir? —
Los chicos se miraron entre ellos y se apuntaron para quien tenía que abrir la puerta, y al final el líder del grupo tuvo que abrir la puerta
— Aún no entiendo por qué tengo que abrir la puerta, yo no soy el dueño de esta casa — dijo con los brazos cruzados y enojado
— Lo tienes que hacer porque en una acción de amabilidad — explico el conejito de indias
— Bien, quien la abriría de todos modos — dijo el lobo fastidiado
El lobo al acercarse a la puerta la abrió y vio a un lobo blanco con un traje el mismo color excepto su corbata que era de color azul, el lobo blanco estaba mirando su celular, al levantar la mirada y la cabeza, hizo contacto visual con el lobo peli-gris
— Sr. Lobwhite, por favor entre, creo que usted ya los conoces — dijo el conejito interrumpiendo su "momento"
El lobo blanco no tuvo otra opción que entrar a ese hogar, al entrar encontró con los chicos que estaban allí parados mirándolo fijamente, el lobo peli-blanco solo los saludo con la mano
— Estamos a punto de hacer la primera prueba, qué tal si vamos al patio trasero, ¿Qué les parece? — dijo con su típica sonrisa
Simplemente, asentiste con la cabeza, estaba algo nervioso porque bueno, estabas cerca de tu enamorado. El lobo blanco saco de su bolsillo un anotador pequeño y un bolígrafo con él, así podía anotar todas las pruebas
— Bueno... — dijo calmado, recuperando la compostura — ustedes vivirán aquí hasta el evento de caridad, bueno, ahora que todos esto está aclarado, ustedes son villanos, depredadores, sociópatas desvergonzados
— ¡Oh! Deja de hablar, harás que me sonroje! — dijo el tiburón haciendo una pose
El Prof. Mermelada simplemente empezó a negar con la cabeza
— Pero, dentro de ustedes hay flores, flores de bondad y cundo florezcan, podrán sentir el calor de la bondad por todo su cuerpo... Quiere que se sienta caliente para siempre — haciendo una pose
Lobo, al escuchar las palabras que dijo el Prof. Mermelada, miro su cola sin que nadie lo viera, pero un lobo blanco se dio cuenta y sonrió disimuladamente
— ¿Así que estamos aquí para calentar? — dijo redes
— No solo para calentar, sino para aprender bondad, ¡En mi laboratorio donde compartiremos! ¡Vamos! — dijo este caminando
El prof guio a los tipos malos a su laboratorio, que parecía otra sala de su casa, donde había cuadros y sillas
— Entonces, Sr. Serpiente, le ofrezco un helado — dijo para sacar un helado de dónde no sé y dárselo
— ¡Genial! Helado y solo mío — dijo a punto de comérselo, hasta que escucho la voz del prof
— No, lo tienes que compartir — dijo el conejillo de manera amable
— ¿Por qué? — pregunto confundido
— Bueno, en un nivel básico, supongo que el primer objetivo es anteponer las necesidades de los demás que las propias — dijo sonriendo
— Jejeje... — tiburón se rio de forma burlesca y se sentó en frente de serpiente
— ¡No, no! ¡Nunca jamás! — negó enojado
— Serpiente... — el tiburón lo dijo serio y lo miraba serio
— ... Oh, bien, bien — dijo mientras se "rendía"
— Será más dulce de lo habitual... Porque sé que lo quieres... —
Serpiente estaba estirando el helado hacia la boca de tiburón contra de su voluntad
— Directo a la boca pliss... — dijo tiburón abriendo la boca
La serpiente estaba estirando todo lo que podía hacia la boca de tiburón, pero al final contrae quitando le el helado de la boca
— ¡No! — dijo para comer el halado derente de él — ¡Te la creíste! — dijo sonriendo con orgullo y satisfacción
El tiburón se levanta de la silla, todo encabronado
— Está bien, ¡te enseñaré a compartir! — dijo para después agarrarlo del cuello y comerlo — me encanta compartir — dijo mientras se acaricia la panza
— Qué horror — dijo el profesor sorprendió
El lobo blanco al ver toda la situación no puedo más sonreír le parecía gracioso de alguna manera, esa sonrisa se convirtió en risas silenciosas que solo lo pudo escuchar el lobo peli-gris, y al escuchar la risa del peli-blanco, su cola se movía sin parar, ¿Estaba feliz?, ¡No!, Pensaba, al sentir como su cola se movía se sorprendió y trato de calmarse, se sentía avergonzado de alguna manera que no podía explicar, pero para él se sentía tan bien, calmo un poco su cola que ya no se movía mucho y eso lo tranquilizó
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