Un tanto aturdida por el cambio de lugar, intentas en vano que el mitad felino te suelte.
"Gusto en verte, Che'Nya, pero ahorita estoy ocupada." Dices con cierto sarcasmo. "Después hablamos."
"Pero ya te dije que es importante." Restriega su cara en tu cabeza ronroneando y apretando. "Ya no habrá un después."
"Bueno, ¿y qué puede ser tan importante entonces?"
"¿Recuerdas a los Mome Raths de la hienita? Pues resulta que dos de ellos se quedaron aquí."
"¿Aquí en el castillo?" Podrías jurar que todos se había ido.
"Sip~" Por fin te suelta dándote la vuelta para que lo veas. "Dijo que cuando se subió al carruaje se dio cuenta que faltaban dos pero que el cochero se negó a volver."
"¡Que horrible! ¡Tenemos que encontrarlos!" Aunque no sientes que corran peligro o que Riddle se enoje con ellos igual te preocupan.
"Y es por eso que te encargo esa misión a ti, ratoncito~"
"¡Espera! ¡No creo que pueda encontrarlos yo sola!"
"¡Confío en ti! Además, hoy no es seguro que esté por aquí. La oscuridad llegará al castillo~" Intenta hacer que su voz suene tenebroso al igual que su postura.
"Si, hoy tenemos visitas pesadas." Con eso dicho recuerdas que Epel está en medio de una crisis. "Está bien, buscaré a los pantaloncitos. Ahora sí no te molesta regrésame a donde estaba."
"Desde luego, ratoncito." Te abraza con fuerza pegándote contra su pecho casi sacándote el aire. "Y una cosa más, no le des ese 'cariño' al rey." No deja de sonreír aunque suene más serio. "Ni a él ni a nadie o azotare cabezas. Nyejeje~"
Lo que dijo no te pasa desapercibido pero antes de que puedas seguir interrogando al escurridizo felino eres teletransportada nuevamente, está vez dentro del baño.
Epel aún sigue derramando lágrimas a la par que hace arcadas. Aprovechas que no te ha notado que lo tomas por debajo de ambos brazos y lo alejas con todas tus fuerzas del inodoro creyendo que será difícil moverlo. De manera extraña no te cuesta nada pues casi no pesa."¡¡Ya basta!!" Inevitablemente caes sentada pero sosteniendo al chico.
"¡¿Aah?!" Trata de alejarse de ti pero no lo sueltas. "¡¿C-Cómo?!"
"¡¿Qué crees que estás haciendo?! ¡¿No sabes que eso es peligroso?!"
Epel se mueve de manera brusca haciendo que lo sueltes al instante. Aún muy agitado por todo, voltea a verte con enormes ojos húmedos. Esperas a que haga algo pero solo quiere seguir llorando.
"Epel..." No sabes qué decir.
"Lo siento..." Susurra en una voz muy temblorosa.
"Salgamos de aquí." Es lo único que se te ocurre.
Ayudas al pobre chico a ponerse de pie y salen del baño. Se sostiene firmemente de tu brazo para no caer sin dejar de temblar. Intentaste volver a entrar en la sala de los juguetes pero Epel se negaba a volver por lo que optaste por llevarlo a la biblioteca. Una vez allí dejaste que se sentará en lo que ibas por algo para limpiarle la boca y agua. Pasó algo de tiempo hasta que por fin se calmó.
"Siento mucho las molestias que le he causado." Es lo primero que dice.
"Descuida, al menos ya pasó." Aún así continúa deprimido. "Me gustaría saber que te hizo actuar de esa forma, si es que no te molesta."
El chico no contesta, su mirada está concentrada en sus manos aún sin recuperar el ánimo.
"Son ellos...""¿Quienes?"
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~Mi querida Alice~
FanfictionSinopsis: Después de revelar que en todo este tiempo eras una chica haciéndose pasar por un chico, Riddle, el líder del dormitorio de Heartslabyul, te ha estado evitando y eso te atormenta... Pero no hay tiempo para eso, porque algo muy raro está su...