~Mi querida Alice~

Capítulo 6: Intento de autoridad

ADVERTENCIA: Este capítulo contiene insultos, sangre, mutilación, trauma familiar, pseudo canibalismo, acoso y posible abuso sexual

Riddle se encontraba de muy buen humor a pesar de que fue humillado en el partido de croquet y estaba lastimado. La razón de eso era porque sentía que su relación con su amada iba mejorando cada día más. Claro está que había uno que otro inconveniente, pero nada que no pueda ser superado. Igualmente se sentía algo ambicioso, quería tener más pasión en su relación pero tampoco deseaba incomodarla. Se regañó a él mismo por eso, después de todo ella había aceptado que dormirían juntos por primera vez después de mucho tiempo.

Fue a la enfermería a que lo curaran, se tomó un baño, se vistió de manera adecuada y fue a una de sus tantas oficinas para comenzar con su trabajo. Con As de tréboles a su lado se sintió entusiasmado por lo que se esforzaba muy duro para terminar rápido y así poder pasar más tiempo con su querida Alice. Obvio que no por eso iba a dejar de ser minucioso. Es el rey después de todo así que todo el trabajo que haga debe de ser perfecto.

"La señorita Alice se dirige a su biblioteca, su majestad." El guardia le informó sin dejar de trabajar.

"Hace mucho que no va allí." Despego su mirada del papeleo por un momento. "Tal vez quiera leer un cuento."

No importa si su prometida no se encuentra junto a él, siempre sabrá dónde estará gracias a que la tiene muy bien vigilada. De hecho, planea aumentar la vigilancia después de que ella huyera del flamingo y se perdiera durante un tiempo que él considera bastante largo.

Después de haber avanzado una cantidad admirable de trabajo, satisfecho de saber los movimientos de su novia gracias a su mano derecha y que sentía un poco de cansancio decidió tomar un descanso de media hora.

"Sabes As de tréboles, mi Alice necesita ropa nueva."

"Estoy al tanto de ello, su majestad." Preparaba algo de té para beber entre los dos.

"No sé mucho de moda femenina, así que estaba pensando en que podría conseguirle hermosos vestidos si le pidiera consejos a..." Justo en ese momento el teléfono de la oficina sonó. "Qué coincidencia. Tal vez sea él."

El rey esperó alegre a que su guardia contestara, pero cuando este tomó el teléfono y, al escuchar la voz de la persona al otro lado, puso una cara de extrema preocupación que lo inquietó.

"¿Quién es?"

"Es... Es su madre, majestad. Desea hablar con usted."

Riddle se estremeció en su asiento. Apenas ayer visitó a su madre y las cosas no terminaron bien. Cuando eso pasa tardan semanas en volver a hablarse. ¿Qué es lo que la hizo llamar?

Controló su miedo, se puso de pie y tomó el teléfono en sus manos para enfrentarse de nuevo a su madre, esperando que no le tome mucho tiempo.

"¿Madre? Soy Riddle. ¿Sucede algo?" Sin respuesta. "¿Me puedes escuchar?"

"Puedo escucharte muy claro." Por fin habló. "También escuché con lujo de detalles el juicio que hubo ayer." No le gustaba para nada el tono pasivo agresivo que ella usa.

"Si, ayer hubo un juicio. ¿Qué tiene?"

"¿Por qué realizaste un juicio en un viernes cuando se deben de llevar a cabo los lunes?"

"Los culpables hablaron mal de Alice y planeaban hacerle daño." Dijo en voz firme.

"Sé que la puta de tu noviecita fue amenazada, pero eso no explica el porqué alteraste las reglas." Riddle solo apretó el teléfono.