flores

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Japón ciudad de EDO- 1770

Pasaron 11 años en los que tweek se preparó todo ese tiempo para este día, su día más importante en toda su vida, estaba realmente muy emocionado por convertirse en todo un Omega al fin.

Su madre con todo su amor reflejado en su mirada, lo tomaba de la mano en camino a alistar a su cachorro, las manos de su madre eran muy suaves y cálidas, no importaba cuando años pasaran siempre lo trataba con mucho cuidado como si aún fuera un bebé.
En su corta vida abia aprendido a caminar de un modo adecuado, siempre derecho, con la cabeza en alto, la espalda recta y siempre lucir deslumbrante a pesar de no estar arreglando aún; no comprendía del todo como si madre podría lucir tan feliz y orgullosa pero su rostro reflejaba cierta melancolía y amargura, si comenzará a llorar en la ceremonia no estaría seguro si sus lágrimas serían de felicidad o tristeza.

—deja de mirarme tweek, es de mala educación mirar fijamente a las personas—su visión seguía sin mirar a su hijo, ni siquiera miraba a un punto fijo como si  tuviera muchas cosas en que pensar

—lo siento, es solo que estoy un poco nervioso, esto marcará mi futuro y el de nuestra descendencia, me estresa el pensar en eso— bajo su cabeza un momento para comenzar a jugar con sus dedos tratando de calmar su nervios.

—levanta la cabeza corazón, la frente siempre en alto como te lo enseñe—  la mano que antes estaba enlazada a la suya viajo a su rostro para levantar su cabeza, sus miradas chocaron un momento, la mujer le llegaron muchos recuerdos al mirar el rostro de su hijo, sacudió ligeramente su cabeza tratando de despejar sus pensamientos
—eres muy lindo mi vida, tienes que mostrar orgulloso tu precioso rostro— se quedó mirando unos segundos cara de su hijo con una ligera sonrisa, soltó un suspiro antes de seguir caminando— te daría un besito pero no quiero mancharte de pintura tu cara— el rubio solo rio bajito en respuesta

Ahora que lo pensaba, llevaban ya unos minutos caminando pero lo sabía específicamente a dónde se dirijan por lo que se atrevió a preguntar a su madre esperando que despejará su duda
—aun no me as dicho a dónde vamos, aún falta mucho para la ceremonia de compromiso—

La mujer se dió cuenta de su ligero descuido haciendo una ligera expresión de sorpresa al notarlo — bueno, hoy es tu día más especial, así que quiero que luzcas increíble, aunque tú ya eres el Omega más lindo no viene mal unos ligeros retoques— las mejillas de su hijo se tiñeron de un leve tono rojiso ante el halago.
— así que vamos al templo donde se están preparando todos los Omegas para su compromiso, que por cierto yo elegiré el kimono más bonito para ti— la castaña en un intenso de lucir más animada pellizco ligeramente una mejilla de su hijo, esté en repuesta se rió divertido ante la acción

Continuaron el resto del camino en silencio, no era incómodo ni nada de eso, era un silencio tranquilisante para ambos; realmente se extrañarian muchísimo el uno al otro una vez que el rubio esté casado, a la castaña realmente le partía el corazón el saber que su hijo abia crecido muy rápido, esperaba que el prometido que le tocara a su hijo fuera bondadoso y así no tuviera que pasar por tanto dolor, aunque si lo pensaba mejor sería menos doloroso para ambos el si su futuro esposo fuera de lo más distante con tweek. Aunque de todas formas eso no importa, ella no podría hacer nada para ayudarlo, ya tendría dueño y lo que hicieran con su hijo ya no sería de su incumbencia, tenía muchos sentimientos encontrados que no la dejaban tranquila, necesitaba calmarse o asustaría a tweek.

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—tweek deja de temblar corazón, no te aran nada malo, solo van a cambiarte y peinarte— al rubio lo ponía muy nervioso que otra gente lo tocará, estuvo muy aislado de las personas toda su vida, su circulo social era muy pequeño, pero no era por eso que temblaba mucho, era por la ausencia de cierto Omega pelirrojo, tenía que se atreviera a cumplir su promesa.

Aika- Creek Omegaverse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora