extraño

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El camino a casa del pelinegro era algo largo, asi que tendrían tiempo para comenzar a conocerse, lamentablemente al parecer el rubio no tenía muchas ganas de hablar, desde que empezaron a caminar solo a estado callado y cabizbajo, no parecía incómodo, su rostro tampoco mostraba alguna expresión,pareciera que estaba muy metido en sus propios pensamientos, estando totalmente distraído en lo que sea que pasara por su mente, no quería tener una mala impresión con su ahora prometido, quería que el rubio se sintiera en confianza con él ; pero tampoco era bueno iniciando conversaciones, realmente estaba interesado en él, quería conocerlo más.
Había creído que las flores serían un buen detalle para inicio de su relación pero ni siquiera sabía cómo se lo tomó el Omega, tampoco le ha dicho nada al respecto.

Notaba como el rubio tomaba las flores delicadamente con la punta de sus dedos y jugaba con sus pétalos sin llegar a dañarlas ¿ Le gustaron? ¿Será alérgico? ¿ Y si dió el mensaje equivocado? Su padre le habló alguna vez sobre el lenguaje de las flores y ahora se estaba arrepintiendo de no prestar atención ese día.
El pelinegro no era de sobrepensar las cosas pero estando con el Omega quería que todo fuera correcto, le estresaba un poco todas las responsabilidades que empezaría a tomar a partir de hoy, pensar en el buen prometido que tiene y muy seguramente la buena familia que le daría lo deprimía bastante, se siente culpable.
¿Realmente existen culpables aquí? No quería ponerse reflexivo, solo le queda disfrutar los lindos momentos que la vida decida darle.

Amaba las tardes de primavera, ver los colores del cielo y las tornarse de diferentes colores antes que la noche cayera lo relajaba mucho, está luz hacía resaltar tiernamente cada detalle de la cara del menor, tenía un aroma apenas perceptible sin embargo el notaba lo dulce que era, tenía muchas ganas de abrazarlo y llenarlo de mimos en ese momento, decepcionantemente recordó que tiene que mantenerse  firme, él no puede estar haciendo esas ridiculeces sentimentales; después de un corto debate mental levantó nerviosa y pausadamente su mano hasta posarla en el hombro de su pareja, era un contacto muy tonto pero a él pelinegro realmente lo emocionaba sentir al rubio

El Omega se sobresaltó mucho al sentir la mano del contrario, giró ligeramente su cabeza para lograr ver al azabache, este tenía las mejillas ligeramente teñidas de rojo, al notar que el rubio lo miraba rápidamente apartó la cabeza a otro lado, le avergonzaba que fuera testigo de sus ridículas acciones, estaba muy conciente que no estaba bien visto que el mostraba alguna muestra de cariño, pero el pelinegro no vio el problema ya que no había alguien que lo mirara mostrandose asi.

El Omega se sobresaltó mucho al sentir la mano del contrario, giró ligeramente su cabeza para lograr ver al azabache, este tenía las mejillas ligeramente teñidas de rojo, al notar que el rubio lo miraba rápidamente apartó la cabeza a otro lado, le...

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El rubio estaba muy confundido por esta acción ¿Que se supone que estaba haciendo?¿ Quería que caminara más rápido? A su parecer su pareja actuaba demasiado extraño, esto no es lo que su madre le había descrito lo que sería estar comprometido, tal vez no se merece un trato correcto y normal, ni siquiera es digno de un compromiso normal.

— ¿Disculpe? Ammm señor… — era tan estúpido apenas llevaban unos minutos desde su presentación y ya había olvidado el nombre de su futuro esposo, en serio era un tonto

Aika- Creek Omegaverse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora