ᴍᴀɴɪᴀᴄ | ꜱᴛʀᴀʏ ᴋɪᴅꜱ

Capítulo 5. Lo que Jeongin noto afuera

Cuando el menor cruzó la puerta fue recibido por sus mayores en un furtivo abrazo grupal. Le hicieron saber lo bien que lo había hecho y Jisung llego a arrodillarse frente a él para agradecerle por su esfuerzo en salvarle la vida. Jeongin, al verlo así, rápidamente lo tomo de los brazos para levantarlo y no hizo nada más que abrazarlo.

Era un momento de festejo, aunque el panorama afuera no era del todo agradable, pero necesitaban festejar que este primer juego había sido exitoso así que sin más se pusieron en marcha para preparar la comida y preguntarle al menor como había sido todo allá afuera.

No querían bombardearle con preguntas, una tras otra, preferían que comiera, que recuperara energías y después contará lo que sea que tenía para contar.

―En serio por un momento mi vida se detuvo cuando el brazalete vibro. ―comento Jisung mirando el artefacto que tenía en su muñeca con la luz en verde.

―Estas a salvo, saldrás de aquí, eso es lo importante. ―dijo Chan aumentando todavía más sus esperanzas, sobre todo porque las personas que van saliendo al mismo tiempo recuperan sus recuerdos.

Ahora por fin Jisung podrá saber sobre su pasado; quien fue él, quienes fueron sus padres, que hizo...

O tal vez no.

Una hora donde la pasaron en el comedor, Jeongin se quedó en silencio atrayendo la atención de los demás porque su estado de ánimo había cambiado drásticamente. Lee Know le pregunto qué le pasaba a lo que él simplemente dijo que nada, pero después de unos minutos dijo lo que por fin todos querían escuchar.

―Debo decirles lo que vi afuera.

―El sonido esta fuera, puedes hablar con tranquilidad, nadie sabrá lo que estás diciendo aparte de nosotros. ―la aclaración por parte de Hyunjin le hizo sentirse tranquilo, por esa razón no había dicho nada porque no estaba seguro de si realmente las cámaras tenían el sonido activado.

―Te llevan a un lugar para elegir al habitante y el juego, pero te hacen cerrar los ojos, todo es al azar no es porque uno lo elija. ―explico―. El desconocido te da la "bienvenida" antes de eso y después de elegir una enorme pantalla aparece para explicarte el juego, es una voz distorsionada, no sabría decir si es femenina o masculina. Todos están vestidos de negro, no los escuchas hablar solo mueven para cabeza para decir sí o no, es la única acción que hacen aparte de caminar...

―Como robots. ―dio una comparación Changbin quien escuchaba todo atentamente al igual que los demás.

―Tengo una teoría respecto a eso hyung. ―dijo Jeongin.

― ¿Qué fue lo que jugaste? ―pregunto Felix.

―Tiro al corazón. ―respondió―. El juego consistía en que el desconocido elegía a tres guardias y a mí me daban flechas de metal al igual que el arco, me daban una distancia a la cual debía tirar y cada uno de los tiros debía ser perfecto; la punta debía estar en el centro del corazón, pero... ―se quedó callado en su explicación al recordar la imagen que logro alcanzar a ver.

― ¿Pero?

―Hyung, ―miro a Chan―, a la última persona le saque el corazón por tanta fuerza que emplee... no fue porque quise, el desconocido me estaba alterando, me estaba diciendo cosas, tratando de desorientarme... tenía miedo de fallar el tiro y perder a Jisung. ―comenzó a sollozar, Seungmin a su lado lo abrazo.

―No te sientas culpable por haber asesinado a una persona. Al final, ellos asesinaron a los habitantes que perdían. ―dijo Lee Know, pero eso no era por lo que el menor lloraba, existía una razón.

Una razón que le hacía asustarse en parte.

―No es eso Lee Know hyung... esa persona no sangro cuando salió su corazón, solo se desplomo, el piso no estaba manchado de sangre ni tampoco la flecha... no había ningún rastro de líquido rojo en ningún lado.

Un escalofrió recorrió las espinas dorsales de cada uno quienes se miraron sorprendidos y a la vez asustados por lo que Jeongin había dicho.

Jamás habían escuchado a alguno de los guardias hablar, solo los ven caminar, no hacer otra acción que fuese correr o siquiera moverse de modo diferente. A veces pensaban que eran robots o títeres, pero era una loca idea porque no tenían pruebas para sustentarse y ahora las palabras del menor podrían ser la prueba contundente para saber que ellos no son humanos y que realmente están siendo controlados por el desconocido.

Al caer la noche y estando todos ya dormidos, en la habitación de Felix y Jisung sucedió lo mismo que hace una semana atrás: el pecoso comenzó a quejarse de que le dolía la cabeza, Jisung se alteró demasiado y esta vez grito para despertar a los demás.

Enseguida Chan fue el primero en entrar, tomo a Felix para sacarlo de la habitación y llevarlo hasta la sala para que estuviera en un lugar más abierto. Ni siquiera con una pastilla se le pudo controlar, Jisung se preocupaba todavía más cuando se dio cuenta que el dolor no disminuía y Felix seguía gritando en modo de súplica porque parara.

Ahí, Han reacciono.

― ¿Qué hora son? ―pregunto mirando a Changbin.

―Las tres con cuatro. ―respondió mirando el reloj.

―La semana pasada fue justo a las tres cuando sus dolores aparecieron, de ahí hasta ahora no había tenido ya ningún dolor de cabeza. ―la extraña observación por parte de Jisung llamo la atención de todos.

Pero lo más extraño sucedió a continuación cuando Felix dejo de quejarse, pero seguía con los ojos cerrados y respirando de manera anormal.

― ¿Qué está pasando? ―pregunto Jeongin―, ¿qué tiene hyung? ―fijo su mirada en Chan quien tampoco sabía nada.

Felix despertó e inhalo aire como si hubiese salido a la superficie de un mar extenso, Lee Know se acercó a él antes de que cayera el piso, miro a Jeongin y repitió en varias ocasiones la siguiente frase:

―Ocho, recuérdalo Jeongin, somos ocho.

Cuatro veces consecutivas salieron de su boca aquella frase, su respiración se controló y al final cayó desmayado en los brazos del peli morado quien se sentía atónito ante lo que había presenciado mientras que Jeongin estaba asustándose por el desconocido significado que debía darle a esa frase.

¿Acaso le estaba recordando que los ocho deben salir con vida o se ocultaba otra razón dentro de esta frase?

Tiro de las cadenas para ahorcar con más fuerza a la mujer de cabellos negros que estaba delante del desconocido. Éste comenzaba a hartarse por la actitud que ella tomaba y por no responderle lo que quería saber.

―Te repito la pregunta: ¿Por qué Felix está teniendo dolores de cabeza a la misma hora?

Se negaba a decirle, aunque estuviera llevando su vida hacia la luz.

― ¡Responde!

En un momento desesperado, el desconocido soltó las cadenas, dejo a la mujer respirar nuevamente y guardo la calma esperando a recibir una respuesta como último intento de la noche.

― ¿Por qué Felix está teniendo dolores de cabeza a la misma hora? ―repitió la pregunta mirando con enojo a la mujer.

―Yo también estaría asustada si estuviese en tu lugar.