𖨌 Capitulo 8; Cheeks

846 90 6
                                    

El tiempo suele pasar muy rápido y en tan solo un parpadear no te das cuenta de como las agujas del reloj pasaron tan rápido, y lo que tú sientes como ayer en realidad son algunos meses desde entonces

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El tiempo suele pasar muy rápido y en tan solo un parpadear no te das cuenta de como las agujas del reloj pasaron tan rápido, y lo que tú sientes como ayer en realidad son algunos meses desde entonces.

Eso había sucedido. Jeonghan podía asegurar que a tan solo unos días el primer encuentro con Joshua había sucedido, pero la verdad era que ya llevaban más de cinco meses y medio conociéndose. Más de 22 semanas maravillosas sabiendo de la existencia de ese caliente y hermoso alfa, y algún tiempo desde que ambos empezaron a verse con más frecuencia, sin la necesidad de un incendio de por medio.

Luego de compartir sus números de teléfono, finalmente, Joshua le pidió que en cada ocasión en la que se sintiese mal o tan solo deseara hablar un rato, podía llamarlo y él vendría a su rescate.

De vez en cuando visitaba a su pelinegro favorito en la estación de bomberos, a la misma hora y con un nuevo postre en cada encuentro. El alfa siempre bromeaba con que a ese paso el bonito castaño lo pondría gordito con tantos deliciosos dulces, peo no se negaba ni una sola vez a que el precioso omega lo alimentara. Ese banco en el parque se convirtió en un fiel participante de sus charlas y un espectador de todas esas miradas y coqueteos discretos que ellos compartían. A veces al menor se le escapaba uno que otro piropo malo que parecía sacado de internet, pero siendo sinceros a Joshua le parecían muy adorables y cada una de esas veces respondía con una pequeña risa y le recordaba lo hermoso que era.

Jeonghan le había tomado el gustillo a asistir a ese gran edificio, incluso había conocido a ese beta de la otra vez. Minghao era un chico muy gracioso y extrovertido, y aunque la mayoría del tiempo le hacía señas raras al azabache cuando estaba con él, señas que no comprendía, era muy divertido hablar con él.

Otro que actuaba un poco raro era Hansol, pues siempre que platicaban del gran avance que estaba teniendo con el alfa una sonrisa traviesa asomaba por sus labios. Cuando preguntaba por qué era, tan solo respondía con un "no es nada".

Ay, que extraña la juventud de hoy en día.

Pero Jeonghan no tenía tiempo para ponerse a analizar las conductas y el pensamiento de los adolecentes actuales, no cuando tenía un bombonazo como Hong hablando con él a diario y llamándolo por apodos tan bonitos que lo hacían sentir como en un sueño.

Varias noches cenaron juntos en el departamento de alguno de los dos. Luego de un arduo día de trabajo y una jornada de estudios cansada, se ponían de acuerdo y allí se encontraban, acurrucándose en el sofá mientras veían películas y comían de la deliciosa comida preparada por el alfa, o cuando la pereza les ganaba, un sabroso servicio rápido de algún restaurante sugerido por esa aplicación en el teléfono del omega. Aunque, en secreto, Jeonghan prefería que Joshua fuese quien cocinara, pues eso significaba que podía ser su bonito asistente (como alguna vez lo llamó el ajeno), y observar sus brazos marcarse mientras cortaba algunas verduras o encantarse con la imagen que le daba este cada vez que se ponía esa bandana en el cabello para que no le molestara demasiado.

𝗙𝗶𝗿𝗲𝗺𝗮𝗻 キ 𝘫𝘪𝘩𝘢𝘯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora