Joshua siempre se consideró un alfa romántico. Una persona amante del amor, podría decirse.
Durante su adolescencia tuvo un par de relaciones, fueron dulces pero no lo suficiente para durar más allá de una etapa. Luego comenzó su práctica en la academia de bomberos y el tiempo para las citas y el romance se esfumó. Claro, tuvo algunas citas con algunos compañeros pero nada que acelerara su corazón.
Es entonces que se rinde, al menos temporalmente, culmina sus años de formación y comienza a trabajar. Se siente pleno, se siente bien haciendo lo que soñó hacer desde niño, sin embargo, algo le falta; Joshua no solo deseaba ser un héroe que salva vidas, también alguien que tuviera una familia.
Quizás este deseo provenía de querer tener una relación tan bonita como la de sus padres, ambos amorosos y buenos, tenían décadas enamorados y para un alfa pequeño como lo fue Joshua se convirtió en una meta que cumplir en un futuro.
Incluso una vez después de un año siendo bombero de forma oficial, el amor parecía muy lejano de tocar su perta. Su madre le decía que sea paciente, que podría llegar en cualquier momento, pero desde niño era un alfa un poco impaciente.
Con 25 años, ya veía un futuro cercano donde cuidaba perros y veía películas románticas en el sofá de su casa, aburrido y despechado.
Una semana exacta después de aceptar su destino, fue que sintió por primera vez en mucho tiempo, su corazón latir en una balada romántica cargada de ilusión. No pretendía ser evidente, definitivamente no quería asustar al bonito chico.
Tenía una voz melodiosa y unos encantadores ojitos. Fue hermoso verlo sonrojado, contándole con vergüenza el accidente con un postre. Se sintió en demasía torpe por no haberse atrevido a nada más, y se reservó a decir lo básico para regresar a su vehículo. Condujo nuevamente hacia el cuartel, murmurando y refunfuñando.
¿Había perdido la práctica? Su mente se quedó en simple blanco que ni siquiera ideó una manera de saber siquiera su nombre.
Se resignó a no volver a ver al lindo omega de aroma atrayente.
La vida lo sorprendió cuando pudo verlo en una segunda ocasión. Se sintió afortunado, ahí estaba, atendiendo una segunda llamada por unas tostadas quemadas. Trató de no lucir embobado, lo mantuvo dentro, y solo atinó a darle un cumplido a las pantuflas del chico antes de despedirse otra vez.
Inconscientemente en su memoria se grabó un fragmento de aquella dirección, en cada ocasión observaba con algo de esperanza verla en las alertas. Fue así que las visitas al bonito omega castaño se hicieron graciosamente frecuentes.
El chico parecía seguir quemando la comida, una y otra vez. Joshua no se quejaba, al final, gracias a ello podía compartir un par de palabras con Jeonghan. Ah, hasta su nombre era adorable. Sin duda, le robó el corazón con facilidad.
Parecía el destino, ambos comenzaron a enamorarse perdidamente y eventualmente una historia de amor nació.
Desde comida quemada, flores, deliciosos postres que Jeonghan aprendió a cocinar y no quemar para compartir con el alfa, sus circunstancias fueron inusuales, pero dignas de un romance único que no todo el mundo podría presumir de vivir.
Compartieron sus celos, hicieron el amor, y el alfa podía ir por la vida diciendo que era pareja del omega más hermoso existente, próximamente esposo Yoon Jeonghan, el tierno chico que conoció debido a incendios culinarios.
Todo lo que soñó se estaba cumpliendo, incluso un pequeño cachorro en camino, fue la ceraza de un pastel que Joshua finalmente podía saborear.
Tal vez su madre tenía razón, y aunque tardó un poco, lo bueno se hace esperar. Y no había amor más bonito, que el que llegó después de esa primera llamada.
FIN.
221101
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𝗙𝗶𝗿𝗲𝗺𝗮𝗻 キ 𝘫𝘪𝘩𝘢𝘯
Fiksi Penggemar❝-Un omega tan bonito como tú no debería correr tanto peligro.❞ Jeonghan es un joven omega universitario que apenas sabe lo que es cocinar adecuadamente y Joshua es un alta del departamento de bomberos que acude a su rescate. 𖤐jh top/alfa + jh bttm...