Capitulo 40

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Valentina no podía negar que estaba muy intrigada por saber qué clase de vida tenía hasta antes del accidente, durante el coma había vivido en un mundo de "fantasía" donde no tenía una buena relación con sus padres, se sentía sola a pesar de tener a Carolina y Mariana que por cierto no las había vuelto a ver, tampoco había preguntado por ellas, era perfecta en todo y su vida amorosa no había sido buena hasta que Juliana Valdez se había fijado en ella y la había enamorado, cambiando su vida por completo.

Y ahora estaba allí, con una vida pasada en blanco y recuerdos falsos, pero Juliana Valdez estaba allí ¿Seria eso una señal? Con lo poco que la había tratado, la ojicafe había sido amable, educada, paciente, inclusive cariñosa con ella, no había sido odiosa, no había sido grosera, tampoco había soltado ningún comentario egocéntrico como la Juliana de sus recuerdos, parecía ser una chica tranquila y responsable.

Pero la pregunta del millón era ¿Cuántas mujeres habían pasado por la cama de esta Juliana Valdez hasta pedirle matrimonio? O bueno no sabía si ella se lo había pedido, pero era algo que debía y tenía que averiguar, claro que lo haría.

-¿Qué es lo que quieres saber? - le pregunto la ojicafe sacándola de sus pensamientos, ambas estaban sentadas en los muebles de la sala mirándose detenidamente-

-Todo Juliana...

-Ya sé que quieres saber todo, pero necesito saber que es todo - suspiro - No quiero que lo que te vaya a contar te haga daño, Mariana dijo que no había que forzarte a...

-Se lo que dijo Mariana - la interrumpió - Pero esto no se trata de ella o de lo que haya dicho, se trata de mí, necesito saber quién soy Juliana, necesito sacarme esta angustia - sus ojos se ponían llorosos-

-Lo siento, si no hubiese sido por mi tu... - bajo su cabeza volviéndose a sentir culpable-

-No fue tu culpa... - le dijo sinceramente y la ojicafe la miro sonriéndole de lado, Valentina no quiso perder más tiempo y decidió continuar - Ya sé que soy de Miami, que tengo veinticuatro años y que mi relación con mis padres era de la mejor...

-Eran los mejores padres del mundo - le aseguro y suspiro - Ellos te amaban, siempre estaban para ti cuando los necesitabas, cuando te graduaste del colegio y te aceptaron en la NYU no quisieron dejarte sola así que decidieron venirse contigo, no querían que su única hija estuviera sola en la gran manzana... -volvió a sonreír recordando a sus suegros - También eran como mis padres... - no pudo evitar que unas cuantas lagrimas rodaran por sus mejillas, eso le encogió el corazón a Valentina, quiso acercarse y abrazarla pero no pudo, algo la detuvo-

-Me gustaría tanto poder recordarlos, es difícil no tener conciencia de todo el amor que me dieron, porque es como si tuviera un gran vacío en mi corazón que muy difícilmente podre llenar - nuevamente las punzadas de dolor atacaban su corazón, se hizo la fuerte, no quería llorar, si lo hacía se pondría como un bebe y no pararía, respiro profundamente y regreso su mirada a la ojicafe -¿A que me dedico? - cambio de tema-

-Eres Doctora, te especializaste en Pediatría, incluso te graduaste antes de tiempo, eras una de las estudiantes con mayor puntuación de tu Facultad y de la Universidad - hizo una pausa y prosiguió - Te graduaste con los más altos honores - Valentina sonrió, después de todo, algo había en común con su vida real y la vida de su sueño, en las dos había sido la estudiante modelo y la medicina era su pasión - Trabajas en el mismo hospital en el que estabas hospitalizada, eres la jefa del área de pediatría...

-Vaya - no pudo evitar sentirse orgullosa de sí misma, pero a la vez ese orgullo se desvaneció, no recordaba nada, no recordaba haberse graduado, ni mucho menos haber estudiado o haber hecho los méritos suficientes para obtener su título ¿Tenía que empezar desde cero? Probablemente sí.

Agradecía el hecho de que no hubiera olvidado como leer y escribir y aunque le parecía raro, por lo menos no estaba tan perdida.

-¿Estas bien? - la ojicafe le pregunto mirándola preocupada-

-Si... si estoy bien... - se removió incomoda, el corazón se le aceleraba de tantas emociones, se sentía bipolar - Creo que es mejor continuar...

-No lo creo - murmuro y la castaña la miro confundida - No quiero que tu cerebro sufra con tanta información...

- Pero yo...

-Lo mejor será continuar mañana, es lo mejor Val - la miro suplicante esperando que aceptara-

-Está bien - dijo resignada-

-Bien - se quedaron en silencio sin saber que decir, era un silencio incomodo, de esos a los que Juliana no estaba acostumbrada y que le gustaban, decidió romperlo expulsando las palabras que le había querido decir a Valentina, desde que supo que había perdido la memoria -Sé que nuestra situación es difícil ya que no me recuerdas, es decir recuerdas a una Juliana que posiblemente no tenga nada que ver conmigo - la castaña la miro atenta - Pero estoy aquí contigo Val, no me iré - le aseguro - No me importa si tengo que volver a escribir nuestra historia, lo haría mil veces porque te amo - Valentina abrió la boca intentando decir algo pero nada salió - No me rendiré Val - dijo decidida levantándose, se acercó y le dejo un beso en la frente dejándola muy confundida-

Una hora más tarde después de la deliciosa cena que Juliana le había preparado ¿Ahora resulta que Juliana cocinaba? En su sueño la que lo hacía era Mariana.

-¡Demonios Valentina! Tienes que olvidarte de esa vida, no fue real y nunca lo será - se recrimino y se detuvo frente a la puerta de su habitación, bueno la de ella y Juliana, se sentía raro decirlo cuando ni siquiera recordaba haberla compartido, rodo los ojos y entro de golpe llevándose una gran sorpresa-

-¡Oh Por Dios! - abrió sus ojos como platos, Juliana estaba frente a ella como Dios la trajo al mundo-

-¡Valentina! - se exalto la ojicafe-

-Dios lo siento no sabía - la miro de arriba hacia abajo, recorrió su abdomen, sus pechos, sus piernas y detenía su mirada en su... abrió la boca sin poder formular palabras, el cuerpo de Juliana la había dejado sin palabras-

-Yo... - buscaba algo para taparse, torpemente agarro un portarretrato y cubrió sus partes sin darse cuenta de que era una foto de Valentina, que enseguida alzo una de sus cejas-

-¿Esa no es una foto mía? - le señalaba su entrepierna que era la único que se le había ocurrido a Juliana taparse, dejando a la vista sus hermosos pechos-

-¿Cómo? - alzo el portarretrato viendo que la castaña decía la verdad dejando nuevamente al descubierto su pene - ¡Oh por Dios lo siento! - la miro avergonzada y se dio cuenta de la mirada de la castaña y se puso roja como un tomate - Yo... - se volvió a cubrir colocando la foto de frente-

-Creo... creo que mejor espero a que te vistas - salió rápidamente y se recargo en la puerta, trago saliva pesadamente, se sentía caliente y abrumada, ver desnuda a la ojicafe le habían traído recuerdos de la Juliana de su sueño y de ella misma sobre una cama entregadas a la pasión.

No podía negar que se sentía atraída, al fin de cuentas Juliana era su esposa, con la que muchas noches seguramente hizo el amor, era la misma Juliana con los ojos más hermosos que había visto, con la sonrisa encantadora que derretía a cualquiera y con ese cuerpo sexy... ¡Dios se sentía tan excitada! Y además ¿Esta Juliana la tenía más grande que la Juliana de su sueño? Definitivamente si, sacudió su cabeza recuperando la compostura, iba a enloquecer, suspiro y se fue a la cocina por un vaso con agua.

Beside You - Juliantina G!p (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora