Ese día se sentía diferente. Cómo si no existiera tristeza en aquel chico, como si todo su dolor se hubiera desvanecido en un segundo. Un ligero malestar no lo dejaba tranquilo, su espalda dolía con cualquier mínimo toque en esta. Sus ojos estaban más que hinchados y con ligeras marcas rojas a sus costados. Estaba hecho un desastre físicamente, esa noche solo pudo sentirse culpable y una jodida mierda, una parte de él seguía viva. Pero la otra estaba más que muerta.
Probablemente él estaba muerto