03/10/22
Quería besarlo.
Besar cada parte de ese bello chico hasta dejar marcada cada extremidad de él, acariciar su torso delicadamente como si se fuese a romper con un mínimo toque, deleitarse con su dulce aroma, morder su cuello hasta dejar su marca. Haciéndolo así completamente suyo.
Pero no lo haría, aún si una parte de él quería devorarlo sin piedad alguna de una manera sexual. No lo haría y no se lo permitiría hacerlo.
Quería tenerlo a toda costa, tener cada parte de él en sus manos y quitarle el privilegio de ser libre por su egoísmo, pero no lo haría por ninguna manera.
Lo haría suyo de una manera dulce y encantadora
No siempre sería posesivo y celoso, no siempre sería su dueño y no lo era. Debía darle su espacio y amarlo dulcemente.
Porque aunque él era una bestia, su amado era un príncipe y debía darle el amor que nunca obtuvo, debía hacerlo sentir amado verdaderamente. Y no como un objeto sexual.
Él lo amaba verdaderamente y se prometió que no lo dañaría nuevamente.
— Hannie !!
