El Don De Hades

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Narrador omnisciente

hace 226 años atrás en algún lugar

Hace muchos años atrás a una pareja le costaba mucho concebir, ya tenían un hijo, pero ellos añoraban poder llegar a tener otro hijo fruto del profundo amor que sentían el uno por el otro, pero desgraciadamente este deseo no se le cumplía.

Así que un día harto de no conseguir su mayor deseo decidieron ir a pedir el consejo de las hechiceras de la manada y estas les dijeron que hicieran el ritual de los dioses, le ofrecieran algo a los dioses y pidiesen sus mayores deseos. Eso hizo la pareja, sacrificó a uno de sus animales en nombre de sus dioses, pero estos se negaron a tal deseo ya que hacía poco los dioses del Olimpo habían creado a un ser y ese era el temible Jack.

Pero la diosa Deméter les dijo a ambos que invocaran a Hades y que ella también los ayudaría porque le debía algo, a la pareja que actualmente gobernaba el inframundo.

Ellos sin dudar volvieron a hacer el ritual, pero se centraron en invocar al dios de las tinieblas, al dios del inframundo, a Hades, todo aquel que escuchaba su nombre temía de lo que le podía ocurrir. Pero si la diosa de la fertilidad se lo recomendaba no eran quien para dudar de sus dioses.

H- ¿Quiénes sois? ¿Y porque pedís por mi visita... Lobos? - llegaba ese hombre alto, piel blanca, ojos de color negro intenso, un rostro angelical, labios rojos como la sangre y sus cabellos negros como el azabache y lacios, cuerpo musculoso. Un digno dios.

Cl- Lamentamos interrumpirlo señor, pero.... Hemos pedido a los del Olimpo y nos lo han negado, pero Deméter nos dijo que tú nos lo darías. - habla la esposa levantándose ya que no se había atrevido todavía a mirarlo.

H- ¿Y daros el que exactamente? - se cruza de brazos sin dejar de perder esa postura imponente.

M- Un hijo. -dijo aquel hombre sin más preámbulos - No somos bendecidos con uno, hemos dado todo de nuestra parte, pero no tenemos esa dicha. Tan solo queremos otro bebé. Tal vez usted nos pueda dar la dicha con la ayuda de Deméter.- el parece pensarlo y camina cerca de nosotros.

H- No sé si Perséfone éste de acuerdo con esto, yo no hago estas cosas, pero lo entenderá o al menos el día que vuestra hija baje al inframundo. - la pareja lo mira sin entender- Os lo concederé. - sonríe un poco travieso- Pero, tiene que tener mis dones y no son una tontería, sé que será Alfa de alfas, pero tendrá aún más fuerza, ira desarrollándolos una vez tenga la marca de su Mate. - sin entender nada Mike estaba perplejo ¿Como iba a ser Alfa si ya tenían a su hijo Chris para el puesto?

Cl- ¿Y cuáles serán esos dones? - le pregunta Clara curiosa.

H- Los mismos que los míos prácticamente querida, poder sobre los muertos, poder sobre la invisibilidad y de las riquezas, podrá manipular mucho la muerte, Pero esos detalles se los daré cuando llegue el momento-les sonríe a ambos futuros padres- ¿Aceptan el trato? - ellos asienten sin dudar ya que estaban sumamente desesperados.- Muy bien, contactaré con Deméter y muy pronto serán padres de una criatura bendecida por el dios del inframundo, sabrán que es por mí por sus ojos únicos, verdes grisáceos, algo inigualable capaz de hechizar a todo aquel que los mira.-les sonríe y desaparece.

Tal como había prometido ese dios 9 meses después la manada tenía a su segunda hija, Lauren todos los de la manada estaban asombrados con esa pequeña niña, era tan hermosa, pero a la vez se sentía tan fuerte cuando era tan solo una cría.

Fue creciendo y era la niña más fuerte de la manada, haciendo los mejores entrenamientos, las mejores tácticas, estrategias, ganándose el cariño de toda la manada, siempre poniendo a los demás primero, también era algo ambiciosa, pero era normal. Pero de lo que más pecaba, era de lujuriosa, las mujeres eran su perdición, hasta que una en concreto lo fue a la cual ahora está atada de por vida.

Mi mate una sirena- Camren GipDonde viven las historias. Descúbrelo ahora