Estar arrastrando al de ojos bonitos es cansado, pero por fin logré llegar a mi cueva.
- Porque será que tú raza odia tanto a los de mi especie, yo solo quiero sobrevivir. - Suspiro cansado, miro a mi alrededor y me doy cuenta que faltan unas cosas para poder ayudar al chico inconsciente. - Volveré pronto, espero que sigas dormido, te cuidare, okey? Bueno, no tardó.
Salí buscando primero hojas "Blue" así podré sanar la herida que yo mismo cause, estoy un poco avergonzado, cómo le explicaré cuando se despierte que yo no quería hacerle daño, pero atrás de él estaban muchos como yo, que al verme quisieron quitarme al chico, no podía permitir aquella atrocidad, así que lo único que pensé, fue morder lo y traerlo al bosque.
Ahora que tengo las hojas, iré por ramas, algunos insectos que ayudarán en su curación oh y también tendré que ir a cazar, pero primero, volveré a casa con todo lo que ya tengo.
-Hola ojitos, volví, es bueno que sigas dormido, así lo que haré no te dolerá tanto, vamos a ver esa herida.- Me dispuse a revisar muy bien la herida, aún estoy avergonzado por qué yo la hice.- Auch- hago una cara de dolor al sentir la flecha entrar aún más en mi hombro, debo de sacarla, pero primero, debo curarlo y buscar comida. - Tienes buena puntería, eres listo, y lindo, pero eso no significa que la pagarás cuando despiertes, debes de ayudarme a curar esa herida.
Ahora que había acabado de revisar su herida, pude hacer las curaciones, al terminar, se veía su rostro más tranquilo, así que supuse que estaba mejor.
- Listo, quedaste limpio, y con tus curaciones, ahora saldré por comida, si te despiertas, espero no te enojes porque te estuve tocando la pierna, ¡así que no te enojes! Porque tú me lastimaste igual, quieto, quieto.
Salí de la cueva para ir al bosque a buscar comida.
- Relampagos, que mierda me pasó, ah, dónde estoy, me duele todo, - Miro mi pierna y veo que está vendada con unas hojas azules, luego, observó a mí qlredor para darme cuenta que estoy en una cueva, estoy encima de una cama de hojas, o eso creo que es, están unas ramas filosas cerca de mi, por lo que tomo una y al escuchar ruido me enderezó un poco más, listo para dar pelea al quién esté afuera.
- Vaya, despertaste ojitos bonitos, que bueno, traje la comida, espero sepas cocinar "Coyote a la naranja" ya tengo todo listo, pero como te cure, me debes una cena. -Me miro de una forma coqueta, divertida, infantil y molesta, que no supe cómo reaccionar, aparte, estoy hablando con un maldito híbrido, y no solo eso, el fue quien me causo la herida!.
- Oh, ¿estás enojado?, Espero que no, porque los dos estamos lastimados cómo para luchar otra vez, es más, ayúdame a quitarme está flecha del hombro. - El chico se acercó a mi, dejando al coyote cerca del fuego y las naranjas, mientras traía consigo las mismas hojas azules, algunos frascos que parecían contener aceite.
- Ahora, sácame esa maldita flecha, que me duele!. - Me dijo eso, con sus bonitos ojos bicolor, y como aún estoy un tanto estúpido por despertar hace poco, lo hice, son pensar y sin cuidado.
- ¡Maldito! Tan siquiera avisa.
No pude evitar reírme de su cara enojada, mientras el me veía totalmente enojado.
- ¿Qué es eso que estás poniéndote?
- Son unas hojas sanadoras, y esto - señala los frascos con contenido sospechoso - son aceites, los he traído para nuestras heridas, sanarán pronto.
No puedo creerlo, hace unas horas estaba pelando y matando a los de la especie de este tipo, y ahora me encuentro charlando como si fuéramos amigos de toda la vida, vaya situación la mía.
- Bueno ojitos, estoy esperando.
- ¿Esperando? - lo mire incrédulo, no puedo creer que este chico me diga que está embarazado.
- Así es, estoy esperando.
- Carajo y eso a mí que?
- Esperando a qué me pidas perdón y hagas de comer baboso!. - Nos miramos retando al otro, una guerra de miradas, me gusta, solo yo ganaré.-
- Ahora, ojitos bonitos, prepara la comida mientras duermo, que fue difícil traer tu cuerpo inconsciente hasta mi hogar, para después curarte y traerte lo necesario para que hagas de comer, antes no caí rendido.
- Okey, gracias y perdón. -Espera, ¿le hice caso a este idiota? Cómo es posible...
- Excelente ojitos, ahora haz de comer, que yo dormiré.
- Está bien. - Rayos, porque le hago caso? Aún así, me levanté y empecé a hacer la comida.