Despertó con el sonido del despertador, usualmente se despertaba poco antes de que este sonara pero el día anterior había dormido realmente tarde, todo por la preocupación de su descubrimiento. Siguió la rutina de siempre, bañarse, arreglarse, desayunar algo y salir de la casa hacia su trabajo, sólo que esta vez se quedó unos minutos más en su casa antes de salir. Siempre llegaba temprano, era lo usual, esta vez incluso con el leve retraso llegó temprano.
Se notaba afectado, ahora tenía muchas cosas en la cabeza, pero aún así mantenía una sonrisa, preparandose mentalmente para otro día de trabajo.Durante su descanso fue visitado por Douma, quien saludó tranquilamente antes de buscar un sitio para sentarse cerca, ellos no eran lo que uno podría llamar amigo, eran más bien conocidos que se llevaban bien, así que sus visitas se limitaban a cosas de trabajo, fue raro verlo en el descanso, aunque lo fue menos cuando también llegó Akaza, pasaron el resto del tiempo que tenían platicando, aunque una buena parte fue Douma explicando que Inosuke era amigo de Tanjiro y Nezuko por el jardín de niños, también del niño rubio cuyo nombre es Zenitsu.
Toda esa plática le ayudó a calmarse, pudo hacer correctamente el resto de su trabajo antes de que finalmente pudiese retirarse a su hogar.Al llegar lo primero que hizo fue revisar sus mensajes, específicamente las respuestas de su madre ante su llamado de ayuda.
Era raro que pudieras sentir la tranquilidad que ella emanaba incluso a través de los mensajes. "Toma tu tiempo, relájate y después agradecería si me llamaras para poder hablar de esto" ahora estaba tranquilo, pero aún había cierto temor al respecto, le tenía mucha confianza a su madre, ella era madura pero también muy cariñosa y comprensiva con su familia, cosa que él apreciaba enormemente, sobre todo en esos momentos. Tomó un respiro antes de marcar, la llamada fue respondida bastante rápido, quizás más de lo que debería, podría ser que su madre estuvo ansiosa también, tal vez creía que su hijo se sentía peor de lo que en realidad estaba.—Hola, mamá –Saludó, su voz fue algo baja, más de lo que le hubiera gustado, estaba nervioso, más cuando el saludo fue respondido– Tengo que disculparme por llamarte hasta ahora –Para él no lo parecía así, pero inconscientemente estaba desviando el tema.
—No hay problema, tienes tu trabajo que atender –La voz de aquella mujer era serena, una voz de alguien a quien podrías confiarle cualquier cosa sin temor alguno. Ella de base sabía que su hijo estaba desviando el tema, básicamente porque él era bastante directo– Kyojuro, sabes que puedes confiar en mi, ¿Cierto?
El silencio se hizo presente por algunos segundos, y es que Rengoku lo sabía, sabía que si a alguien podría contarle todo el asunto era a su madre, y no es que tuviera miedo de hacerlo, si no que aún no estaba del todo seguro de cómo se sentía.
Después de un par de segundos que se sintieron eternos pudo aclarar su mente, tallando levemente su rostro con una mano mientras que con la otra sostenía el teléfono-—Si, confío en tí –Ahora sonaba un poco más tranquilo, más como normalmente lo era. Emitió un suspiro antes de hablar– Tengo un vecino que no conocía antes, él es muy serio y tranquilo, casi no habla, pero sé que le gusta escuchar, puedo tener conversaciones agradables con él, es muy considerado. Tiene dos hijos, son niños educados y amables, tienen un corazón de oro –Kyojuro no podía evitar hablar con cierta ilusión, su voz sonando con genuina emoción e incluso algo de amor, y si bien él era de poner su pasión en todo lo que hacía, ahora parecía ciertamente especial– Pero ni siquiera sé si está soltero, lo veo siempre sólo con sus niños, pero creo que esté disponible, y de estarlo no se si le gusten los hombres.
Ante las últimas partes de lo que habló pudo notarse cómo su voz cayó un poco, pasando de la ilusión a una leve decepción, sus puntos eran ciertamente válidos, es decir, que tuviera hijos significaba que en algún punto estuvo con una mujer, o al menos eso creía, y aunque fuera alguien seguro de sí mismo no podía evitar que en ese tema se viera un tanto decaído, no era fácil estar enamorado, podía decir que jamás se había sentido así por alguien, jamás había sentido las ganas de compartir su vida con alguien de forma romántica. Además, estaba el pequeño niño del orfanato, a quien cada vez parecía considerar más y más empezar el proceso para poder llamarlo su hijo, tener tres niños no sería para nada algo fácil.
Talló su rostro, parecía que había pasado ya una eternidad, una eternidad entre él rodeado de pensamientos negativos, casi listo para negarle a su corazón la oportunidad de enamorarse y tener a alguien más a su lado. Fue cuando escuchó la voz de su madre que se dio cuenta de que probablemente a penas habrían pasado un par de segundos.
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Juntos [RenGiyuu]
FanfictionKyojuro Rengoku, soltero, con un sueldo relativamente bueno, con una casa sola sin mayor responsabilidad. Eso no suena nada mal, pero él realmente siente que le falta algo, algo que cierto niño le ayudará a descubrir.