Habían pasado dos semanas desde aquél extraño suceso. Siendo la persona tan amable que era, Kyojuro no pudo evitar llamar a aquél número proporcionado por ese hombre, desde ese momento mantuvieron contacto, le gustaría poder hablar más con él, pero desde que salió de la estación de policías se dedicó a cambiar varios aspectos en su vida.
Volvió a procurar a sus amigos mandándoles mensajes a diario, estableciendo días para poder verse, disculpándose por haberlos dejado por tanto tiempo. Ellos lo entendieron, principalmente su querida amiga Mitsuri Kanroji junto al tan serio Obanai Iguro, a quienes consideraba familia pues tenían un lazo bastante fuerte. También estuvo Tengen Uzui, su mejor amigo, quien sólo pidió que eso no se repitiera o lo golpearía, lo cual se pudo comprender perfectamente.
En tan pocos días pudo sentirse feliz, vivo, sentía que aquél carácter que tenía cuando era un poco más joven volvería, eso le gustaba.
Muchas veces se encontró a si mismo viendo desde la ventana de su habitación el paisaje que lo rodeaba, pensando en el pasado, sobre los errores cometidos, pensaba que con una o dos acciones pudo haber cambiado tanto, sin embargo no podía volver el tiempo, lo que si podía era tratar de enmendar lo que había hecho mal, corregir todo antes de que fuese muy tarde.En ese momento, sábado por la noche se encontraba en su hogar junto algunos de sus amigos, ellos charlaban de cosas triviales sin mayor importancia, la noche era era joven así que el ambiente era sumamente tranquilo, estaban esperando a una chica que formaba parte del grupo de amigos, ella ya había mencionado que llegaría un poco tarde, por lo que no les parecía extraño que no estuviese ahí.
El rubio se permitió suspirar, realmente se sentía tonto por haber abandonado a ese pequeño grupo, todos los malos ratos que se pudo haber ahorrado, pero ahí estaba, dicen que las personas vuelven a donde son felices, él estaba de acuerdo con ello.
Alguien tocaba la puerta, a lo que su buena amiga Mitsuri fue a abrir, como estaban en la sala pudieron ver que llegaba aquella mujer de pelo azabache con puntas moradas del mismo color que sus ojos, sin embargo no estaba sola.
Junto a ella estaba un hombre de pelo negro y ojos azules, tenía una expresión seria pero se podía ver fácilmente su incomodidad, de alguna forma, Kyojuro lo reconoció, sintió que ya había visto aquél rostro con rasgos tan finos, su memoria no era mala, sabía que si lo reconocía era por algo, pero no lograba deducir porqué o de dónde lo conocía.
Kanroji los hizo pasar, mientras Shinobu presentaba a su acompañante (cuyo nombre era Giyū Tomioka) y explicaba que lo había llevado con ella pues quería que conociera a las personas en ese grupo.
Durante la velada, constantemente el azabache y el rubio se dirigían miradas el uno al otro, ambos tenían ese sentimiento, ambos creían conocerse desde antes, pero realmente no sabían porqué.
La noche avanzaba y poco a poco cada uno se iba retirando a su propio hogar, llegó un punto de la noche donde sólo estaba Shinobu, Tomioka, Uzui y obviamente Rengoku. La plática era sumamente amena a pesar de que las personalidades de los cuatro eran muy distintas, tanto Kyojuro como Giyū habían dejado de pensar en si se conocían o no, habían disfrutado de aquella pequeña reunión, el rubio quedó encantado ante aquella personalidad tan reservada y tranquila, mientras que el azabache estaba encantado por esa personalidad tan viva, tan alegre.
Pasó el tiempo, finalmente Shinobu junto al azabache tuvieron que retirarse, dejando sólo a Kyojuro con Uzui, ambos estaban más tranquilos de lo usual, sólo charlando con tranquilidad.—Kyo, recuerdas a Kagaya? —De repente mencionó el albino, confundiendo un poco al contrario, este no necesitó pensarlo mucho, sabía perfectamente a quien se refería.
—Claro, como olvidarlo, cuando lo conocí me impresionó mucho, creí que sería alguien alzado por su posición, pero fue sumamente amable y tranquilo, una gran persona. Aunque no entiendo porqué lo mencionas ahora.
—Bueno, sabes que me gusta estar informado y que tengo oídos por todas partes, uno de mis contactos me dijo que ese hombre tenía planes de reabrir ese viejo instituto, me parece una idea muy llamativa, así que, si yo fuera tú estaría muy al pendiente, quizás sea tu oportunidad.
Kyojuro lo pensó, sabía a qué edificio se refería, era una vieja preparatoria/secundaria sumamente grande, hubo un incendio que si bien, no acabó con la vida de nadie, terminó por destruir una gran parte del lugar, los gastos de reparación eran muy grandes así que cerraron el lugar sin dar una segunda oportunidad, después de todo había más institutos por la zona.
Nadie se había interesado ni por el instituto en si, ni por el terreno. Definitivamente eso era una pena, pero si aquél hombre decidía invertir para reparar el lugar y volver a iniciar sería una gran oportunidad.
El rubio tuvo que agradecer a su amigo por la información, pidiéndole que si averiguaba más al respecto o que terminara por confirmarse que le avisara, él sabía que si Uzui se lo proponía podría sacar toda la información desde el inicio con fecha y hora exacta, pero tampoco le pediría eso, sólo quería tener una pequeña esperanza a la cual aferrarse.Uzui finalmente tuvo que irse, prometiendo que lo mantendría al tanto sea cual sea la situación. Estando ya en la soledad de su hogar se puso un tanto nervioso, había algo rondando en su cabeza, no podía no pensar en aquél niño, se preguntaba cómo estaba, desde que empezó a hablar con Himejima había tratado de evitar directamente sobre el niño, cuando estaba solo en momentos así su mente siempre terminaba divagando hacia ellos. Tomó un suspiro antes de tomar su teléfono.
No importó la hora, estaba llamando a ese número con la esperanza de que alguien respondiera, sería rápido, sólo quería saber cómo estaba el pequeño, sólo eso, nada más.
Esperaba que alguien respondiera, el timbre sonaba...cuando estuvo a punto de colgar una voz al otro del teléfono lo detuvo, era la voz de aquél hombre, sintió los nervios recorrer todo su cuerpo pero tuvo que calmarse para poder hablar bien, después de todo se conocían un poco, Kyojuro sabía de base que Himejima era un hombre bastante amable, aunque se preguntaba si lo había molestado habiendo llamado tan tarde.—Hola, lamento mucho molestarlo tan tarde, es sólo que estaba algo preocupado por el bienestar de Muichiro, creo que hasta ahora no eh preguntado eso, me tenía algo intranquilo –Estaba meditando un poco (mucho) sus palabras, no quería decir nada que se escuchara fuera de lugar o como si no le interesara.
Lo que no sabía es que al otro lado del teléfono estaba un sonriente Gyomei, él estaba feliz de que el rubio se interesara de alguna forma en el pequeño, eso era un paso más.
Por otra parte, si simplemente le decía que el niño estaba bien seguramente no habría más avances, debía pensar algo pero tampoco quería mentirle a Kyojuro pues él estaba mostrando amabilidad y buena voluntad como para empezar a mentirle así, definitivamente no era algo que quería hacer.Lo pensó un poco, con eso fue suficiente para tener la respuesta en sus manos.
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-----------------------------------------------------------Me costó mucho escribir esto, ahora voy a descansar mi cerebro JSJSJ
Espero poder traer el próximo capítulo pronto, gracias por leer esto, se cuidan <33
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Juntos [RenGiyuu]
FanficKyojuro Rengoku, soltero, con un sueldo relativamente bueno, con una casa sola sin mayor responsabilidad. Eso no suena nada mal, pero él realmente siente que le falta algo, algo que cierto niño le ayudará a descubrir.