Capitulo 3

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Elián

  Bronx, Nueva York

Recién salía por la puerta oxidada del viejo gimnasio donde solía entrenar por las tardes, en el exterior me recibió la brisa fresca de una tarde nublada donde pocas gotas de lluvia caían del cielo, pase la mano por mí ya largo cabello castaño antes de colocar la capucha de mi sudadera negra para comenzar a caminar por la húmeda vereda mientras observo la poca gente que transita, algunas personas miran mi deplorable aspecto a lo que les dedico una mirada de pocos amigos. El otoño ha envuelto las calles de Bronx con sus característicos colores, al igual que los adornos de Halloween el cual se acerca, aunque son pocos los adornos que se pueden observar.

Mi viejo Mustang de nuevo se encontraba en el taller donde trabajo o más bien trabajaba, me toca caminar algunas cuadras hasta el bar de Vincent, pero no me importa. Algunas veces salgo a caminar sin rumbo alguno cuando me encuentro estresado o enojado, aunque a veces no es buena idea y lo mejor es sacar mi frustración con un saco de boxeo.

Tal vez sea temprano para tomar ya que son solo las 4 de la tarde pero que importa.

Después de 15 minutos logro ver el característico letrero mal puesto del bar, cuando será el día en que Vincent arregle eso. Me detengo delante de la ventana del local donde miro mi reflejo, uno de mis ojos verdes es opacado por un gran moretón a su alrededor, aparte de que se encuentra medio cerrado lo que me impide ver bien y ni hablar de mi nariz rota cubierta por una gasa, por suerte no fue grave pero si duele como la mierda, sumándole unas ojeras muy notorias, varios moretones en el resto de mi rostro, el labio roto, mi barba de varios días, mi cabello largo y mi desaliñada vestimenta poco me falta para parecer un pordiosero, pero realmente estos días han sido una mierda.

Me siento jodidamente mal, pero eso no me impedirá embriagarme es más es la medicina que necesito.

Por la golpiza que me dieron no había podido salir en una semana pero ahora que retomo la rutina me va como la mierda.

Bueno no es momento de ponerme a pensar mierda, niego con la cabeza mientras abro la puerta café de madera.

Al entrar escaneo el lugar con la mirada, era un local pequeño de un solo piso con las paredes color gris oscuro y la decoración un tanto rustica, como era temprano no se encontraba muy abarrotado, mis ojos van directo a la barra que por cierto llamaba la atención que del techo justo donde se encontraba la barra colgaban una especie de lámparas con botellas de Whisky junto con un foco dentro de cada una que le daba un toque peculiar al lugar, la barra se encuentra libre salvo una chica que esta tras ella limpiando con un trapo la superficie de la barra, tomo asiento en uno de los bancos que hay en la barra a lo que la chic alza la mira hacia mí con una expresión de asombro y a la vez susto.

«Si tengo la cara golpeada como la mierda»

—Dame una cerveza.

Me da una mirada de lastima antes de voltearse para traer mi cerveza.

Tenso la mandíbula, odio que me miren así.

En cuestión de segundos ya tengo una botella de cerveza delante de mí, doy un largo trago saboreando el amargo sabor de la cerveza mientras le lanzo una mirada para nada amistosa a la chica quien inmediatamente desvía la mira y se da la vuelta yéndose a no sé dónde, vuelvo a dejar la botella en la barra.

Miro un momento las servilletas rojas que hay en la barra, tomo una de ellas y comienzo a hacerle unos dobleces hasta tener la forma de una pequeña flor, hacer esto me ayuda a relajarme...

— ¿Qué es eso?

Me sobresalto cuando escucho que preguntan a mis espaldas, inmediatamente escodo lo que hice con la servilleta y me volteo encontrándome con Gia una de las camareras del lugar con una sonrisa que se desvanece en cuanto ve mi rostro.

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⏰ Última actualización: Oct 08, 2022 ⏰

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