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Gotas de lluvia se deslizaban por el ventanal de la sala de Jake, donde ahora se encontraban Heeseung y el ya mencionado.

Ambos estaban sentados en el frío piso, acompañándose con una tasa de chocolate tibio que hicieron minutos atrás, y observando cómo la lluvia golpeaba cada vez más y más fuerte, a su vez que cada uno estaba envuelto por grandes toallas para cubrirse del frío.

Afuera del pequeño departamento, la temperatura bajaba.

Heeseung sólo pensaba cómo podría llegar a su casa. Debió aprovechar y seguir su camino hasta su hogar, pero ya era un poco tarde.

Como si de un lector de mentes se tratase, Jake con tan sólo mirar por unos largos segundos la cara de preocupación que mostraba su amigo a su lado, ya sabía lo que podría estar molestando al mayor.

- Si quieres puedes quedarte hasta mañana. Afuera se ve peligroso y no hay ningún problema si te quedas — Sugirió Jake.

Su cuerpo temblaba un poco, pero no supo diferenciar si era por sus nervios o por la baja temperatura. Quiso creer que era por lo segundo.

Esperaba una respuesta mientras tomaba un sorbo de su taza, tratando de buscar algo de calor en ella.

- No lo sé. No quiero molestar — Finalmente habló, evadiendo la mirada del contrario.

- Heeseung, recuerda siempre que nunca me estarías molestando — Dijo mientras daba pequeñas palmadas en el hombro del más alto.

Heeseung estaba perdido en sus pensamientos, pero una parte de él seguía estando presente. Por eso, en medio de su casi trance, observó como a una pobre señora caminaba por la acera. El viento era muy fuerte, y varías segundos después la señora se encontraba corriendo detrás del paraguas que solía sostener en sus manos.

Se preocupó por lo que vió hace un momento, haciéndolo entender cuán peligroso se tornaba el ambiente.

Finalmente accedió.

Jake le prestó unas prendas de ropa por ese día, para así no enfermarse.

Una vez ambos sustituyeron sus ropas mojadas por unas ya secas, tomaron asiento en el viejo sillón en la sala de Jake, ahora envueltos con una gran sábana que más adelante consiguieron y nuevas tasas con chocolate.

Inconscientemente sus cuerpos se acercaban cada vez más, en busca del calor que desprendía el otro. Sin embargo, al sentirte cómodos de aquella forma, no hubo protestas ni malos pensamientos por parte de ninguno.

El televisor frente a ellos estaba encendido, pero nadie lo miraba.

Tanto Jake como Heeseung prestaba más atención a su pequeño aparato personal que tenían en sus manos.

De vez en cuando compartían con el contrarío imágenes graciosas que encontraban en internet para así reírse juntos.

El tiempo pasaba, y sus evidentes caras de cansancio hacían presencia.

Heeseung no supo cuándo se quedó dormido en su lugar. Su cabeza estaba en una posición un tanto incómoda para el, pero su agotamiento no le permitió mover siquiera un dedo.

Agradeció por sus adentros cuando sintió cómo Jake de una forma delicada sin llegar a despertarlo lo acomodaba en su asiento cerca de su hombro, y así fue como logró quedar en un sueño profundo mientras sentía pequeñas caricias en su cabello.

El menor no fue la excepción. El tener a Heeseung a su lado durmiendo tan plácidamente, lo hacía pensar, o tal vez creer que de esa forma el chico no tenía preocupaciones más que descansar, aunque sabía que no era así.

Sentía que el sueño le ganaría, pero no sin antes dedicarle una breve mirada, acompañada de tierna sonrisa, todavía brindando suaves toques en la cabeza del mayor.

Su mano se sentía a su vez más pesada, así como también sus ojos.

No le tomó mucho tiempo el también quedar rendido justo al lado de la persona que sentía y debía proteger.

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Debo admitir que la parte de la señora con el paraguas sí me dió risa porque es algo que me pasa a menudo hahsha

q vergüenza, pero equis

Me importan mucho sus opiniones, por eso vuelvo y les pregunto si les está gustando como va la historia.

Cualquier sugerencia o crítica son bienvenidas.

Late-Night Spring || HeeJakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora