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<< Descuida, todo saldrá bien.
¡Ánimo! >>

Al momento de enviar ese mensaje, bloqueó su celular y se tumbó a un lado de su cama.

Había estado hablando con Jake por un buen rato, pero tuvieron que detener su charla porque el castaño se tenía que ir.

El ya mencionado tenía tiempo sin ver a su familia, y aprovechando que estaban de vacaciones, fue invitado a la casa de su madre por el resto de la tarde.

Tal acto invadió de nostalgia al mayor.

Ya casi se cumplía un mes desde que llegó a la ciudad, y sus padres apenas se habían interesado en preguntarle acerca de su viaje o siquiera cómo se sentía.

Muy dentro de sí, en un pequeño rincón de su ser, deseaba no regresar a su casa.

Se sentía diferente donde actualmente estaba.

Se sentía cómodo.

Pero también, otra pequeña parte de el se sentía egoísta por dejar atrás a lo que era su familia y buscar su propia felicidad.

Sus pensamientos regularmente lo agobiaba.

Tomó un momento para descansar, y no solo de forma física, sino también mental.

Sus manos se posaban encima su estómago, y sus ojos ligeramente cerrados mientras hacía lo posible por regular su respiración que hace tan solo un momento se agitó debido a lo que pensaba unos segundos atrás.

Había pasado menos de un minuto cuando sentía cómo pequeñas lagrimas se deslizaban por la delicada piel de su rostro, y con ellas se sumaba un ligero dolor en su pecho.

A pesar de eso, siguió tratando de calmarse por medio de respiraciones lentas.

Aprendió hace ya un tiempo que si nadie lo ayudaba a apaciguar sus emociones, entonces debía hacerlo él mismo.

Finalmente logró estabilizarse.

Y no fue el único que lo hizo.

Jake por otro lado se encontraba ya en casa de sus padres, lo recibieron de una forma cálida, haciéndolo sentir bienvenido.

Y si era honesto, se sentía nervioso simplemente porque tenía mucho tiempo sin ver a sus padres.

Pero sus preocupaciones se esfumaron cuando su llegada estuvo llena de besos y abrazos por parte de su madre, y uno que otro por parte de su padre, ya que este último no era de expresar mucho su cariño de esa forma pero trataba.

Acompañados de comidas y bebidas se pasaron el resto de la tarde hablando acerca de cómo le iba a Jake.

- He estado alimentándome como debo, no se preocupen. También he estado saliendo un poco más, fui con Sunoo y Jay a algunos lugares. Conocí a un chico que ahora es mi nuevo amigo — Detallaba Jake sosteniendo una sonrisa.

- Sabes que me enorgulleces, hijo — Jake sintió cómo su padre palmeaba su hombro — Sigue adelante, tu madre y yo siempre estaremos aquí.

- No tengas miedo de contarnos acerca de cualquier cosa que pase, y espero que ese nuevo amigo sea conveniente para ti — Su madre por igual daba pequeñas caricias en su pelo.

- Sí, efectivamente lo es. Heeseung es muy amable, es un poco reservado, pero le encanta sonreír. Realmente espero poder presentarlos algún día. Sólo le quedan unos días en la ciudad, y creo que no serán suficientes.

Tuvo que tomar un momento para tomar el aire que usó mientras hablaba.

- Sí que te importa ese muchacho.

- Sin dudas, papá.

- Ya habrá oportunidad de conocerlo. Por mientras, disfruta tus días de vacaciones.

Todo el lugar estaba lleno de risas, viejos recuerdos, anécdotas recientes y uno que otro momento nostálgico.

El sol estaba cayendo y pronto se tornaría oscuro indicando que ya era momento para Jake de volver a casa.

No quería irse.

Pasó un buen rato después de mucho tiempo con sus padres, y se preguntaba cuándo será el otro momento en que tenga que visitarlos de nuevo.

Se despidió dándoles un cálido abrazo a cada uno, mientras estos correspondían con pequeñas lagrimas en sus ojos al ver a su único hijo crecer.

-Toma, llévate un poco de esto y comparte un poco con Jay y Sunoo — Dijo su madre pasándole un poco de comida en un recipiente.

- Mamá, no te molestes.

- Insisto — La mujer se acercaba cada vez más a su lado — Además, puedes darle un poco a tu amigo Heeseung, y le dices que es de mi parte ya que no pude conocerlo.

- Bueno, entonces les dejaré saber. Muchas gracias, ma y pa.

El claxon de un vehículo se escuchaba frente donde estaba. Ya era hora de retornar.

Con sus ojos cristalizados pudo entrar en el taxi que solicitó un minuto atrás.

Y así, el pequeño vehículo estando en marcha, tomó su celular para textearle a la única persona que hacía eco en su cabeza.

<< Todo salió muy bien gracias a tus palabras.
Por cierto, ¿estás ocupado? >>

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No olviden tomar agua <3

Late-Night Spring || HeeJakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora