Contra la pared

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...Esas manos tocando mi cuerpo, siento tanto asco tenerlo cerca, quisiera pedir ayudar y no estar tan presa del pánico, necesito tanto a mi mamá en estos momentos, ¡MAMAAAAAA AYÚDAME!... Suéltame por favor, no lo hagas, déjame ir... Quiero salir de aquí, tengo que dejar de llorar, si tan solo me hubiese quedado en casa, solo debí haberme quedado en mi casa... No puedo dejar de llorar. Si me mata nadie sabrá que pasó de mi, quien va a reconocer mi cuerpo y no hay nadie quien pueda ayudarme, ya no tengo fuerzas de luchar, no cuando me está apuntando con esa pistola...

Despierto con el corazón acelerado, bañada en sudor, malditas pesadillas que no me dejan en paz, estúpidas fechas removiendo cosas que no debe, tampoco puedo evitarlo, cuando dejarán de pasar y conciliar un sueño tranquilo pienso mientras me observa un rostro preocupado cerca de mi cama, quiero llorar, llorar hasta quedarme cerca por dentro. No puedo tener un colapso enfrente de mamá porque preguntara que sucede y no tengo una respuesta coherente que decirle sin mentir tan descaradamente en la cara para seguir ocultando la verdad.

-¿Mi niña te encuentras bien? ¿Quieres contarme que pasó? Sabes que cuentas conmigo para lo que sea, verdad? - Pregunto preocupada al ver mi estado. Solo asentí con la cabeza mi voz se había fugado de mi cuerpo por algún motivo o era las inmensas ganas de llorar que me tenía atrapada en mi realidad, respire hondo, suelto el aire y volteo a verla.

- Estoy bien mami, solo fue una pesadilla, no te preocupes - La abrace, salí disparada al baño para ducharme, el espejo solo muestra el desastre que llevo por dentro, las ojeras cada día crecen más y más, el brillo de mis ojos quedó en algún lugar hace mucho tiempo, disipó mis ideas mientras veo en el espejo a alguien que desconozco porque esa mujer no soy yo, no queda nada de lo que fuí, entro en la ducha para relajarme un poco y poder vestirme con mi uniforme hoy será un día en el que factor tiempo está de mi lado e ir por mi desayunó cosa que mi estómago no va a pedir más lo necesito sin derecho a réplica, hoy será un largo día, uno muy largo para mí gusto y maravilloso humor.

Últimamente mi frase favorita es decirle al mundo que me encuentro bien cuando estoy muerta por dentro, sin alma, sin nada por lo cual querer seguir y avanzar. Preguntas, mil preguntas que no tengo como responder, motivos que llevaron a eso y la culpa, está maldita culpa que no me deja en paz en ningún segundo del día. Vacía es la palabra perfecta para describir a la Actual Amina Ertld, ¿Quien soy?, Es lo que más ronda mi mente debido a los hechos que están con frecuencia, quizás deba buscar terapia porque se que no estoy bien, no puedo estarlo si parezco un zombie viviente con una fachada de que la vida es feliz y la sequía que llevo se siente, solo falta prestar mucha atención para darte cuenta lo que realmente sucede conmigo.

No tengo hambre, solo le doy vueltas a la cuchara en el tazón de cereal y frutas que tengo en frente debo comer para que mamá no sospeche nada. Quien diría las cosas que llegas hacer por no saber decir la verdad al mundo, gritarlo a los cuatro vientos sin importar lo que suceda después y acabe de una vez por todas. Me despido de mamá para llegar a tiempo y tomar el autobús que me llevará a mi trabajo sin más retraso o eso es lo que espero suceda.

Trabajar sin descanso, si es lo mejor para estos días, limpio las mesas después que los clientes se van y veo si dejaron alguna propina para el bote que comparto con los chicos al finalizar la semana, hago inventario de los productos de la cafetería y despacho uno que otro producto mientras los chicos toman su hora de descanso, el día está tranquilo a pesar de ser media tarde y muchos han dejado sus actividades escolares para salir por una merienda, hago tantas cosas que son los momentos en qué las horas pasan más lento de lo que mi mente puede soportar como dijo mi capitán América La paciencia es una virtud lo lamento mucho ese día se acabó y mi dosis se perdió. Bufo cansada de todo.

Gracias al cielo mi jornada termino de una vez por todas, tengo tanto sueño que si el bus sigue a este paso pronto me quedo dormida en la silla para ablandarlo. Suena mi teléfono en el fondo de mi bolso tantas notificaciones seguidas no es normal y ya me imagino quien será por la hora, duele amarle de esta manera para alguien que no le importo mucho a pesar de decirme lo contrario tantas veces y casi a diario que soy la única en su vida. Hay cosas que no me terminan de convencer las que me hace dudar de él, viendo las notificaciones rengos varias en el grupo de trabajo y las de mi Desconocido preguntando si ya llegué.

   Desconocido
Tami quiero verte. Necesito estar contigo hoy, avísame si puedes y te paso a recoger.

Tami
Te aviso cuando llegue a casa y si puedes pasar por mi aún.
Yo también te necesito mucho justo ahora.

El sonido del parlante avisa que estoy próxima a mi parada de autobús para caminar unas pocas calles hasta llegar a mi casa, lo que se podía decir que es termino promedio comparados a otros vecindarios, puede decirse que acogedora para nosotras dos y cuando vienen los abuelos de visita. Busco mis llaves en los bolsillos de mi pantalón para entrar sin mucho problemas la cuestión es que cuando mamá está en su mundo se le olvida encender las luces para poder ver la cerradura, me gustan mis gafas pero en momentos como estos odio tener problemas de visión, el click del seguro me hace sonreír por mi valiosa hazaña y entro, ese olor solo hace revolotear mi estómago del hambre.

-¡Mamaaa ya llegué!- Le grito desde la entrada de la sala pasando de largo a mi habitación y me tiró en la cama por un momento, busco mi teléfono para avisarle a mi desconocido que pase por mi dentro de una hora.

-Cariño ven a comer que se te va enfriar la comida y no pienso cenar sola- Me avisa mi mamá desde la cocina, siempre comemos ahí a pesar de tener un comedor, nos gusta el mesón de la cocina cuando estamos ella y yo. Un cambio rápido para salir disparada dónde mamá.

-Mami voy a salir un rato, no hay problema, ¿verdad?- le digo esperando su reacción. Frunce el ceño de repente, eso solo significa interrogación así que me preparo a mentir un poquito nada más porque si se entera con quien voy a salir pegará el grito al cielo.

-¿Señorita a dónde vas y con quién? Porque tú llevas mucho rato sin salir así que este cambio me parece un poco sospechoso- Comenta para seguir comiendo y esperando una respuesta convincente.

-Ire con unos compañeros de trabajo a celebrar la despedida de Andrea que se va Chile, me vienen a buscar así que tranquila que llegaré sana y salva.- Duda de lo que estoy diciendo, lo sé, no soy muy buena mentirosa siempre hago cosas que me delata.

-Solo espero que no me este mintiendo Tamara, solo cuídate y me llamas cualquier cosa- La beso en la mejilla prometiendo que haré lo que me pide. Terminamos de comer para ayudarla arreglar un poco todo e irme a dar un baño rápido para cuando llegue él.

Tami
Dame 15 minutos y salgo.

Desconocido
Ok, te espero al frente de tu casa. No tardes.

Reviso llevar todo lo necesario en caso de un imprevisto, agarro mi bolso, reviso mi aspecto antes de salir unos jeans azules rasgados con mi blusa de tiras estampadas y mis botines marrones que no pueden faltar en mi closet más una chaqueta por si hace frío, tomo mis llaves y dinero que no le puede faltar a una mujer en su cartera. Nunca se sabe que pueda pasar más adelante pequeño consejo que siempre a valido la pena cada letra que lo componen, camino apresurada a la puerta, beso a mamá en la mejilla y despido de ella.  Hay está su Jeep negra 4×4 y todas las mejoras que le hace su dueño, amo ese carro con locura tiene ese aspecto hechizante que me llama, tocó el vidrio y me sonríe tan dulce que me devuelve la tranquilidad un poco, solo espero mamá no esté curioseando por la ventana de la sala. Me subo y lo beso después sonríe para arrancar sin rumbo fijo por un rato.

-¿A dónde vamos?- Pregunto curiosa aunque ya imagino a dónde se dirige mi pequeño secreto.

-Vamos a casa mi niña- Lo miro por un momento para comenzar hacerle mimos en el cuello, es algo que se ha vuelto costumbre entre nosotros cuando estamos a solas.

-Pense que trabajabas hasta más tarde hoy- Le dije mientras empezaba a entrar en su calle bajando la velocidad para estacionarse en su casa. Llevo su manos a mi mejilla dando esa sensación de calidez mientras se acercaba a besarme, lento pero necesitado de más entrega, más pasión, dejando suaves caricias en el camino y los besos se volvieron más calientes, nos separamos un poco buscando aire que mis pulmones necesitaba porque no se cuando dejaron de llevar aire después de esa caricia.

RecluidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora