Puntos suspensivos

0 0 0
                                    

"Hace tiempo mi alma dejo de doler como lo hacía al principio, ya no me quita el sueño, ya no duele respirar, el sentirme roto y vacía se fue hiendo de mí paso a paso. Su ausencia no fue más dispensable para mí, quizás solo necesita respirar, respirar de verdad como un alma libre. Quizás piensen que estoy o quizás solo son recuerdos vagos de mi depresión, pero se equivocan en varios hechos.

La primera vez que sentí dolor fue cuando entendí que no todo el mundo va a darte amor sincero, solo porque si y que tú fantasía de una armonía de amor se iba a completar, siendo una niña nació mi primera herida. Una herida mortal que costo cicatrizar, es agobiando sentir el rechazo siendo tan pequeña, no todo aceptan que tú mayor ilusión fue tu mayor desgracia. Hay comprendí que mi amor incondicional estaba en otro lado y mamá solo llenaba la mitad de ese corazón soñador.

La segunda herida llegó cuando compañero de aventuras se tuvo que ir a otro país, los amigos inseparables fueron separados, se sintió un vacío enorme, créanme cuando les digo que los amigos son eternos y bonitos hasta que chocas con la realidad de la despedida. Una parte de ti se va con ellos y la otra hace una cajita especial en tu corazón para atesorar todos los recuerdos que viviste hasta ese momento.

La tercera herida llegó cuando te responsabilizaron de cosas que no hiciste, pero aún siendo una niña te asumieron responsabilidad de adultos heridos que no entendieron la responsabilidad de romper ciclos destructivos y hay si todo se fue a la borda de los más profundo de tú ser. Ser una princesa no era suficiente, tocó ser guerrera de batallas y asumir nuevos retos para crecer. Valerse por si misma era primordial para ver la luz del camino entre tanta oscuridad y tanto despreció de las personas solo por ser alguien demasiado puro en un mundo tan macabro.

La cuarta herida llegó cuando conocí el amor de una manera inesperada, explosiva y con la adrenalina, el peligro se hizo presente en ese momento, las escapadas nocturnas nunca faltaron y nuestra felicidad era plena. Los recuerdos, los años, los besos y las miradas lo decían todo en ese entonces. La princesa soñadora tenia a su guerrero de armadura brillante hasta que el destino lo hizo tomar caminos distintos. Dejando una dos huellas imborrables en su memoria por la eternidad.

La quinta herida nació cuando la vida te demostró lo sucia y cruel que puede ser un hombre contigo, solo para utilizar como un objeto que puede desechar luego como si no hubiera pasado, esa fue la herida que derrumbó el mundo completo y sin ganas de vivir. La muerte se veía el camino más sensato para acabar con ese dolor, acabar con el sufrimiento que sentía mi corazón y la que terminó colapsando en todo mi cuerpo.
Perdí mi autoestima, carisma, aventuras y la ganas de luchar.

Parece un mundo alterno cuando lo miras desde otra perspectiva, pero esto es el mundo. Un lugar donde luchar es una constante diaria de cada día porque si te quedas inmóvil te consume poco a poco hasta que no deja nada de ti, solo recuerdos del facebook o las fotografías de lo que eras de tres puntos suspensivos que hicieron un revuelo en tí. Un milagro cambio en medio de la oscuridad llegó, si un milagro llegó a mi para detener el camino de la muerte que encontraría una madre después de un largo viajé. La brisa que aparece en la rosa de Guadalupe, lo siento, es la única comparación que tengo para describir ese momento, sucedió y no lo soñé aunque lo pensé en su momento esa luz llena de paz llegó en el momento exacto. Las cosas nunca son lo que parecen porque vivimos creando máscaras para ocultar nuestras penas de tanto dolor, silencios con palabras y mentiras a medias para que crear más engaños.

Aceptar la destrucción es complicada, aceptar que diste autorización a que te lastime duele más que una operación a corazón abierto y vas muriendo mientras respiras, y caminas todos los días hacia tu trabajo. Mientras luchas para levantarte cada día de la cama porque solo quieres dormir para no sentir nada, olvidarte de la realidad y crear una fantasía alterna en dónde todo sea tranquilo y perfecto."

Los puntos suspensivos siguieron por mucho tiempo tanto años que aún extraño los recuerdos de papá que no existieron por ser egoísta a su corazón, por no tomar decisiones correcta para cambiar la fortaleza de otra persona. No hay peor ciego que aquel que no desea ver lo que su reflejo le muestra.

RecluidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora