Confiar o no confiar.
Después de pensar durante varios minutos, Atsushi tomó una decisión: aceptaría la ayuda de ese hombre humano, y en caso de que quisiera dañarlos, sacaría a relucir sus ataques vampirezcos para la protección suya y de Ryūnosuke.
Fueron llevados a una mansión con decoraciones antiguas, pero era bastante amplia y limpia. El azabache miraba todo con asombro e ilusión, le gustaban ese tipo de cosas antiguas que tenían en la casa. Además... Había muchas decoraciones de gatos.
— Chicos, esta es mi casa. Aquí también vive mi padre adoptivo.
Mencionó Ranpo, mientras caminaba delante de ellos, dando un breve recorrido por todo su hogar.
Atsushi y Ryū miraban todo aquello con lágrimas en sus ojos, sin poderlo creer. Tantos años en una mansión del terror, que les era difícil creerse la realidad del momento. Estaban libres de los vampiros Alfas.
Ryū sujetaba fuertemente una de las mangas de la camiseta de Atsushi, sin querer separarse de él por miedo.
— ¿E-Estás seguro de que estaremos bien, mamá?
Murmuró temeroso. Atsushi sonrió para mostrarle valentía y seguridad.
— Seguro no, Ryū, pero puedo presentir que son buenas personas. Confía en mí. Mamá te protegerá si algo malo te quieren hacer.
Respondió entre murmuros.
Un hombre alto apareció frente a ellos. A su lado, una pequeña niña pelinegro de aproximadamente cinco años de edad.
— Mami, ¿quiénes son ellos?
Preguntó la menor, sujetando una de las manos del adulto.
— No lo sé. Ranpo-kun, ¿son nuevas visitas?
Cuestionó serio. El detective sonrió.
— Poe, Kyouka-chan, ellos son Atsushi y Ryūnosuke Nakajima... Son vampiros pero de los buenos, y les daremos una de las habitaciones para que puedan hospedarse. No tienen un hogar.
Hubo un silencio de segundos, hasta que Ranpo volvió a hablar.
— Atsushi y Ryū-kun, él es Edgar Allan Poe, mi esposo, y la niña, Kyouka es mi hija.
— Mucho gusto, señor Poe.
— El gusto es mío—. Sonrió. — Por cierto, Ranpo-kun, ¿Ya le dijiste a Fukuzawa-san sobre ellos?
— Aún no, pero cuando papá llegue a casa le diré.
†★†★†
Mientras tanto, en la habitación que les fue prestada...
Ranpo les llevaba ropa, calzado y comida que recientemente les había comprado. Estaban fascinados con tenerlo todo en tan poco tiempo.
— Nosotros dos nunca tuvimos tantas cosas, Ranpo-san... Ryū y yo estamos agradecidos.
El ligero rubor en las mejillas de Atsushi era de pena, y a su vez, de agradecimiento. No pudo evitar que sus lágrimas salieran de sus ojos, estaba llorando. El menor azabache se aproximó a él para abrazarlo y darle consuelo.
— No te preocupes, para nosotros no es ningún problema que se queden aquí y estoy seguro que para papá tampoco. Por favor, siéntanse cómodos.
— Gracias a ustedes... Mi hijo y yo viviremos mejor...
— ¿Tu hijo? ¿Dices que Ryūnosuke es tu hijo? Pero si eres...
— Los vampiros no envejecemos. T-Tengo 28 años...
— Así que eres mayor que yo por dos años. Nunca lo imaginé. Me sorprendió un poco.
— Ranpo-san, muchas gracias por el muñeco, es muy bonito.
Mencionó Ryū, con un peluche Rashōmon que había adorado desde que lo miró.
— Me hace feliz verlos tranquilos y felices. Saldré para que puedan acomodar sus nuevas cosas, si necesitan algo estaré afuera.
Ranpo salió de la habitación, dando privacidad a la pequeña familia de vampiros.
— Mami. ¿Jugamos con los muñecos? Ranpo-san te regaló un tigre muy suave.
— Después, Ryū. Primero hay que acomodar la habitación. Una vez limpia, podremos jugar.
— Está bien.
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RANPO ADOPTA A UNA FAMILIA VAMPIRO
Fanfiction[VAMPIRO OMEGAVERSE] [JUVENTUD ETERNA] Para los vampiros, el envejecimiento se detiene al cumplir entre los dieciocho y veinte años de edad. Aún cuando tienen más de cien años, los vampiros seguirán aparentando ser "humanos adolescentes", pero en re...