Obsesionado // Ashtray

Obsesionado - Imposible

Narrador Omnisciente

Después de varios días el chico decidió irse a vivir a Los Ángeles, quería encontrar a su enamorada, iba a todas las fiestas que se enteraba para así encontrarla, pero este no tuvo éxito.

Este al llegar a su casa fue a una pared que tenía llena con carteles de discotecas, fiestas y algunas fotos de ella, solamente para recordarla.

-Ojalá y te vuelva a encontrar princesa. —Dijo este tocando una foto de ella—.

Presente

Ya habían pasado tres años desde que vive aquí, Los Ángeles, estaba feliz por haberse vengado de su enamorada y su hermano, ya que West estranguló a su hermano, imagen que nunca se ira de su cabeza, este se juro a sí mismo matar si fuera por ella, cosa que cumplió, seguía completamente enamorado de ella, pero lo que no sabía era que ella ya no creía en el amor, ahora está apunto de esnifar una raya de cocaína, le hacia salir de todos sus problemas, y de lo Obsesionado que estaba con Olivia.

-Mierda, ¿Qué pasó anoche Rue? —Dijo está levantándose del sofá de su amiga agarrándose la cabeza—.

-Si te soy sincera no me acuerdo, pero de lo que estoy segura de que Maddy se tiro a uno, seguro. —Le dijo la morena a su amiga mientras se echaba leche en un vaso—.

-¿Y Kat y Maddy? —Dijo para después levantarse del sofá e ir a la cocina—.

-En su casa, se fueron hace una hora casi. —Dijo dándole una pastilla para su dolor de cabeza—.

-Creo que yo también me iré, tengo cosas que hacer.

-Vale, una cosa ¿Mañana vamos de tiendas? —Le pregunta la morena a esta—.

-Claro a las tres en mi casa. —Fue lo último que dijo ella para después salir por la puerta—.

☆☆☆☆☆☆

Ahora me toca ir a trabajar, trabajo en McDonald's, aunque estoy cansada tengo que ir, sí o sí.

Llegue al trabajo y me puse a atender a la gente, cliente tras cliente, repetidas veces, hasta que vi a un chico, al de ayer en la fiesta.

-Hola, buenas tardes, ¿Qué desea pedir? —Digo un poco cansada—.

-Una Coca-Cola, con una Big Mac, por favor. —Me dice seriamente el chico— Se nota que estás cansada. —Me dice, a lo que yo tomo por sorpresa esa frase—.

-Si, las fiestas son agotadoras. —Digo forzando una sonrisa— Tu pedido.

Me parece muy familiar este chico, espera, no será... Imposible, el vive a kilómetros de aquí, y me odia.