⋆·˚𝒜𝒸𝓉𝑜 𝒹𝑒 𝒜𝓂𝑜𝓇 【 𝘉𝘰𝘬𝘶𝘵𝘰 𝘹 𝘖𝘤】

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La chica recogió su cabello, se miró al espejo asegurándose de que estuviera impecable, todo debía estar perfecto, con cierto temor en su pecho, marcó con una enorme equis la fecha en el calendario; era el día que tanto había esperado.

Tomó sus cosas y miró su casa una última vez antes de cerrar la puerta, Midori se había preparado pero por más que practicara su presentación sentía que no era suficiente.

Una voz la sacó de sus tristes pensamientos, no muy lejos, un enérgico chico alzaba su mano, caminó hacia él, sin creer lo que veía

—Bokuto....¿¡Por qué no estás en clases!? —Le reprendió, dando un golpe en su espalda —¡Solo los que vamos a la feria tenemos permitido faltar hoy!

—Es que me levanté tarde —Metió las manos en sus bolsillos —¿Vamos?

La de ojos verdes suspiró, no tenía otra opción, la verdad era que ella no era la única nerviosa, el albino repasaba varias veces su plan, no imaginó que ese día llegara tan rápido, pero ya estaba a la vuelta de la esquina.

Sentía sus manos sudorosas, no eran síntomas comunes como cuando faltaban pocos minutos para iniciar un partido, era algo nuevo para él y la falta de experiencia solo lo empeoraba.

Miraba de reojo a la chica, inmersa en sus notas, a su parecer Midori parecía una muñeca, anhelaba cuidarla y tenerla a su lado por el resto de su vida.

¿Sería capaz de soportar un día más?

El sonido de su mano impactando contra su rostro llamó la atención de la contraria.

—¿Todo bien?

Éste sintió, con su mano todavía cubriendo su boca, se conocía muy bien y sabía que si seguía dándole vueltas al asunto dirigía algo inapropiado.

—No tienes que estudiar tanto, solo sé tu misma y dí esas palabras raras que me hablaste el otro día —dijo torpemente, estaba acostumbrado a recibir ánimos, no a darlos.

La castaña asintió y le dirigió una suave sonrisa, sentía que su corazón se derretía ante ese gesto pero como pudo mantuvo la compostura.

Ambos se separaron, cada quien fue a hacer sus actividades, pasaron las clases y era hora de las prácticas, el chico movía su pie mientras estaba en la banca.

Akashi rodó los ojos, sabía que su amigo era dramático pero no hasta tal punto, no imaginaba como estaría si le tocara defender un proyecto importante.

La mente de Bokuto generalmente era un caos, pero ese día en especial había empeorado. ¿Como estaría ella? ¿Debía escaparse e ir a verla?

Muchas preguntas inundaban su mente, tanto así que no se movió cuando una pelota pasó a escasos centímetros por encima de su cabeza.

«¡Qué brisa tan refrescante!» Pensó, antes de que el sonido de su teléfono lo devolviera a la realidad.

Era un mensaje, en ella se mostraba a una Midori sonriente sosteniendo un certificado, abajo había un texto que decía:

¡Lo logré!

El joven mostró una cálida sonrisa, aquello se sentía como una lluvia fresca luego de un día caluroso.

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La presentación había sido un viernes, el chico estaba tan nervioso que prefirió esperar un poco antes de dar inicio su arriesgado plan.

No debería ir con las manos vacías

Debo pensar bien cómo decírselo...

¿A qué hora debería ir?

Tenía muchas dudas en su mente, mismas que se tornaron en excusas para no hacer nada, sin embargo, la curiosidad le impidió seguir así y fue a visitarla.

«Será mi última visita como amigo» Se decía a sí mismo una vez que tocó la puerta.

Escuchó a alguien bajando aprisa por las escaleras, luego de unos segundos le abrieron la puerta, era la castaña que se ocultaba detrás de ésta.

Gotas de sudor bajaban por su rostro, pasó su mano varias veces por su cabello desarreglado antes de invitarlo a pasar

—Ah...de verdad que estaba preocupado por cómo saldría todo...—Como casi siempre, él tomó la palabra, relatando la emoción que sintió al recibir su mensaje y cosas así.

La joven le contó todo a detalle mientras subían las escaleras —¡Todavía no creo que gané el primer lugar! Te voy a mostrar el certificado que me dieron.

Ella entró mientras el chico paró en seco en el umbral de la puerta, su rostro mostraba una profunda confusión.

—¿Midori?

—¿Hum? —Miró a su alrededor —,se me olvidó decirte, el ganador del primer puesto obtendría una beca ¡Me voy a Suiza! —expresó con regocijo, mientras el albino se hundía en la desilusión.