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Empujó la puerta y entró esperando a que uno de los Mikaelson quisiera atacarla pero sucedió lo contrario, la miraban parados esperando cualquier movimiento suyo.

—¡Vaya, cuánto tiempo Mikaelson! La última vez que los ví fue cuando Hope era una bebé.

—Volviste—susurro la bruja mayor.

—Que te sorprende si eso ya lo sabían—miró a la menor de los Mikaelson que estaba confundida—¿No lo sabías?.

—Lo que no sé es, ¿Quién eres tú?.

Corrió y empujó a la pared a Sofya, sus cejas estaban fruncidas y su agarre se apretó al verla sonreír.

—¡Como te atreves a volver, y encima hasta mi casa!—grito Niklaus furioso y se puso a un lado de su hija.

—Eso, querido. Se llama educación.

—¿Educación? Entrar a casas ajenas sin autorización no me parece que sea eso que llamas educación, si bien te abrían enseñado sabrías que eso no es correcto—se cruzó de brazos Kol serio.

Todos dieron un paso para tratar de acercarse a The Hollow pero pararon al ver que no mostraba miedo.

—Si ahora mismo me matan mi experimento irá detrás de todos ustedes.

—Te mataremos a ti y a tu maldito experimento.

—Ya lo veremos, ya lo veremos. Solo quería pasar a saludarlos personalmente y advertirles de mi nuevo juguete así que tengan cuidado.

Al solo dar un pestañeo despareció de la vista de los Mikaelson.

—Pues debió de darle mucho tiempo a su experimento porque se ve muy confiado.

—Juro que yo misma le quitaré esa estúpida sonrisa que tiene—Rebekah se levantó enojada.

—No tiene el mismo poder que antes—susurro Elijah—Por eso es que trabajo en su proyecto porque no puede hacer lo que podía.

Suspiro al ver que sus hermanos estaban sumidos en sus pensamientos y ninguno le puso atención «Ella me hubiera escuchado y apoyado» pensó Elijah recordando a su amiga con nostalgia.

Sus movimientos eran veloces que llegaba a marear a sus entrenadores, dejándolos un tanto aturdidos y para cuando se recuperaban recibían un golpe de ella que los hacían tambalearse hasta que terminaban en el piso

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Sus movimientos eran veloces que llegaba a marear a sus entrenadores, dejándolos un tanto aturdidos y para cuando se recuperaban recibían un golpe de ella que los hacían tambalearse hasta que terminaban en el piso.

Tuvieron que entrar más hombres para mantenerla quieta pues su poder era increíblemente fuerte y para ellos desgraciadamente incontrolable. Tal vez se habían pasado un poco de inyecciones pero fue la única opción que miraron correcta para que terminará de resistirse.

—¿Como te llamas?.

—D172—susurro firmé, ahora algo en
su mirada daba escalofríos.

—¿Qué es lo que sientes al escuchar el apellido Mikaelson?—tardo unos segundos en responder pero al hacerlo lo hizo una vez más firme.

—Nada.

Los dos hombres se dieron una mirada y sonrieron aliviados, después de más de cien inyecciones lograron hacer que los obedecieron. Admiraban a la antigua Olenka, pues se resistió a pesar del dolor que causaba todo lo que pasó para ser lo que era ahora.

—¿Cuál es tu misión?.

—Distraer a los Mikaelson y traer a Hope Mikaelson—su voz era como si de un robot se tratará.

—¿Qué tienes que hacer con los otros?.

—No dejar cabos sueltos, matarlos.

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⏰ Última actualización: Feb 12 ⏰

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