Mi mejor amiga se acuesta conmigo.

Descanso

Estaba entre los brazos de Agne, mi cara descansaba en esos hermosos pechos, estaba durmiendo antes de sentir su mano helada en mis nalgas...

-Estas muy fría.

-Calientame.

Sabía a qué se refería, así que empecé a lamer sus pechos, y me enfoque en sus pezones mientras ella apretaba duro mis nalgas.

-Ponte de espaldas sobre mi.

Lo hice, y cuando giré para verla, ella se acercó para besarme... Sus malditos besos eran tan exquisitos que siempre dejaban con ganas de más, de que volviera a hacerlo.

Recorrió con su mano mi abdomen y yo alcé mi cadera.

-Tranquila, apenas vamos comenzando.-dijo mientras dejaba de besarme.

Bajo sus dedos y empezó a estimularme justo en mi clítoris.

-Dios, Agne...

- Iré despacio.

-Quiero que vayas rápido.

-No, aún no.

Empezó a frotarme y cuál delicioso placer me otorgaba.
De pronto escuché el sonido del vibrador, y sin pensarlo lo metió, por debajo de mí, encima de ella.

-¡Ah! Agne, quiero más. Maldita sea, eres tan excitante.

-Quiero que tengas más orgasmos.

-Tendré todos los que me otorges, pero dame más duro.

Ella sacó el vibrador  Me levanté y ella se sentó.

-Ponte encima de mí.

Lo hice y ella colocó el vibrador sobre sus piernas, así que logré introducirlo completamente.

Empecé a cabalgar sobre ella, tomándome de sus hombros, mientras ella me besaba con intensidad y apretaba mis nalgas de una manera deliciosa y excitante.

Dejé de besarla para que pudiera escuchar los gemidos, incluso yo era consiente de lo caliente que me escuchaba... Cabalgaba lento y rápido, para que todo el vibrador entrara en mi. Era magnífico.

-Voy a venirme.

-Hazlo.- Me ordenó, agregando algunas nalgadas.

Cabalgé sobre ella más rápido para llegar, hasta que lo hice.

Me detuve y ella sacó el vibrador.

-Eres muy excitante.- dijo para después besar mis pezones, y dejarlos con unas cuantas mordidas y secciones.

-Quiero más.

-Yo sé que si, ponte encima de mí. Entrecruza tus piernas con las mías. Hay que frotarnos.

Lo hicimos, y lo hicimos rápido y duro. Incluso dimos alguna ayuda con nuestros dedos.

Ella me fascinaba en exceso, y siempre se sentía realmente bien...