Mi mejor amiga se acuesta conmigo.

Folladas

Resultó que no teníamos vecinas, si no vecinos.
Ella se encargó de coquetear con ellos y traerlos una noche.

Creí que no llegaría. Estaba a punto de dormir cuando escuché que entraron al cuarto.

-Sin nombres, sólo queremos ser folladas.- Ella dijo eso y empezó a besar al chico más cercano que tenía.

Por suerte el otro era aún más bonito y su cabello era tan lacio y largo,  que al instante me dieron ganas de pasar mi mano entre el.

Yo ya estaba desnuda, él sólo tenía que meterse debajo de mi cobija.

-Ve con ella y tratala bien. Te aseguro que hace el sexo más rico de la vida.- Le dijo.

Él no necesitó nada más para meterse en mi cama.

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Su pene estraba demasiado bien en mi vagina, era tan grueso que podría apretarlo para que él pudiera sentir más placer.
Sentía sus bolas a cada lado. Era tan exquisito tener sexo con él.

Me excitaba aún más cuando miraba a mi costado y veía la cara de placer de Agne al ser follada por detrás.

Pero no me bastaba, así que cambié de posición, me coloqué encima de él y empecé a cabalgar, sentía como su miembro entraba cada vez más.

Y él se encargaba de tocar y apretar mis pechos.
No lo había besado, ella me dijo que no lo hiciera.

Pero alcé su cabeza para que él si besara mis pechos. Succionaba mis pezones y mordisqueaba un poco.
Agne aún no lo había hecho, pero después de esto tendría que hacerlo mucho más seguido.

Todo el cuarto era placer y gemidos, los más deliciosos eran los de Agne. Me prendían más y entonces cabalgaba más.

El chico que estaba con ella realmente le estaba dando duro, así que quise estar en la misma posición que ella.

Bajé y le ordené que me hiciera lo mismo.
Estaba justo a lado de ella, y pude tomar su mano.

Ella la entrelazó con la mía y juntas nos entregamos al placer que nos otrogaban nuestros compañeros